miercoles 5 de septiembre de 2007
POR XAVIER NAVAZA
corresponsal en galicia
La milonga que se va a armar
El pico dorado del PSdeG-PSOE en la Casona del Hórreo, Ismael Rego, sostiene que las "supuestas" desavenencias del Gabinete bipartito son "una milonga" que el líder de los populares galaicos se ha sacado de la manga: "A Alberto Núñez Feijóo", dice Rego, "este verano le falló la manguerita y ha tenido que inventarse la milonga de una presunta división en el actual Gobierno".
La enjundia está en la palabra milonga que, como ustedes saben, es una especie de comodín dialéctico para los argentinos, en la medida en que puede significar una cosa y a continuación describir exactamente la contraria. Magia verbal.
Así lo ha hecho don Ismael para poner en off side a don Alberto, sin tener en cuenta que el presidente del PPdeG también puede hacer suya la versión que hace de la milagrosa milonga una riña a brazo partido: ese nudo de simulaciones, trampas y zancadillas que algunos comienzan a percibir en el sordo y sinuoso sistema de relaciones que hizo posible la llegada de Emilio Pérez Touriño a la residencia de Monte Pío... con la inestimable ayuda de Anxo Quintana, el doliente.
Si hacemos caso de lo que se barrunta estos días en la sala de banderas del Benegá, donde los coroneles de la U comparten cuitas y miran de reojo hacia el joven Quin, la cosa no ha hecho más que empezar. De modo que todo cuanto ha sucedido hasta ahora puede quedar reducido a pura anécdota, comparado con lo que se avecina a escala estatal.
Francisco Rodríguez -diputado en el Congreso y a punto de abandonar el escaño para dedicarse en cuerpo y alma a los mares interiores de la gran coalición- habla del "giro españolista" de José Luis Rodríguez Zapatero y de sus ministros: un retorno al espíritu jacobino de los socialistas, a la busca del voto de la España mesetaria en las próximas elecciones generales; una deriva que puede conducir a una mayor orfandad de las comunidades que, como Galicia, cuentan con la semilla del nacionalismo pero cuyo peso político es dolorosamente anecdótico en el espeso magma de las urnas que hierven como lava en el panorama estatal.
Si los temores de Rodríguez se confirman, asistiremos, de aquí a marzo, a un endurecimiento de las posiciones de Madrid a la hora del diálogo con determinadas autonomías: entre otras, la nuestra.
Lo cual nos lleva a sospechar que, en materia de transferencias, la actual ministra de Administraciones Públicas -la gallega Elena Salgado- puede hacer buena la memoria de su antecesor en el cargo, Jordi Sevilla, quien en su día trató con humillación e indisimulado desdén político al vicepresidente de la Xunta y sin que el presidente Pérez Touriño moviese un solo dedo para salir en ayuda de su socio y, sin embargo, adversario cordial. Pierde el tiempo, pues, el joven Quin lanzando campanas al vuelo y hablando del inicio de una nueva era en el traspaso de competencias a Compostela por parte del Gobierno central. Porque los principales motivos de discordia, a juicio de los coroneles de la U, no vendrán de las tensiones del Gabinete autonómico -"normales", afirma el portavoz nacionalista Carlos Aymerich- sino de la nueva actitud del inquilino de La Moncloa, embarcado en un electoralismo cada vez más acentuado y empeñado en arrebatarle votos por el centro a Mariano Rajoy y a los nacionalistas por la izquierda tradicional.
UNA ENTREVISTA "ROBADA"
El vodevil del ministro Molina
Vodevilescas son las trampas que estos días se ponen socialistas y nacionalistas en la ciudad de Ourense. El alcalde Francisco Rodríguez, del PSdeG, aprovechó la ausencia de su socio Alexandre Sánchez Vidal (BNG), de viaje al otro lado del charco, para robarle una entrevista con el ministro de Cultura, César Antonio Molina. Todo un gesto, que anticipa lo que puede venir si el Gobierno central apuesta por ningunear a los nacionalistas galaicos hasta el sarcasmo .
ENCANTADA DE CONOCERSE
Y la verónica de Magdalena
No pudimos ver si una lágrima asomaba por el rabillo del ojo izquierdo de la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, cuando el ingeniero Carlos Díez se destapó ante ella y ante Emilio Pérez Touriño en un alarde de optimismo: "Esta obra está lanzada, en fase de ir a por todas". Se trataba, por lo visto, de darle sentimiento a los eternizantes proyectos del AVE en nuestra tierra, lejos de la odiosa enjundia de las cifras económicas y de los calendarios que los más tercos del lugar tienen por costumbre enarbolar. En el fondo, si ustedes lo piensan mejor, la visita de la ministra Maleny -oriunda de O Courel- ha tenido las formas de una verónica taurina: la titular de Fomento se ha sacado de encima el toro galaico por una temporada y se ha regalado a sí misma el capricho de mostrarse magnánima con los impertinentes y contumaces ciudadanos que pueblan el finisterre de la Unión. O sea, que la señora Álvarez está encantada de conocerse .
martes, septiembre 04, 2007
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