jueves 22 de abril de 2010
¿Qué piensa la Chacón sobre Montilla?
Marcello
Convendría saber que piensa la ministra de Defensa, Carme Chacón sobre su compañero José Montilla, y los líos que está organizando en la Generalitat a propósito del estatuto catalán. Pero probablemente la ministra de Defensa (y de propaganda de sí misma) Carme Chacón o está de viaje fotográfico o se pasa el día en el ordenador buscando con Google Earth la misteriosa base secreta que Al Quaeda aún tiene en Mali, y donde permanecen secuestrados dos ciudadanos españoles, a ver si es posible que un comando de las fuerzas de intervención rápida españolas puede capturar a los agentes islamistas y salvar vivos y sanos a los españoles secuestrados. Lo del Alakrana no le salió bien porque la ministra se asustó y no dejó actuar con plena libertad a la infantería de Marina, porque de lo contrario habrían acabado con los piratas y habían recuperado el botín del rescate. Pero a veces da la impresión de que la señora Chacón es la responsable de una ONG, en lugar de serlo del ministerio de Defensa, y por eso sigue utilizando en Afganistán los discursos de las misiones de paz, cuando son misiones de guerra.
Esta ministra, que lleva siempre a sus espaldas una cámara de TVE y al JEMAD como si fuera su edecán y no tuviera nada más que hacer en el ministerio, amén del lío de Kosovo, del otro del CNI, del chuleo de los ingleses en aguas de España y cerca de Gibraltar, y de sus inagotables viajes para salir en los telediarios y fotos de periódicos, tiene un gran responsabilidad como ministra de Estado que es. Y máxime como responsable de las Fuerzas Armadas Españolas a las que el artículo octavo de la Constitución les encarga solemnemente la “misión de garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional”.
Pues bien, nos gustaría conocer la opinión de la ministra de Defensa sobre lo que hace y dice en estos días el Gobierno catalán, que preside José Montilla, contra el Tribunal Constitucional, esa institución de nuestro “ordenamiento constitucional” que el “president” catalán se pasa por el arco del triunfo con suma facilidad. A sabiendas que Chacón es dirigente del PSC que lidera Montilla, y que anda preparando una moción del parlamento catalán en contra de la legitimidad del Constitucional y cantando la palinodia de la nación catalana frente a la nación española.
Enrevesada situación pues la de la ministra de Defensa, y más complicada aún lo sería si los seis magistrados del Tribunal Constitucional que derrotaron la quinta ponencia de Elisa Pérez Vera, eliminaran del Estatuto catalán las alusiones a la pretendida nación catalana, lo que sería un auténtico “casus belli” –y perdón por la cita militar- para el PSC, que parece haberse ido al monte –de Monserrat, suponemos- siguiendo la peregrinación que inició en su día Maragall y que azuzan sus compañeros de ERC. Y ahora también los de CiU que creerán tener cazados en sus contradicciones al gobierno de Montilla, al que piensan derrotar en las elecciones de este otoño.
Cosa que le importa un bledo a la Chacón porque si cae Montilla ella piensa seguir dentro del gobierno de Zapatero, al menos hasta 2012 con la ayuda de su marido Barroso que además es el consejero del presidente en materia de propaganda y medios, y que ya intentó que su santa esposa le quitara a la vicepresidenta De la Vega el sillón número dos del gobierno en la última crisis de gabinete. Veremos si en la crisis de gobierno que se anuncia para el mes de julio la Chacón sobrevive al cambio y al cargo –donde además ha fracasado en la ley de la carrera militar, devaluando las Academias y hoy sometida a decisión de los tribunales- o si al contrario deja paso a un político de más empaque, y menos enchufe o menos cuota, como podría ser ni más ni menos que Rubalcaba, que está cansado de Interior y al que le gusta mucho el CNI y el Sitel. Y no digamos si en un ataque de locura Zapatero decidiera recurrir a los pesos pesados del PSOE y llamara, por ejemplo, a Solana, que de Defensa sí que sabe, y de España también.
Ya sabemos que lo del artículo octavo de la Constitución no es aplicable en la España de hoy ni nadie lo quiere. Además en caso de urgencia bastaría con reactivar la campaña contra el cava y se resolverían todos los problemas, porque las pelas son las pelas, y en Cataluña más. Pero no conviene eludir el debate ideológico y político que subyace en esta crisis del Estatuto que, por la proximidad electoral, está llegando demasiado lejos, dañando al Constitucional y abriendo, por más que lo disimulen, una crisis profunda entre el PSOE y el PSC.
A Montilla lo mandó Zapatero a Cataluña, desde el ministerio de Industria, para cargarse a Maragall porque don Pascual fue demasiado lejos en su modelo de estatuto catalán. Y ahora cabe la oportunidad de que otra vez Zapatero envíe a un “sicario político” –con perdón- para echar a Montilla y trasladarlo a una embajada, por ejemplo a Canadá para que estudie bien el caso de Quebec. ¿Sería la Chacón la encargada de liquidar o de sustituir a Montilla? Puede que no, para ese papel si llega el caso vemos más apropiada a Manuela de Madre, o al ministro de Trabajo, Corbacho que es un huracán. A Chacón la enviaría Zapatero a Cataluña sólo en caso de conflicto civil entre el PSOE y el PSC, pero como candidata de la lista del PSOE frente a la del PSC, que en ese caso estaría liderada por Maragall, una vez regresado a la casa familiar.
Adivina, adivinanza ¿qué piensa la ministra Chacón sobre Montilla? Pronto se sabrá.
http://www.republica.es/2010/04/21/%c2%bfque-piensa-la-chacon-sobre-montilla/
jueves, abril 22, 2010
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