25-I-2008
Recesión pospuesta, recesión agravada
La reducción de tipos de la Fed puede aliviar momentáneamente la situación de muchas familias norteamericanas, que podrán afrontar los pagos, y sus bancos, que no tendrán que enfrentarse a las correspondientes pérdidas. Pero eso sólo pospone el problema.
Es posible que el FMI acierte y los nubarrones de recesión se hayan alejado de Estados Unidos, al menos por un tiempo. La decisión de Bernanke de rebajar los tipos de interés en tres cuartos de punto así parece garantizarlo. Pero eso no significa que sea acertada. Por el contrario, anuncia que la crisis será peor, aunque llegue más adelante.
Los problemas que ahora sufrimos son debidos a las bajadas en los tipos de interés posteriores al 11-S. La Reserva Federal llegó a reducirlos al 1% y el Banco Central Europeo al 2%. Como explica la teoría del ciclo económico desarrollada por Mises y Hayek y que le valió el premio Nobel a este último, unos tipos artificialmente bajos confunden a los inversores, que ven como rentables operaciones que no lo son. Al volver a estar el precio del dinero a niveles más normales, muchas de esas inversiones deben liquidarse al quedar al descubierto su situación real, con las correspondientes consecuencias para los más directamente implicados y, también, para la economía en su conjunto.
En Estados Unidos y en buena parte del resto del mundo el principal destino de ese dinero barato ha sido el mercado inmobiliario, en el que se han endeudado muchos particulares confiando en la continua apreciación de valor de su vivienda y en que los bajos tipos de interés permitían comprar muy por encima de sus posibilidades. Así, en estos momentos nos enfrentamos al momento en que muchas de las hipotecas puedan dejar de pagarse, con los correspondientes embargos, bajada del precios de la casas y descapitalización de los bancos. En EEUU, y por motivos evidentes, se han dado ya muchos casos en hipotecas concedidas a clientes con claros riesgos de impago.
La reducción de tipos de la Reserva Federal puede aliviar momentáneamente la situación de muchas familias norteamericanas, que podrán afrontar los pagos, y sus bancos, que no tendrán que enfrentarse a las correspondientes pérdidas. Sin embargo, eso sólo pospone el problema, pues las casas se adquirieron de todos modos por encima de las posibilidades de sus compradores; lo que se está haciendo con esta rebaja es alargar el problema ya existente y además incentivar que se sumen al mismo nuevas inversiones problemáticas.
De modo que Bernanke ha aliviado el problema que padecemos actualmente, pero sólo para que dentro de un tiempo la crisis sea mucho más grave.
Eso sí, España no se libra. Trichet parece abogar por la solución aparentemente más dura, pese a las presiones recibidas, pero que es la mejor a medio plazo. Aunque ninguna crisis pueda ser motivo de alegría, al menos cabe sentir cierto alivio porque en Europa ésta pueda ser más breve y menos profunda de lo que sería en caso de que el BCE siguiera los pasos de la Reserva Federal. Un alivio que sería más amplio si tuviéramos un Gobierno responsable y competente que tomara medidas como contener el gasto público, reducir los impuestos y liberalizar la economía –especialmente el mercado laboral–, para que este problema inevitable y que nos viene de fuera tuviera en nuestro país las consecuencias menos perniciosas posibles. Pero gobierna Zapatero.
http://www.libertaddigital.com/opiniones/opinion_41610.html
viernes, enero 25, 2008
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