25 años con sida

viernes 1 de diciembre de 2006
25 años con sida

Hoy, día mundial contra el sida, resulta obligado reconocer que el desarrollo de la enfermedad durante los veinticinco últimos años ha contribuido a ahondar el abismo entre la salud de las sociedades occidentales y la de las regiones más atrasadas de Asia y en especial de África. La necesidad de ayudar a los afectados que no cuentan con los recursos de los países desarrollados resulta tan imperiosa como evidente es el incumplimiento de los compromisos adquiridos por los Estados en el programa ONUSIDA. En estos momentos se invierten en todo el mundo 6.000 millones de euros anuales, de origen público y privado, en la lucha contra la enfermedad, aunque en tres años esta cifra debería alcanzar los 15.000 millones. El sida se presenta como un mal invencible para la inmensa mayoría de los afectados mientras no se obtenga una vacuna. Pero además, constituye, según la ONU, la causa del mayor retroceso conocido en desarrollo humano. En España, el número de diagnosticados ha descendido un 75% en los diez últimos años, pero las autoridades sanitarias alertan sobre un triunfalismo irresponsable. Sobre el riesgo que supone bajar la guardia en la prevención hay datos elocuentes: el 40% de los diagnosticados el año pasado no sospechaban que fueran portadores del virus, las relaciones heterosexuales se han estabilizado como vía más extendida de transmisión tras las jeringuillas compartidas y el 17% de los nuevos casos corresponden a ciudadanos extranjeros. Datos que comprometen a las instituciones y los servicios de salud y a los profesionales de la medicina. Pero también a una ciudadanía suficientemente informada como para eludir su propia responsabilidad.