lunes 3 de septiembre de 2007
Santander y Popular, del bracete a 13,40 (pero debe de ser por casualidad) Fernando González Urbaneja
Santander y Popular, aunque compiten en el mercado local y en Portugal, pertenecen a distintos universos y trabajan con perspectivas y objetivos diferentes. Pero últimamente van de la manita por la Bolsa con sus cotizaciones paralelas; cada sesión cierran prácticamente al mismo precio como mandando al público el recado de que se quieren. Los dos a 13,40 como precio de cierre el pasado viernes tras varias sesiones haciendo otro tanto.
No creo que haya nada serio en ese aparente romance, no imagino una boda entre dos bancos que se conocen muy bien pero que no suman, ni son complementarios, desde hace años. El Popular defendió años atrás, quizá para disimular o para enredar, cuando Valls andaba vigilante de cualquier invasión, la fusión de lo que llamaba la “banca madrileña” frente a la otra, la del norte, los de Deusto, universidad en que habían estudiado los presidentes del Bilbao, el Vizcaya y el Santander. Los madrileños entonces eran Banesto, Central, Hispano y Popular, cuatro patas para una buena banqueta. Valls decía a quien le quisiera escuchar que, si las autoridades querían fusiones, ésas podrían ser las más adecuadas.
Visto lo que luego ocurrió, no andaba desencaminado, ya que de los cuatro bancos madrileños tres se fusionaron para acabar bajo la bandera del Santander, el menor de todos pero el que se quedó con los demás, excepto el Popular. De manera que hubo operación de bancos madrileños pero con nombre y control de uno de los del norte, el Santander. A Valls le salió redonda la estrategia, se fusionaron todos los demás pero su banco se quedó a su bola, a su ritmo y estilo, que siempre ha sido peculiar.
Ahora entre Santander y Popular las diferencias son abismales, de tamaño y de proyecto. El uno vale como 84.000 millones y anda en operaciones de compra de otros 20.000 millones, mientras que el otro se queda en algo más de 16.000 millones.
Pero descartada una hipotética boda, podemos especular sobre qué acción puede ser más interesante para un inversor prudente y con estrategia a medio plazo. Las acciones de ambos bancos son muy líquidas, también sólidas, y tienen una trayectoria brillante. Los dos pagan dividendos trimestrales con regularidad, y los dos obtienen buenos beneficios.
Los datos objetivos (per, rentabilidad por dividendo, potencial de crecimiento…) son algo mejores en el Santander, pero quizá el Popular tiene más amarrados sus riesgos. Los dividendos anuales del Santander andan por el 4%, los del Popular en el 3,7%. El Popular parece más regular, el Santander más emocionante.
Elegir entre ambos es como preguntar ¿a quién quieres más, a papá o a mamá? La respuesta correcta es: a los dos igual. Pues eso, ¡qué distintos ambos, pero qué próximos!
lunes, septiembre 03, 2007
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