jueves, diciembre 21, 2006

Xavier Navaza, Cuento de Navidad en la Casona del Horreo

jueves 21 de diciembre de 2006
POR XAVIER NAVAZA
corresponsal en galicia
Cuento de Navidad en la Casona del Hórreo
Debió de ser el espíritu de la Navidad, ese intangible ser que cada año toca las fibras sensibles de sus señorías. Se celebraba el 25º aniversario de la apertura inaugural del Parlamento de Galicia y la nostalgia estaba en el guión. Atención, se rueda. Interior. Hemiciclo de Compostela. Vibra una guitarra y, por un instante de ángeles al vuelo, se siente el profundo acento de un zorongo gitano tras los acordes del Himno de la Nación. Imposible salir de aquel encierro de duendes. Así que a Dolores Villarino, presidenta, no le quedó más remedio que sacar lo mejor de cuanto bueno alberga en su interior.
Quienes siguen de cerca las pisadas que van dejando tras sí los azarosos trabajos para la modificación del Estatuto de Autonomía, saben, si no temen, que la reforma está al borde del abismo. Muy cerca de la fractura. Así que era necesaria una llamada al consenso, el vellocino dorado de la VII Legislatura: "Sería muy difícil", dijo Villarino, "explicarle a los gallegos que se les va a privar de su derecho a gozar de un Estatuto de primera". Porque la Historia, sentenció, "no entiende de matices ni de diferencias partidarias". ¿Estaba anunciando el fin de la Política? No, y para desmentirlo reclamó a todos (socialistas, nacionalistas y populares) que sean generosos y alcen la vista hacia el horizonte, tal vez para ver pasar el Alba de Gloria que había descrito Castelao.
Le siguió Xosé Manuel Barreiro (PPdeG), quien -dando por sentado que doña Lola había alcanzado su objetivo de fraternidad universal- indicó que "nadie" comprendería que "este consenso" se rompa "por las imposiciones de algunos": "Nadie entendería", subrayó, "que nos dividamos en vez de unirnos". Ismael Rego, portavoz del PSdeG, fue un poco más allá y estableció que el consenso y el diálogo "siempre han estado presentes en la vida parlamentaria". En consecuencia, la misión de sus señorías es, a partir de ahora, reforzar ese clima de cooperación para afrontar el impulso de las grandes reformas legislativas que se avecinan y que ya podemos adivinar en las yemas de nuestros dedos.
Fue como si, al hilo de una jornada definitivamente sentimental, el disco duro de sus señorías se hubiese borrado y, de pronto, se hubiese quedado sin los contenidos que horas antes habían servido de carnaza para el debate y la confrontación. Como si una nube de sensaciones hubiese provocado una amnesia general en la Casona del Hórreo. Así que, siempre en su lugar, como todo buen francotirador que se precie, Carlos Aymerich (BNG) llamó a todos al rescate de la memoria para recordarles que aquellos minutos de acuerdo virtual sólo habían sido un buen sueño. Tal vez un relato inspirado por los gnomos de la Navidad, pero que aún es posible "si todos nos reconocemos en la tradición galleguista", dijo, recordando la oración que Anxo Quintana compuso para el preámbulo de la reforma. Fue una jornada preñada de buenos deseos y exaltación de las carencias que lastran la vida política en nuestro país. Si se habló tanto de consenso fue, sencillamente, porque la reforma corre el riesgo de saltar por los aires. Y sin perdón.
BALTAR PARA RATO
De parte del barón, que se entere Feijóo
El portavoz del PSdeG-PSOE en Ourense, Francisco Rodríguez (nada que ver con el coronel de la U), le pidió a Xosé Luís Baltar que se jubile y éste aprovechó la ocasión para enviarle un mensaje desafiante a Alberto Núñez Feijóo. Al pan, pan; y al vino, vino. Después de clasificar a Rodríguez como "plato de segunda mano" porque, a su juicio, lo mantienen en el puesto porque no le han encontrado un sustituto a tiempo, Baltar se explayó: "Si me entero de que en el PP andan buscándome un sustituto y que, al no encontrarlo, me mantienen" como candidato a la presidencia de la Diputación, "le daría con los papeles en las narices al primer representante del partido". O sea, a don Alberto. Baltar es imprescindible a la hora de organizar las próximas elecciones municipales y eso vale su peso en oro. Luego hay Sissi emperatriz para rato. Al contrario que Cacharro Pardo, a la baja sin remisión, a quien retiran por necesidad para que no se les hunda la nave en los azarosos mares interiores de Lugo .

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