Sancion y compromiso

Sanción y compromiso
04.09.2007 -

Julio y agosto, con 539 fallecidos, 11 más que en los mismos meses del pasado año, han roto una tendencia descendente en la siniestralidad vial que duraba 17 meses. Una trágica muestra de la multiplicidad de factores que afectan al tráfico y de la necesidad de actuaciones específicas que protejan a los elementos más vulnerables y reduzcan riesgos. Es preocupante, en este sentido, el incremento de accidentes y víctimas entre motoristas -ayer mismo fallecían dos ciudadanos británicos en Vizcaya al estrellarse contra un todoterreno-. La cruda realidad de la creciente siniestralidad en las carreteras impone admitir que el efecto sancionador del carné por puntos ha obtenido unos resultados alentadores -199 muertos menos en lo que va de año- pero no suficientes. Hacer depender, por tanto, la seguridad de manera prioritaria del poder disuasorio del castigo no garantiza alcanzar los objetivos de seguridad vial, lo que debe mover a los responsables de tráfico a plantear a corto plazo nuevas alternativas. El catálogo de sanciones es indispensable, con un contenido severo y una aplicación rigurosa, pero junto al castigo es preciso incidir en la responsabilidad, sin olvidar la pericia del conductor. A ese respecto, tan oportuna resulta la campaña sobre el cinturón de seguridad iniciada ayer, como lamentables los motivos que aconsejan hacerla y que poco dicen de la educación vial de los españoles. Según el último estudio de la Dirección General de Tráfico, el 15% de los ocupantes de asientos traseros aún no utilizan esta protección, aunque el porcentaje se reduzca al 7% y 6% en conductores y acompañantes. La siniestralidad depende de otros factores tanto o más determinantes que el cinturón, entre los que no es menor el estado de las carreteras, pero analizado a la luz de los porcentajes anteriores el dato de que 300 de los 1.850 fallecidos en carretera en 2006 no lo llevaran colocado, resulta más que evidente el alto riesgo que significa incumplir esa norma.