domingo, diciembre 03, 2006

Antonio Parra, Benedictus... Benedictus

sabado 3 de diciembre de 2006
BENEDICTUS... BENEDICTUS
Antonio Parra

M ÁGICA noche de San Andrés, nos hicieron moler a tres. He vivido una noche pascual de gozo a través de la televisión, una estación polaca retransmitía, en los pródromos del invierno y doy gracias a Dios por la gracia concedida porque aquello en lo que soñaba por lo que he laborado y he sufrido - la reconciliación de los mundos y la paz en las Españas- se ha cumplido, de alguna forma, y todo en embrión, no conviene cambiar victoria porque las fuerzas que opugnan son poderosas, en la misa según el rito de San Basilio en la catedral ortodoxa de Constantinopla. El encuentro marca un hito suspirado de anhelos y de ocasiones perdidas poniendo en principio fin a una disputa de diez siglos de excomuniones y de anatemas mutuas desde los tiempos de Miguel Cerulario. Eso por un lado. Por otro hay que tener en cuenta el aserto de “ex Oriente lux”. El cristianismo tiene un origen levantino y esa zona se quiera o no se encuentra dominada por el Corán y bajo la hegemonía del estado hebreo que es la gran potencia militar. Hechos inapelables. El viaje pontificio a la cuna de la Media Luna y también sede principal del Judaísmo ha sido un gesto de buena voluntad y esta huida a Canosa de Benedicto XVI podría interpretarse no sólo como un argumento de que la paz sea posible en el Monoteísmo sino un canto al diálogo de civilizaciones que incoa nuestro presidente Rodríguez Zapatero con la aquiescencia y buenos oficios del Departamento de Estado que es donde está verdaderamente el poder. La política y este viaje aunque se describa por el Vaticano como una visita apostólica ha sido un viaje muy político sin la “grandeur” de otros sucesores de Pedro es el arte de lo posible. Allí iba Benedicto con su sotanilla blanca. Parecía un obispo más entre aquella corte de arzobispos orientales tocados con el gorro alto (cidaria) y los medallones de piedras preciosas y recamados de oro de sus panagias o medallones episcopales al pecho. Toda una lección de humildad. Diciendo: “servus”. `porque uno de los títulos del papa romano es el de siervo de los siervos de Cristo. Una lección de humildad y un acto de servicio No sé si me entiende pero el que tenga oídos para oír que oiga. Las cosas están cambiando y camaleón que se duerme… Esta liturgia fue presidida por su Santidad el papa Benedicto XVI. Oficiaba Su Beatitud el Patriarca Bartolomé I escoltado por una nutrida clerecía de episcopos patriarcas y metropolitas (Antioquía, Jerusalén, Bulgaria, Atenas etc.) Revestidos de sus casullas y dalmáticas de brocado. Rozagantes capas magnas todo el boato y la pompa de Bizancio. Un coro de monjes entonaba el benedictus que en la iglesia griega suena a algo así como Agios... Agios. Y había un diacono jovencito que era la viva imagen del zar Nicolas II que ya ha subido a los altares, canonizado por el patriarca moscovita Alexis recientemente, vuelto hacia los fieles desde la cancela de la Puerta de los Dones del iconostasio. Para entonar la colecta equivalente al antiguo Dominus Vobiscum nuestro y que en rito oriental suena como Sofía. Todos tengan paz y sabiduría. Agia Sofia es también para los griegos la Virgen Santísima. Me asaltaron un tropel de emociones inefables que no sé si seré capaz de expresar. Pero aquel diacono ¿se parecía al santo zar o al padre Dimitri mi amigo y sacerdote de Cristo a cuyas celebraciones en la catedral ortodoxa de la calle Nicaragua asisto algunos domingos? Otro diacono se subió a un púlpito altísimo y cantó el Evangelio de la misa de San Andrés. Los griegos nos dieron a los latinos un baño de liturgia y el papa desde su estrado humilde y digno miraba como sobrecogido y perplejo. Era más que nunca el siervo de los siervos de Cristo. Ese es en verdad uno de sus preferentes títulos. Labor omnia vincit. El amor lo puede y la violencia y el odio no sirven para nada. Esa fue la lección de esta visita a Estambul y su entrada descalzo en la mezquita para orar al lado del mufti mirando a la Meca nada me escandaliza, sencillamente emocionante. La película se rodó con esa nitidez y esa grandeza que tienen las cosas sencillas. Allí sentado, tímido, sin alardes, y sobrecogido por la magnificencia de los cantos maravillosos, las santiguadas constantes y los plakoni (inclinaciones), del rito oriental mucho más expresivo y solemne que el romano, el bullir del maestro de ceremonias poniendo a todos los oficiantes al hilo para que ninguna rúbrica sea pasada por alto y que cada palabra cada movimiento en grada y altar se adecue a lo que pone el libro, dio una lección magistral. Ha sido seguramente su mejor encíclica. No hicieron falta palabras. Bastaron los gestos en esta visita tan difícil pues quedaban atrás mil años de discursos y de disputas entre teólogos y gente de iglesia tan pagados de sí mismos. Griegos y latinos nos hemos estado pegando bofetadas en el pasado por una conjunción copulativa que para más sorna es enclítica. El Filioque del credo de Nicea que rezaron juntos y en armonía. ¿Amanece un nuevo dñia en la historia de la Iglesia? No lo sabemos pero Bartolomé y Benito han sentado las premisas de un dialogo ínter confesional con las otras dos religiones monoteístas. A la hora de alzar o consagración que en el rito bizantino se llama epiclesis el patriarca oficiante se quitó la tiara de bordados riquísimos y apareció su frente algo dolorida y con la marca encarnada de una rozadura pues le apretaba algo el bonete. Bartolomeos es también humano. Está calvo pero su aspecto no podía ser más venerable rubio de ojos azules de gestos hieráticos pero simpático, la barba nívea y rozagante. El papa parecía cortado ante aquel derrumbe de gloria. El rito eslavónico de los rusos es aun más fastuoso que el del Fanar y queda por supuesto Moscú. Mucho rabo por desollar. El encuentro se proyectaba como problemático y difícil sobre todo si sigue suelta esa ola de ruso fobia que impera en el ambiente y que pinta a los rusos como demonios. El Cristo ruso sigue crucificado y en el Kremlin guardan cierto resquemor no hacia el papado sino hacia la persona del predecesor. El calado de la gran política se mixtifica aquí con cuestiones religiosas. Es por otra parte innegable que el derrumbe de la Urss trajo incontables sufrimientos para el pueblo ruso. Allí la Iglesia ortodoxa que sobrevivió a la revolución del 17 sigue cargando con la cruz. En el Vaticano lo saben. Juan Pablo II asestó un duro golpe a la Ostpolitik ¿Por presiones o mandados de interpuesto? No sé pero la génesis del problema lo trato yo de explicar humildemente en el siguiente artículo que adjunto y que escribí yo hace bastantes años y que no publiqué nunca. Queden todos con Dios. La estancia del papa actual en Constantinopla ha sido un éxito rotundo por la inspiración del Espíritu Santo seguramente. el dialogo de civilizaciones está en marcha por mal que les pese a muchos. LO QUE LE OCURRIÓ A SU SANTIDAD JUAN PABLO II EN COVADONGA EL día de San Bernardo de 1989 no lo olvidaré en lo que viva. Estaba yo trasteando con unos aligustres de mi patinillo en la urbanización majariega en la que resido, recién llegado de las Asturias. Un sol de justicia, agosto en la luz viva de un hermoso verano que iba a ser prólogo de cambios traumáticos para el mundo, batía calor de bochorno sobre las cañadas y yo sentía mono de los bosques detrás de mi aldea. Vivir a la sombra del monte Pascual siempre lo consideré una gracia especial del Señor. Y de la ensenada de Artedo y de la silueta de los dientes de sierra o túmulos de alzada prestancia que se ven desde allí: el Teixigal, la Rondiella y la Vallina, brañas arriba de san Martín y del Valle de las Luiñas. No hacía ni una semana que había andado yo por las laderas de Cangas de Onís y había girado visita a Corao un lugar esotérico que me interesó siempre. Después peregriné a Covadonga donde uno se ioniza escuchando el rumor de la cascada y el rumor de las plegarias a la Santina sobre aquellos clavijeros reclinados sobre taludes increíbles de roca viva. Allí posa la bendición de las montañas que tienen por trono la cuna de España. Ya terminaban las vacaciones pero como entraba a trabajar en el turno de tarde pude seguir a través de la radio aquel viaje “histórico” de Juan Pablo II a Asturias. Fue uno de esos momentos que marcan camino y dejan en el alma una huella imborrable. Todos recordamos - los que ya tenemos alguna edad- el momento en que mataron a Kennedy, la boda de Lady Di y Carlos, o la llegada de Armstrong a la Luna, teniendo bien presente en la memoria lo que hacíamos en aquel instante. bueno pues yo estaba siguiendo la misa de pontifical y todo se ddesarrollaba con normalidad cuando de repente entre los aplausos y la homilía del sucesor de San Pedro sonaron unos gritos estentóreos y discrepantes como de clac. Extemporáneos osados y sin venir a cuento. Pude escuchar el tenor de aquel abucheo. Textualmente: ka-ge-be. Ka-ge-be. Fueron tan sólo unos segundos porque el retransmisor cortó el micrófono de ambiente pero a mí entonces se me heló casi la sombra y se me helaron los pulsos. Algo malo presentía. Se acusaba al pontífice de comunista. Se le amenazaba se le insultaba pero ¿quienes pudieron ser aquellos desalmados? Nunca lo sabré. Lo que sí puedo decir que me di cuenta de que el Vaticano asumía su andadura por la Vía Dolorosa y que iba a ser sometido a una serie de presiones increíbles. Belial se hacía muy fuerte. la sotana blanca del pescador iba a ser sometido a un incesante diktat. O te vienes con nosotros o atente a las consecuencias. Tú verás, los asistentes a la ceremonia en la explanada de la basílica debieron quedarse de un aire. O no entendían. Yo sí. En algún momento temí por la integridad personal del papa polaco que ya había sufrido varios atentados (el primero en Fátima a cargo de un sacerdote español integrista y el segundo en la plaza de San Pedro el 13 de mayo de 1981 así como en Filipinas) Ciertamente el año 89 fue un año marcado en el calendario esotérico con el estigma del bicentenario de la Revolución Francesa y aquel año iba a caer el Muro de Berlín. Casaroli y su política de acercamiento al Este -Ostpolitik- perdería enteros. Sin embargo en algunos ambientes de los más retrógrados crecía la sospecha en torno al papa que venía del frío. Sus presiones acaso determinaron que Roma se pusiera al servicio de las fuerzas oscuras. Un telón de acero no se quiebra tan fácilmente. ¿Quienes eran aquellos energúmenos o corifeos que en la atalaya de Covadonga gritaron los estribillos de KGB. KGB? ¿Los fachas de Blas Piñar? Lo dudo. ¿Algún enano infiltrado en los pliegues del inalámbrico? ¿Los temibles americo cubanos que juraron odio eterno a Fidel Castro? Puede. Conozco ese percal. Son círculos que se mueven en torno al periódico La Prensa que dirige Horacio Aguirre. Diez años después sigo en mis dudas y nadie ni en España ni el extranjero ha hablado explícitamente del suceso. En las crónicas y artículos publicados tras la proterva efemérides no hay alusiones ni de pasada al bochornoso incidente pero yo, humilde esforzado y paciente oyente escuche aquellos gritos con estas orejas que se han de comer los gusanos. Al cabo e dos lustros las sacrílegas imprecaciones martillean mi subconsciente de cristiano amante dela libertad y del deseo de estar bien informado porque entre otras cosas porque entre otras cosas nuestro Salvador ostenta el tito de eleuterios (libertador). Con frecuencia se ha querido manipular su mensaje. Él murió en el leño pero no han faltado quienes hicieran todo lo posible por comprarlo y por manipularlo. Y el clamor de KGB...KGB se parece patéticamente a aquellas voces del populacho excitado en el Lithostros: Crucufige.. Crucifige eum (crucificarle crucificarle) ¡Pobre obispo de roma! Anás y Caifás proyectan la huella de su sombra contra el heredero de las llaves. Las potestates clavium. El poder de las llaves. Todo lo que atéis en la tierra será atado en el cielo etc. fueron dos lustros (se llaman así porque los habitantes de la Ciudad Eterna celebraban fiestas rituales cada cinco años para purificarse recibiendo las aguas lustrales en la fuente de la diosa) movedizos o de pana rayada que diría mi querido suegro Gabriel Tuya que paz tenga. En estos diez años últimos casi se ha sentido el piafar desmelenado y echando espumarajos de fuego por los ollares del caballo del Apocalipsis que arrastra una estela de azufre: el hambre la guerra la peste la sequía y la congoja de las gentes. ¿Será el tiempo del fin? No sé pero las manecillas del reloj de la Historia han girado a velocidad vertiginosa. J Pablo II ha conseguido mantener el equilibrio con perfiles de luz y de sombra como corresponde a todo nacido de mujer. Este ha sido uno de los papas más carismáticos enigmáticos peripatéticos y acaso misteriosos de la cronología episcopal. Ha sido execrado y enaltecido por igual. Wojtyla es la hechura de tiempos convulsos y parece haber sido vaciado en otros moldes. Carece de la altura intelectual de Pablo VI. Sus libros son flojos pero es un buen autor y un excelente comunicador. No es un aristócrata como lo fueron Pacelli y Sacci ni posee esa campechanía de Juan XXIII porque siempre ha parecido un hombre distante. pero su testa de romano como tallada a cincel guarda cierta semejanza aunque sus rasgos son mucho más duros de San Pío X. Puestos a encontrarle a analogías a este papa habría que retrotraerse al medievo. Pertenece a la saga de papas de la lucha de las investiduras y a la pléyade de políticos florentinos. Un Inocencio III un Bonifacio VIII duchos en geopolítica y expertos estrategas en la manipulación el poder. Gobernar es cabalgar a la jineta sin descabalgar y Karol lo supo hacer. Su hay que creer a los prenuncios de Malaquías al polaco le corresponde la divisa “de labore solis” y el apelativo le cuadra bien a su personalidad hélica. Ha venido a ser una especie de Luis XIV del pontificado. Por eso la SRI está aquejada tal vez de, macrocefalia esto es un cuerpo muy grande y una cabeza pequeña. Personalidad desbordante lo suyo es la mayordomía. El mensaje es el medio y ese es el signo de los tiempos que corren. Todas estas apostillas quedan paliadas por su profunda confianza en María que da la pauta y medida de su mesianismo. La Virgen ha hecho fructífero este pontificado de transición a pesar de haber sido tan largo. Wojtyla ha colocado los cimientos de una nueva iglesia que está por edificarse en el tiempo venidero con el soplo del Espíritu Santo y la intervención medianera de la Theotocos. Está claro que los que le acusaban de comunista a los pies de la Santina sabían bien lo que se decían. Hay toda una conspiración en marcha. Pero Wojtyla nunca estuvo empadronado en la nómina del KGB. Yo creo más bien que estuvo afiliado a la competencia porque antes de ingresar en el Conclave se dijo que cantaba con el respaldo de los cardenales estadounidenses.

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