Hay acuerdo PSOE-Batasuna: detener la tregua no anularía el proceso
Pascual Tamburri
21 de diciembre de 2006. Para ETA hay cosas no negociables. Esto lo sabía Zapatero antes de empezar, como lo han sabido todos los aspirantes a interlocutores de la banda desde los tiempos del coronel San Martín en los "servicios". ETA quiere un Estado vasco soberano que abarque cuatro provincias españolas (cuatro y pico si incluimos Trucíos y Treviño), y nunca va a renunciar a esa meta. Podrá caminar más o menos rápidamente, podrá ir por uno u otro camino, pero ETA no va a dejar de pedir eso al Estado español, gobierne quien gobierne.Hay quien piensa que Zapatero es tonto, o que fue un iluso al iniciar su diálogo con ETA. Yo no lo creo así. El PSOE sabe, desde hace cuatro décadas, que ETA está dispuesta a hablar de las modalidades, formas y pasos de rendición de España, y que en eso –sólo en eso- pueden ser flexibles, generosos y comprensivos. El "proceso" nunca fue ni pudo ser un verdadero "proceso de paz" en el que ETA se disolviese y el Gobierno mostrase una cierta magnanimidad, sino que desde el principio fue planteado por ETA como un proceso hacia la autodeterminación. Zapatero lo ha aceptado así al reunirse hace una semana con ETA, a pesar de todo, al pedir hace cuatro días a Batasuna que se cumpla lo anunciado en Anoeta y al intentar colocar anteayer al PP donde lo necesitan los independentistas.Las cartas están sobre la mesa, y pase lo que pase siguen moviéndose. Insisto: pase lo que pase. Al aceptar negociar con ETA y Batasuna en los términos marcados por estas organizaciones, el Gobierno de Zapatero y su partido han cruzado un Rubicón. Aunque ETA haga una "tregua de la tregua" y reanude alguna más de sus actividades –en realidad son pocas las cosas que no hace- el PSOE ya habrá dado un paso político irreversible hacia la autodeterminación. Y salvo que el PSOE renueve totalmente su elite dirigente la cosa volvería a empezar, o se retomaría, más pronto que tarde.Me van a permitir ustedes ir un paso más allá. Estamos en medio de rumores de ruptura de la tregua, y no sé si serán veraces o no. Pero si resultasen serlo al PSOE no le vendría del todo mal. Al fin y al cabo hay ya demasiados votantes socialistas descontentos con la negociación y sus previsibles resultados. A Zapatero, con su potencia mediática, no le resultaría tan desagradable llegar a las urnas con la "tregua" rota, pero poco: unas bombas, unas payasadas más de Garzón y cosas así.Con aire de dignidad ofendida, el presidente podría salir a explicarnos que ETA se ha asustado ante su firmeza negociadora y que además la culpa de la ruptura es de Rajoy. Convencidos de tamaño coraje, muchos españoles que hoy dudan votarían a Zapatero en unas elecciones anticipadas. Con ese aval a su "negociación con firmeza", Zapatero podría volver a negociar, con más capacidad de atender las peticiones de la banda. Y con un poco de (mala) suerte, con Navarra en la mano. Si sigue la tregua, Zapatero está cediendo; si se interrumpe, cederá después, porque no es tonto.
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