jueves, septiembre 06, 2007

Angel Riesgo, Agosto publicitario

jueves 6 de septiembre de 2007
Agosto publicitario
POR ÁNGEL RIESGO
Como cada verano los directivos de agencias, medios y anunciantes desaparecen en agosto. Algunos nos hacen creer que no hay trabajo y que es el único momento del año en que pueden tomar vacaciones pero no todos se marchan. Algunos quedamos agazapados en un Madrid delicioso. Disfrutamos del trabajo en un ambiente más reflexivo, más lento, menos perentorio. Así, algunos saben que durante agosto se suelen hacer los mejores negocios, simplemente por ausencia de la competencia y por la disponibilidad de los que se quedan.
Otro de los placeres es la ausencia de políticos, Zapatero no está y Rajoy solo ha venido un día a la capital para pedir a Zapatero que volviera; después, afortunadamente volvió a marcharse. Básicamente no pasa nada y lo que pasa es en su mayoría producto de las hipérboles creadas por las ansias de medrar de los becarios al mando de los medios. Sin embargo en García Carrión, el fabricante de Don Simón, ni los becarios ni los jefes tienen vacaciones; ningún verano dejan de intentar de pillar a contrapié a sus competidores, ya sea Pascual o Coca Cola y este año a pesar de la sentencia de Autocontrol, continúan explicándonos en sus campañas si Pascual refrigera o no refrigera sus zumos, en esa batalla mediática que tanto aburre ya.
De momento estoy confundido en el lineal del supermercado, veo a Don Simón sin frío y a Pascual con frío, que lío...no se cuál es el bueno y cuál es el malo. Por otro lado, los chicos de la revista «El Jueves» sí han hecho su agosto, van a conseguir los impactos publicitarios más baratos de la historia, 7.200 euros por una campaña de promoción mundial. Tengo enorme curiosidad por conocer los nuevos datos de audiencia y difusión de esta revista en las próximas olas de EGM y OJD.
En ambos casos, Don Simón y el señor Fiscal deberían saber que los problemas suelen arreglarse mejor con silencio que con ruido, pero en ambos casos sin duda el estilo marca aunque con ello la marca pierda estilo.

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