jueves, abril 08, 2010

Ladron de Guevara, ¿Es posible caer mas bajo?

jueves 8 de abril de 2010

¿Es posible caer más bajo?

Ernesto Ladrón de Guevara

E STABA yo analizando la base de datos de la biblioteca pública donde me alimento con esa fuente de liberación y de sublimación del pensamiento que es la lectura, cuando una de las personas que estaban en mis proximidades le decía a la otra que le acompañaba:

– Este tío nos lleva a la ruina. Es un inútil. No sabe de economía y lo único que le preocupa es seguir amarrado al poder. Es un populista y un demagogo, pero nos está llevando a la miseria.

Evidentemente, se refería a Zapatero. ¿Puede ser otro? Parece que a día de hoy es una realidad admitida por cualquier persona sensata y mínimamente informada que ese país que se llama España pero que hoy nadie sabe precisar qué es, si una nación de naciones, un Estado federal, conglomerado de autonomías asimétricas, o un recuerdo del pasado, va encaminada a un futuro incierto. Ya cualquier bípedo con nombre propio, catalogado como humano, hombre o mujer, con un grado mínimo de pensamiento racional y que viva en la Península Ibérica sabe, bien por elaborar análisis no muy complejos de naturaleza hipotético-deductiva o bien por comprobación empírica, que ese lugar que habita, ubicado al sur de los Pirineos y con límite en el Estrecho de Gibraltar, tiene un futuro negro. Y no es pesimismo sino realismo.

Dicen que las familias ahorran más que nunca, por lo que pueda venir, pues el desasosiego va haciendo su mella en las gentes. Por tanto, el consumo está cayendo en picado, por lo que las pequeñas y medianas empresas sean de producción de bienes o de prestación de servicios van escalonándose en el cierre, lo que a su vez alimenta la cadena de los impagos, de la morosidad y de los embargos, lo que a su vez determina nuevos cierres empresariales. Y si esto sucede, esa cadena alimenticia de la economía produce un efecto en cascada, por lo que el sistema financiero, sobre todo de las cajas de ahorro dirigidas por el entramado corrupto de los chupópteros que viven de la política profesional, va a tener –si no lo tiene ya- serios problemas de liquidez, pues los activos embargados no van a poder ser transformados en pagos en ventanilla. ¿Caminamos hacia un corralito? Pero, además, los ingresos fiscales están cayendo a cotas desconocidas hasta ahora, con lo que la inflación de funcionarios producida por las épocas del enchufismo más rampante conocido desde épocas del caciquismo de aquel turnismo político de la Segunda Restauración canovista va a pesar como una losa en los presupuestos públicos, impidiendo políticas activas de creación de riqueza. Todo ello adobado por una corrupción escandalosa y por una política de gasto público lastrada por la estupidez de pedir crédito a través de la deuda pública para ayudar a terceros fuera de nuestras límites territoriales –que ya no fronteras-, mientras el paro alcanza tasas del veinte por ciento.

En ese estado de descomposición colectiva los islamitas están en camino de invasión. Lo de Córdoba no es una anécdota, ni fue una acción espontánea. No fueron cien musulmanes que pasaban por allí y les dio por ponerse a rezar. Es algo más profundo. Pero como en este país los políticos no leen nada sustancioso que no sea la forma de permanecer en el poder y arrimar el ascua a su sardina, nadie de ellos conocerá lo que dijo el sabio Sánchez Albornoz hace nada menos que cuarenta años: “[…] Si las gentes que desde Covadonga (722)hasta el Salado (1340) hubieron de enfrentar los siglos tenebrosos de la gran batalla contra el moro, hubiesen padecido de la falta que se les atribuye, España hubiera sido una pura piltrafa del Islam y nos hallaríamos debatiéndonos con los mismos problemas que han pesado hasta hoy y que siguen pesando sobre los pueblos que han seguido y siguen aún las doctrinas de Mahoma y sus proyecciones socioeconómicas y políticas” “[…] He escrito al principio que podíamos estar orgullosos de nuestros servicios a la humanidad. Conforme he demostrado en otra parte, el Occidente no habría podido madurar si España no le hubiera servido de rodela frente al Islam, durante cerca de ocho siglos, y sin nuestro propio maestrazgo cuya eficacia en la eclosión cultural del medioevo no se discute hoy. Doblamos su área geográfica al descubrir, conquistar y colonizar América –cada día se valoriza más esa gran aventura. Y volvimos a servirle de activo centinela frente al peligro turco; sin Lepanto –no hiperbolizó Cervantes su importancia- probablemente habría sido invadida Italia, la maravillosa Italia del siglo XVI.” “[…] Necesitamos ante todo tener fe en España, y en nosotros mismos. No dudar de la capacidad de los españoles para hacer lo que hayan hecho y hagan los pueblos más inteligentes de la tierra. Y para, olvidados de nuestras supuestas frustraciones creacionales, aplicar todo el potencial humano que existe en nosotros a renovar la vida hispana”. Claro, que como hay tanto cencerro convencido de que lo que no es “progre” es franquista, seguro que hay quien dice que ese Sánchez Albornoz fue uno de los seguidores del caudillo, pese a que tuvo que exiliarse por motivo de la Guerra, fue ministro de la Segunda República y presidente del gobierno de la misma en el exilio.

Don Claudio no tuvo la desgracia de conocer a Zapatero y la saga iluminista que ha invadido España con su relativismo y simpleza intelectual, con su ignorancia rayana en lo estúpido. Si hubiera sido así, seguro que se habría exiliado nuevamente amargado por la decadencia espiritual y por la decrepitud cultural y moral en la que estamos, cuyo efecto más palpable es la serie de consecuencias de tipo económico, pero no es el daño mayor éste sino la descomposición a la que se nos ha llevado. Si bien, en ese proceso, Zapatero no es el único culpable, como todos ustedes saben.


http://www.vistazoalaprensa.com/firmas_art.asp?id=5637

No hay comentarios: