¿No había otra fecha peor que ésta para cargarse Air Madrid?
Ely del Valle
LA VIÑETA DE ENIO
El flotar se va a acabar.
La intervención del Ministerio de Fomento ha convertido los billetes de la compañía aérea de bajo coste en los más caros del mundo y a cientos de miles de viajeros en unos homeless.
20 de diciembre de 2006. Manuela llora a moco tendido porque, después de años sin ver a sus hijos, el billete de avión que tantos esfuerzos le ha costado conseguir tiene el valor de un bonobús caducado. Sara y Ramón, que se casaron hace cinco días, se han quedado con su viaje de luna de miel aparcado hasta Dios sabe cuándo.Abelardo es en estos momentos un ciudadano de ninguna parte abandonado a su suerte en tierra de nadie. Su situación se parece a la de Viktor Navorski (ya saben, el personaje que interpretó Tom Hanks en La Terminal): no puede regresar a Ecuador porque no tiene los 2.736,06 euros que cuesta un billete de Iberia a Guayaquil ni tiene posibilidades de conseguirlos trabajando porque sólo ha venido a visitar a su hermano con un visado de turista. Cada una de las historias de los pasajeros de Air Madrid que andan tirados por ese campo de refugiados en que se ha convertido la T4 de Barajas es un drama personal; lo mismo que la de los trabajadores a los que las navidades, en vez de la paga extra, les traerán una más que probable suspensión de pagos. La pregunta que nos hacemos todos es de cajón: si la aerolínea estaba bajo sospecha desde hace seis meses, ¿por qué el Ministerio de Fomento le suspende la licencia de operaciones en estas fechas? ¿Cómo es posible que algunas agencias de viajes llevasen semanas negándose a vender billetes de esta compañía porque se veían venir el desastre y sin embargo, el Gobierno no haya hecho absolutamente nada? Por ahora nadie da explicaciones, ni siquiera la ministra del ramo, que se ha limitado a echar la persiana y marcharse a inaugurar el tramo del tren de alta velocidad (antes AVE) que une Lérida con Tarragona. Antonio Martín Beaumont ha barajado desde su columna en este diario la posibilidad de que Zapatero esté intentando tapar semejante escándalo con el anuncio de su reunión con Rajoy para tratar el tema de la cada vez más precaria negociación con ETA, pero ¿y si el asunto es justamente el contrario? ¿Y si se está utilizando este follón para tapar precisamente el fracaso del diálogo con los terroristas, al igual que se intentó desviar la atención de las detenciones ilegales de dos militantes del PP con la intervención de Fórum Filatélico y Afinsa? Tal y como está el patio, cualquier cosa es posible. A lo largo de la legislatura las cortinas de humo para camuflar las numerosas meteduras de pata del Ejecutivo han sido tantas y tan numerosas que al final es imposible saber cuáles son los agujeros y cuáles las tapaderas. La situación ha llegado a tal punto que si yo fuese la Pantoja estaría temblando: la imagen de la tonadillera entrando en prisión sería perfecta para que tanto este escándalo como la probable ruptura de la tregua etarra desaparecieran de las portadas de los periódicos. ¿Excesivo? Puede, pero por si acaso, acuérdense de lo que les digo.
miércoles, diciembre 20, 2006
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