martes 4 de septiembre de 2007
Cruzando el puente Rubén Loza Aguerrebere
Y prosigue el conflicto de las plantas de celulosa entre uruguayos y argentinos, aunque esta vez se dio un paso ya más grave: ambientalistas de Gualeguaychú (Argentina) convocaron a una manifestación de repudio contra la celulosa finlandesa Botnia, situada en Fray Bentos (Uruguay). Para ello debían cruzar el puente que une a ambas ciudades. El diputado del partido Colorado (socialdemócrata) Washington Abdala comentó con acierto el caso, observando que, además de agraviante, el asunto era insólito, “ya que ellos impiden el paso de uruguayos a la Argentina, pero los habitantes de Gualeguaychú y aledaños lo cruzan para venir aquí a manifestar su repudio contra la planta de celulosa instalada en Uruguay”.
Se aguardaban, no sin temor, a unos cuatro o cinco mil manifestantes en Fray Bentos, donde se montó un dispositivo especial con tres cordones de seguridad, dedicados al control de documentación así como a la confiscación de eventuales objetos considerados peligrosos, y un tercero que fue apostado en las cercanías de la planta Botnia.
La ciudad uruguaya, como muda protesta contra la “invasión”, amaneció con las calles, casas y balcones cubiertos de banderas uruguayas, mientras por la tarde se realizaron, como habitualmente, los diversos espectáculos previstos, tratando, así, de evitar cualquier acto de violencia. Hubo asimismo un llamado especial del alcalde Lafluf a la calma de los fraybentinos.
Se decomisaron las astas de las banderas que llevaban los automovilistas argentinos, quienes conservaron su enseña, la que era agitada al viento; cabe señalar que, finalizado el acto, en el retorno, se devolvieron a cada cual las astas decomisadas.
Finalmente, fueron 872 los ambientalistas argentinos que pasaron el puente según los datos obtenidos de los trámites que había que realizar en la cabecera del puente. Comenzaron a llegar por la mañana, con banderas argentinas y mascarillas médicas como señal contra la contaminación del medio ambiente de la planta. A las 15 horas, acompañados de ambientalistas del Uruguay (en un número reducidísimo, éstos portando carteles alusivos a la reinstalación de la planta de celulosa ya terminada), se leyeron proclamas. Se habló de los “falsos nacionalismos” que lleva adelante el presidente izquierdista uruguayo Tabaré Vázquez privilegiando intereses de una multinacional, que enfrenta a países unidos por 200 años de historia, y se dijo que estas manifestaciones, en tanto no se encuentra una solución por parte de ambos gobiernos, podrían continuar durante años.
No se produjo ningún incidente y leídas las proclamas se fueron retirando los manifestantes hacia el puente, rumbo a casa. Y un gran suspiro de alivio se escuchó en todo Fray Bentos. Calmos, los uruguayos ignoraron el acto de repudio a la que será su principal fuente de trabajo, que ha sido construida con la más alta tecnología mundial.
Un destacado periodista argentino, Morales Solá, adelantó en su columna habitual que estaría cerca un entendimiento. Se estima que ha sido efectivo el mediador que ha designado el Rey Juan Carlos para este conflicto, e incluso se dan a conocer someros detalles del posible acuerdo, que tendría lugar en Nueva York, próximamente. Se estima que se aceptaría el monitoreo conjunto que ha ofrecido Uruguay de la citada planta de celulosa, mientras este país se comprometería a no autorizar la instalación de otras papeleras sobre el río Uruguay. Esperemos que la larga y áspera novela del papel culmine pronto y en paz.
martes, septiembre 04, 2007
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