jueves 27 de septiembre de 2007
Telefónica se echa la bolsa a la espalda Fernando González Urbaneja
Telefónica es la estrella de la Bolsa española, casi siempre lo fue, pero ahora más que nunca, en este periodo turbulento para los inversores, quienes han confiado en este valor clásico aún andan pellizcándose, más del 20% de rentabilidad en lo que va de año, casi el 50% a lo largo de los últimos doce meses. Habría que considerar una Bolsa con Telefónica y otra sin ella, la segunda es una Bolsa a la baja, con bancos y constructoras (que son los otros grandes sectores) en estado de confusión, de quiero y no puedo.
La clave de Telefónica radica en la lealtad a su propio negocio, sin aventuras ni ocurrencias, una dedicación hacia la rentabilidad y el crecimiento, a consolidar los actuales mercados y a crecer mediante operaciones de fuste del tipo de la implantación y expansión en China, en Italia o en Brasil. Y por el camino desprendimiento de negocios colaterales y ortodoxia financiera, cumplimiento de lo prometido.
Todo eso ha hecho el valor confiable, recomendable e inquilino permanente en las carteras de los grandes fondos internacionales que al seleccionar compañías de telecos se encuentran en los primeros puestos la primera multinacional española.
Esa ortodoxia financiera se traduce en deuda menguante y rentabilidad creciente. Más beneficio por acción y consiguientemente más dividendo por acción. Alierta ha prometido alcanzar un euro de dividendo por acción, que justifica una banda de precios entre 20 y 33 euros, es decir, rentabilidades directas por cupón del 3 al 5%.
Desde que el 2003 Telefónica recuperó la buena costumbre de pagar dividendo semestral, no ha faltado a la cita y cada vez con unos céntimos más. El 2003 repartió 25 céntimos por devolución de prima, el 2004 subió a 40 céntimos, un año después alcanzó los 50 y el pasado, 2006, un 10% más. Este año ha repartido 30 céntimos el primer semestre y entregará 35 en noviembre. Y se ha comprometido a pagar 40 céntimos el primer semestre del 2008.
Un valor determinante, locomotora de la Bolsa española, que se ha echado el índice a la espalda y tira de él por sus buenos resultados y por una estrategia de crecimiento sistemático. El primer valor del Ibex por capitalización y el cuarto del euro Stoxx50, un índice en el que pesa casi el 5% del total. Mientras los bancos asimilan la actual crisis financiera, el colapso de los mercados interbancarios y el nuevo paradigma de riesgos, Telefónica (también Inditex) pone carbón en la caldera del mercado continuo y evidencia que la trama económica y empresarial es densa y resistente.
fgu@apmadrid.es
miércoles, septiembre 26, 2007
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