La "alianza" de ZpM no conviene a España y no seduce a nadie mas

La "alianza" de Zapatero no conviene a España y no seduce a nadie más
Elsemanaldigital.com

20 de diciembre de 2006. José Luis Rodríguez Zapatero ha estado en Nueva York, con motivo de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Allí, junto al secretario general saliente de la organización internacional, el nigeriano Kofi Annan, a su sustituto desde enero de 2007, el surcoreano Ban Ki-Moon, y al primer ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, el presidente del Gobierno español reiteró su compromiso con la llamada "Alianza de Civilizaciones", que ha recibido un apoyo sólo formal por parte de la ONU.España es ahora mismo el octavo contribuyente neto a los gastos de la ONU, y Zapatero llevó la noticia de una aportación española de 528 millones de euros a las Naciones Unidas para "ayuda al desarrollo", que es una donación casi sin precedentes, por lo abultada, en la historia de la organización nacida en San Francisco en 1946.Zapatero presentó ante la misma Asamblea General, en septiembre del 2004, su polémica "alianza", y desde entonces no ha recibido más adhesiones relevantes que las de los gestores de la propia ONU y la de Turquía, país candidato al ingreso en la Unión Europea pero sin avales para ser admitido, y nación por otro lado gobernada por una mayoría islamista. La "Alianza de Civilizaciones" no ha despegado, y por su parte la ONU es un mecanismo cada vez menos prestigioso de política internacional, que en más de una ocasión reciente no se ha mostrado a la altura de las circunstancias.En la "alianza" de Zapatero el principal problema no es que el presidente del Gobierno de nuestro país haya demostrado su aislamiento internacional, sino que ese aislamiento desde 2004 es el de España. No hay precedentes desde el franquismo de que un gobernante español visite Estados Unidos y no sea recibido ni por miembros de segunda fila de la Administración norteamericana. José Luis Rodríguez Zapatero va a cumplir tres años de Gobierno y el presidente George Bush aún no ha encontrado un hueco en su agenda para él; esto, tratándose de nuestro principal aliado, de la única potencia mundial y del garante de nuestra seguridad exterior, es grave, sobre todo porque Zapatero no tiene alternativa.Si no tiene alternativa es porque no existe, a no ser que España se colocase a la altura de la Cuba de Fidel Castro, de la Venezuela de Hugo Chávez o de la Bolivia de Evo Morales, por no hablar de las potencias islámicas o islamistas. El lugar de España está con los grandes países de Europa Occidental, con Alemania, con Francia, con Gran Bretaña o con Italia, países que independientemente de su variable color político han evitado implicarse en la "Alianza de Civilizaciones" y que, aparte de su participación en la ONU, mantienen políticas exteriores y de Defensa propias y vigorosas. Ahí tendrán Zapatero y sus sucesores puntos de referencia más prudentes que en Nueva York o en Ankara.