Zapatero y la lógica de su fracaso
Martes , 20-04-10
LA renuncia de Luis Bárcenas y de Jesús Merino, implicados en el «caso Gürtel», a sus actas de parlamentarios en el Senado y el Congreso, respectivamente, implica el traslado del proceso desde el Supremo al Tribunal Superior de Justicia de Madrid. Y si los diputados autonómicos madrileños también imputados en el caso hicieran lo mismo, la investigación acabaría en un juzgado de la plaza de Castilla. Este sería el desenlace procesal de las renuncias de los aforados, un cambio de competencia judicial que tendría un efecto directo en la resonancia política y social del «caso Gürtel». Por lo pronto, para Rajoy es ya un éxito político el paso dado por Bárcenas y Merino -ninguno obligado a renunciar a sus actas-, porque el balance de su gestión le permite afirmar que su partido, sin esperar siquiera a juicio oral, no tiene a ningún militante ni cargo interno implicado en la trama Gürtel. El PSOE vuelve a quedarse mermado de argumentos oportunistas contra el PP y pierde uno de sus más recurrentes burladeros frente a la crisis económica de España y el declive político, imparable, del Gobierno de Zapatero.
Sin «Gürtel» que arrojar a Rajoy, el fracaso global del Gobierno vuelve a manifestarse en todos sus frentes y con toda su lógica, explicada por la impericia de sus responsables y la falta de proyectos para España. Ni uno solo de los frentes políticos propios de una sociedad moderna está sustentado en una acción de gobierno sólida y solvente. Zapatero ha fracasado en su temeraria idea de alterar el Estado autonómico a través del Estatuto de Cataluña, demostrando que carece de autoridad política suficiente para reconducir los acontecimientos adversos producidos en el TC. La campaña de la izquierda contra el Supremo se ha vuelto contra sus promotores, dejando la impronta de un grupo de agitadores «antisistema» trasnochados y comprometiendo la lealtad institucional del propio Gobierno. El Ecofin llegó a Madrid para decirle a la vicepresidenta económica, Elena Salgado, que Bruselas no se cree el plan anticrisis del Ejecutivo. El estado de nervios de los socialistas catalanes ante las próximas autonómicas muestra la desconfianza en sus propias fuerzas, pero también en la capacidad de Zapatero para recuperarse como talismán electoral. Y así podría contarse por fracasos el resto de proyectos básicos de Zapatero, desde que llegó a La Moncloa en 2004. Frente a este cuadro de desplome socialista, Rajoy suma aciertos, probablemente sin la estridencia que le exige una parte de la derecha, pero con mucha más eficacia que la que desearía la izquierda.
http://www.abc.es/20100420/opinion-editorial/zapatero-logica-fracaso-20100420.html
martes, abril 20, 2010
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