miércoles, abril 21, 2010

Jose Maria Carrascal, Morir por Haiti

Morir por Haití

JOSÉ MARÍA CARRASCAL

Miércoles , 21-04-10

PARA no estar en guerra, el Ejército español esta teniendo un número de bajas considerable, diría incluso exagerado. Porque cuatro muertos por aquí, seis por allá, dos por acullá son demasiados muertos, sobre todo pensando que no mueren «por la patria», que era por lo que solía exigírsele morir a un soldado, sino en misiones de paz, mundo adelante, según el Gobierno. O esas misiones no son tan de paz como se nos dice o algo está fallando en ese despliegue. Aunque posiblemente lo que falla sea que nos esta de nuevo engañando.
Lo de Afganistán no es una guerra: son dos, una contra Al Qaeda, dirigida por Ben Laden, escondido en aquellas montañas, y otra contra los talibanes, que no se resignan a perder el control del país. Últimamente, los norteamericanos, que son quienes llevan el peso de la contienda, se han dado cuenta de que es muy difícil llevar una guerra con dos frentes, y tratan de atraerse a los talibanes para cargar todo su peso contra Al Qaeda. Pero no es fácil atraerse a los fanáticos islámicos que ven en Occidente al diablo. Así que los riesgos que corren allí nuestras tropas, cuyo número va a aumentar próximamente, son notables, por mucha «misión de paz y de reconstrucción» que lleven.
En Haití, su misión es, sin duda, humanitaria. Pero ¿era necesario enviar uno de los mayores buques de nuestra Armada? El único país que ha enviado allí un barco-hospital es Estados Unidos, cuya capacidad militar es cien veces superior a la nuestra, como la económica. De ahí que, ¿no resulta un poco chocantes que nuestra contribución a la reconstrucción de Haití haya sido la tercera de todas, tras la norteamericana y la canadiense, superior a la alemana, a la francesa, con tantos lazos con aquel país, a diferencia de nosotros, que perdimos hace muchísimo tiempo la relación directa con él?
¿De qué va por el mundo este Gobierno? ¿De rico que tira de cartera ante cualquier desgracia que ocurre? ¿De gran potencia, como alardeaba nuestro presidente de haber sobrepasado a Italia y sobrepasar pronto a Francia? ¿Quiere así impresionar a los demás, darse aires para que lo acojan en todos los foros y sus ministras puedan lucir su guardarropa, apto para todos los climas y regiones del globo? Pues va listo. Por ahí fuera nos conocen de sobra y saben perfectamente que somos una potencia media, con tendencia a decrecer en los últimos tiempos. Y esto no se borra con alardes militares, humanitarios ni económicos mundo adelante. Al revés, esos alardes sólo ponen de manifiesto lo mal que se está llevando España. ¿Han visto ustedes a Ángela Merkel presumir de gran potencia?
Bien están la caridad y la solidaridad. Pero cuando queda tanto por hacer en España, cuando hay más de cuatro millones de parados y los comedores de Caritas están llenos, tales alardes resultan, más que ridículos, patéticos.
Lo que ya no es ridículo ni patético es que los antimilitaristas de siempre se lo hagan pagar a los militares españoles.

http://www.abc.es/20100421/opinion-firmas/morir-haiti-20100421.html

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