jueves 6 de septiembre de 2007
ZP se ha equivocado no disolviendo José Oneto
Acaba de terminar el plazo que tenía el presidente del Gobierno para disolver las Cortes y hacer coincidir las elecciones generales con el 25 aniversario del primer triunfo electoral socialista de 1982 con Felipe González como candidato.
No ha querido Rodríguez Zapatero hacer coincidir su deseo de renovar un segundo mandato con el espectacular triunfo por mayoría absoluta de González hace 25 años con el que inauguró un largo periodo de catorce años en el poder.
Y probablemente se ha equivocado, a la vista de los primeros datos alarmantes de la economía española, que parece haber tocado techo con los pimeros síntomas de desaceleración.
El que haya descendido seis puntos la confianza de los consumidores puede ser un síntoma de la crisis hipotecaria y de las subidas de los tipos de interés. Pero que los datos del paro del mes de agosto sean los peores de los últimos diez años puede ser un síntoma alarmante de la crisis del modelo económico español, que se ha basado, sobre todo, en la construcción, en el turismo y en el consumo.
Aunque el Gobierno, instalado permanentemente en el optimismo y en los grandes datos macroeconómicos, que siguen anunciando un crecimiento muy por encima de la zona euro, sostenga que el aumento en casi 58.000 desempleados registrado en agosto, que coloca la cifra de parados por encima de los dos millones, constituye un fenómeno coyuntural debido al mal tiempo en el sector hotelero, mientras la oposición defienda la tesis de que se ha terminado el efecto arrastre que tenía la política económica del Gobierno Aznar, la realidad es que, como declara Comisiones Obreras, podemos estar al final de un ciclo de crecimiento que estaba durando demasiado.
Todos estos datos, y la alarma que puede producir el estallido de la burbuja inmobiliaria, después de la crisis financiera que se ha producido este verano a raíz del escándalo de las hipotecas de alto riesgo en Estados Unidos, que ha tenido sus inevitables repercusiones en la Bolsa española, parecen haber cogido al presidente del Gobierno con el pie cambiado.
Frente a quines le han venido aconsejando, ante un cambio de ciclo, un adelanto electoral (entre ellos el presidente andaluz Manuel Chaves, que se ha apuntado como Zapatero a las promesas electorales con ese anuncio de que todos los andaluces con ingresos inferiores a 3.000 euros tendrán derecho por ley a una vivienda digna en alquiler o en propiedad), el presidente del Gobierno, que sigue sin creer un una crisis más o menos inminente, ha querido agotar la legislatura, convencido de que estamos ante unos simples nubarrones y no ante una tormenta de larga duración.
Aunque el vicepresidente del Gobierno, Pedro Solbes, hace una semana negó la posibilidad de una extensión a nuestro país de la crisis de los créditos de algo riesgo en Estados Unidos y hoy ha admitido que la economía española pasa por una situación de “incertidumbre e indefinición”, la realidad es que la subida constante del euribor acabará afectando al consumo en la medida que el endeudamiento de las familias roza el 120% de sus ingresos disponibles y una crisis en el sector de la construcción influirá en el mercado de trabajo, en la creación de empleo y en el consumo.
Y lo que viene son mucho más que nubarrones, a seis meses de unas elecciones generales, en las que, hasta ahora, la economía no había sido elemento de preocupación, aunque parece que puede empezar a serlo.
jueves, septiembre 06, 2007
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