lunes 28 de enero de 2008
Rajoy no canta victoria
Pablo Sebastián
A buenas horas reconoce Mariano Rajoy que las mentiras de la guerra de Iraq y la presencia de Aznar en la foto de las Azores con Bush y Blair fueron un error que los condujo a la derrota electoral del 2004. ¿Por qué no lo dijo antes, a lo largo de los pasados cuatro años de “plomo” político entre el Gobierno y la oposición? Está claro que por miedo a Aznar. Asimismo, el líder del PP, en entrevista publicada por El Mundo, dice que lo suyo tiene mucho mérito porque puede ganar las elecciones. Aunque no muestra la menor euforia o certeza de su victoria, y enseña un encuesta electoral en la que los populares sacan 0,2 puntos al PSOE, lo que no garantiza nada sino todo lo contrario, porque un empate impediría al PP —y puede que al PSOE— gobernar con los nacionalistas.
Pero Rajoy se conforma con el empate, o la victoria por los pelos, y dice que bastante ha hecho con la herencia recibida, y a pesar de la “ayuda” de los conspiradores internos y externos del PP, entre los que se encuentra, cómo no, el propio diario El Mundo. Conspiraciones entre las que brilla por su reciente novedad la de la expulsión de Gallardón de las listas del PP, tras el órdago de Aguirre, que puso de rodillas a Rajoy, aunque lo niegue con el burdo y mentiroso intento de decir, a estas alturas, que sin dicho órdago él habría hecho lo mismo. A la vez que miente cuando pone de por medio la candidatura de Pizarro que le llegó a última hora.
O sea, ahora que hemos confesado los errores y las mentiras de Iraq, llegan las mentiras sobre el caso Gallardón, y los lamentos sobre la “ayuda” de los conspiradores internos del PP, un latiguillo que ya llevan tiempo usando sus íntimos colaboradores de tanto oírselo a Rajoy. Y para colmo, eso sí, y para regalarle el oído al entrevistador, el líder del PP vuelve a levantar las sospechas sobre la conspiración y la sentencia del 11M, y dando munición al PSOE para alimentar su ataque contra el PP en la campaña electoral.
Naturalmente, ya es demasiado tarde para lamentos y para cualquier otra cosa. Los dados están rodando sobre el tapete electoral, sobre el que se han volcado toda clase de regalos fiscales, ayudas sociales y hasta ¡cheques! de 400 euros como los que acaba de prometer Zapatero, remedando la idea de la compra de votos de los tiempos del Conde de Romanones.
A la espera, los actores del gran circo electoral de los primeros sondeos que empezarán a hacerse públicos a lo largo de la semana entrante y que van a marcar el territorio, las estrategias y preparar los ánimos de unos y otros con vista a los dos debates de televisión anunciados, en los que Zapatero y Rajoy han puesto muchas de sus esperanzas. El del PP para presentar al líder del PSOE como un peligro para la economía y la cohesión de España, y el PSOE para transmitir serenidad y confianza, advirtiendo a sus votantes de la importancia de una alta participación si no quieren ver el regreso de la derecha dura al poder.
http://www.estrelladigital.es/diario/articulo.asp?sec=opi&fech=28/01/2008&name=manantial
lunes, enero 28, 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario