jueves, septiembre 06, 2007

Inocencio Arias, China se cuela en el Pentagono

jueves 6 de septiembre de 2007
China se cuela en el Pentágono Inocencio Arias

En Estados Unidos, Japón y otras naciones hay una creciente, aunque intermitente, preocupación por el desarrollo militar chino. Las cifras del presupuesto militar publicadas por Pekín, que viene anunciando un crecimiento económico global de la economía china de un 10% anual, no acaban de ser creíbles, se piensa que son mayores. Ante los rumores, los dirigentes chinos han prometido ser transparentes al respecto en su próximo informe a Naciones Unidas.
El último sobresalto en este terreno viene en el campo del espionaje. Fuentes cercanas al Pentágono han dado cuenta de que en junio los servicios de inteligencia chinos entraron en un importante ordenador del Pentágono. Una acusación parecida había formulado la cancillería alemana, China también la habría espiado cibernéticamente. Pekín ha tardado un par de días en desmentir la coladura en el Pentágono, aunque no ha negado hasta la fecha que lo hiciera con Alemania. Los informadores del Pentágono señalan privadamente que el hacker procedería de los servicios del Ejército Popular chino. Dado el control que en China hay sobre las comunicaciones en la red, se descarta que pueda ser un hacker privado camuflado con la cobertura del Ejército chino.
El ordenador infiltrado no manejaba información estrictamente confidencial, aunque al detectarse el incidente sería desconectado durante una semana. Por otra parte, resultaría ridículo rasgarse llamativamente las vestiduras. Los servicios de inteligencia de Estados Unidos y de otros países occidentales hacen incursiones de este tipo en los sistemas informáticos de muchos países y hace unos cuatro años se publicó que hasta las conversaciones de Kofi Annan eran interceptadas. Lo que hace saltar las sirenas son las posibilidades que evoca la infiltración. Muestra que, aún con limitaciones, China aumenta su sofisticación. Se ha percatado de que en los últimos conflictos bélicos, Iraq, Afganistán..., la tecnología de Estados Unidos desempeñó un papel capital en la neutralización del material de sus oponentes, y una línea recta para llegar a esa tecnología es el ciberespionaje. Los agentes chinos plantados en instituciones occidentales deben de ser más bien escasos. La red puede ser más productiva. John le Carré escribirá pronto algo sobre esto.
Al espionaje se une un potencial más importante. No es sólo que un adversario puede tener entrada en tus secretos. Lo que inquieta es que, infiltrándote, pueda colapsar tu sistema militar, económico, policiaco... durante un tiempo vital. La posibilidad no es ciencia ficción. Ocurrió en Estonia hace meses. El malvado que creó, a través de la electrónica, enormes problemas al pequeño país sería, según alguno de sus dirigentes, el oso ruso.

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