domingo, diciembre 24, 2006

Alonso recibido en Libano entre quejas de los soldados y gritos de ¡TERMINA YA!

domingo 24 de diciembre de 2006
España
Alonso, recibido en Líbano entre quejas de los soldados y gritos de «¡termina ya!»El contingente español ha desactivado 1.200 explosivos, aunque calcula que hay 500.000 sin detonarDiego Mazón Enviado Especial
Alonso posa junto a los soldados españoles destacados en Líbano. En este momento, 1.071 efectivos están empeñados en la misión de la ONU en la zona
Marjayún (Líbano)- El ministro de Defensa, José Antonio Alonso, aterrizó a las ocho de la mañana de ayer en Beirut, capital libanesa, para realizar su segunda visita en tres meses a las tropas españolas desplegadas allí. Acompañado por el jefe de Estado Mayor de la Defensa, Félix Sanz, y el jefe de Estado Mayor del Ejército, Carlos Villar, el ministro recorrió por carretera la distancia que separa Beirut de Marjayún, sede del contingente español, para presenciar en primera persona la evolución de la base española más grande en el exterior, la «Miguel de Cervantes». Cerca de 500.000 metros cuadrados en los que trabajan 1.071 soldados con el objetivo de reconstruir el país, estabilizar la paz y consolidar el Estado libanés. Las informaciones que precedieron al viaje indicaban que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, acompañaría al ministro en esta ocasión, extremo que el propio Alonso negó, aunque sí avanzó, sin fijar una fecha concreta, que Zapatero visitará «en un futuro próximo» a los soldados desplazados a Líbano. En lugar del viaje, el jefe del Ejecutivo ofrecerá una videoconferencia hoy por la mañana para todos los contingentes españoles que trabajan en misiones en el exterior para felicitarles la Navidad y animarles en su trabajo. Pese a la ausencia del presidente, el ministro llegó a la base «Miguel de Cervantes» en medio de un ambiente festivo. El general al mando del contingente, Juan Bautista García Sánchez, comunicó a Alonso las novedades del trabajo que realizan e indicó que los 1.071 efectivos realizan una media de cien patrullas diarias en toda la zona de responsabilidad española, que supone unos 359 kilómetros cuadrados. En ese espacio, aseguró el general, calculan que hay más de 500.000 explosivos sin detonar, pese a que las tropas españolas ya han logrado desactivar más de 1.200. El ambiente se enrareció un tanto en el momento del almuerzo, cuando algunos militares le pidieron a Alonso que terminara y le reclamaron que los paquetes que mandan sus familias desde España lleguen a sus manos. En el brindis, el ministro se dirigió a los militares para desearles felices fiestas y animarles a continuar con su misión. Pero un grupo intentó interrumpir las palabras de Alonso, un incidente que se quedó en un par de voces de protesta al grito de «¡Termina ya!» Posteriormente, el ministro brindó por el Rey y los militares, la mayoría legionarios, y estos empezaron a cantar villancicos y a hacer de este almuerzo una escena típica de estas fiestas navideñas. A pesar de ello, algunos soldados aprovecharon estos vítores y cánticos para protestar ante los responsables de Defensa porque los paquetes que les envían sus familias no llegan a Líbano. El titular de Defensa mantuvo una breve conversación telefónica con el presidente libanés, Fuoad Siniora, en la que éste le agradeció el trabajo de las tropas españolas y le animó a continuar con esta labor en la misma línea. Labor que el propio ministro calificó como «imprescindible» y como «extraordinaria representando a nuestro país en una zona donde hay unas condiciones complejas». Esta alabanza corresponde, según Alonso, a que «en este tipo de misiones es cuando se puede realzar la calidad del trabajo» de las Fuerzas Armadas. Alonso tampoco quiso dejar pasar la oportunidad de recordar que esta misión, la de mayor envergadura enviada por el Gobierno socialista, tiene el respaldo de todos los grupos parlamentarios, algo por lo que afirmó que «detrás de ustedes está toda España». Situación controlada Los legionarios que ahora trabajan en Marjayún permanecerán allí hasta marzo, cuando serán relevados por la Brigada Paracaidista. Según fuentes del contingente, la situación está ahora mismo tranquila, en parte porque por fin, tras veinte años, el Ejército libanés ha entrado en el sur del país. Precisamente, las Fuerzas Armadas locales son el principal punto de referencia de las tropas españolas durante sus misiones de incautación de material bélico, explosivos y armamento. Cuando una patrulla española interviene un deposito de armas, se lo comunica de inmediato al Ejército libanés, que es quien decide qué hacer con ello. Según esas fuentes, los responsables de la misión ya están trabajando en la dirección de que en un futuro próximo estas labores se puedan hacer de manera conjunta con los libaneses, de mismo modo que se hace en Afganistán. El problema, por el momento, es que la tropas españolas siguen procedimientos de la OTAN y las libanesas no, por lo que es preciso establecer unos protocolos conjuntos entre unas y otras para tener clara una «hoja de ruta» en actuaciones contra el tráfico de armas, los depósitos de munición o aquel que viole la resolución de las Naciones Unidas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡ Y vale ya.....!