viernes 22 de diciembre de 2006
Afganistán, Irak e Irán
Unilateralismo europeo
GEES
Si los norteamericanos se van de Irak el caos sacudirá a Europa, aunque sea solo por proximidad geográfica. Así que será mejor que empiecen a preocuparse.
Más de lo mismo, con algo menos ampliación y algo más de relaciones exteriores. Así se pueden resumir las conclusiones del Consejo Europeo de Bruselas, celebrado el 14 y 15 diciembre. Se incluyen, además, una declaración sobre el proceso de paz en Oriente Próximo, otra sobre el Líbano, sobre Irán, sobre Afganistán y sobre las cuestiones relativas a África. Y de Irak, nada de nada. Ni siquiera un "el Consejo Europeo expresa su honda preocupación por la atroz situación de seguridad que se vive en Irak". Y la verdad es que es extrañar, dada la buenísima acogida que tuvo entre los mandatarios y medios de comunicación europeos el informe Baker-Hamilton y el consecuente regocijo de la grave situación que se vive Irak por culpa de los norteamericanos.
Si alguien de la vieja Europa de Rumsfeld se ha leído el dichoso informe, se habrá dado cuenta de que Baker y Hamilton cuentan con la Unión Europea para que apoye y participe en su propuesta de una nueva ofensiva diplomática en Oriente Medio que, según ellos, permitirá la estabilización de Irak. Y los europeos, como hemos visto tras el Consejo de Bruselas, como si no fuera con ellos. Ni mencionar el informe ni la situación en Irak. Tampoco les pidas recomendaciones o alguna opinión sobre qué hacer, porque no la tienen y no se lo han planteado.
Estados Unidos ha buscado en los últimos meses el apoyo de los aliados europeos para hacer frente a los grandes desafíos en Afganistán, Irak e Irán. Pero los mismos europeos que critican el unilateralismo del presidente de Estados Unidos son incapaces de dar un paso para que ese ansiado multilateralismo que pregonan empiece a dar sus frutos. Así ocurrió en la Cumbre de Riga. La que podía haber sido una oportunidad para que los aliados decidieran dar un paso en firme para actuar de forma conjunta frente a las amenazas comunes, se quedó prácticamente en nada. Todo porque los europeos no pueden aceptar así por las buenas una propuesta norteamericana. Y no hablemos de enviar más soldados y recursos a Afganistán a pesar de haberse comprometido. Que tampoco intenten los estadounidenses conseguir el apoyo de los europeos para imponer sanciones a Irán porque están convencidos de que franceses, alemanes y británicos serán capaces de persuadirle para que se porte bien.
Si los norteamericanos se van de Irak el caos sacudirá a Europa, aunque sea solo por proximidad geográfica. Así que será mejor que empiecen a preocuparse.GEES, Grupo de Estudios Estratégicos.
jueves, diciembre 21, 2006
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