lunes, abril 20, 2009

La sociedad contra el aborto

La sociedad contra el aborto

Lunes, 20-04-09
UNA gran mayoría social rechaza la nueva ley del aborto que impulsa la ministra de Igualdad siguiendo instrucciones directas del presidente del Gobierno. La movilización contra el proyecto que Bibiana Aído pretende llevar al Congreso de los Diputados antes del verano demuestra que la sociedad española no está dispuesta a transigir en una cuestión que afecta a la conciencia de millones de personas. El Ejecutivo pretende sin duda camuflar una crisis que nos acerca a los cuatro millones de parados con una iniciativa que el PSOE eludió cuidadosamente en su programa electoral y que renace ahora ante la soledad parlamentaria de los socialistas como un guiño hacia la izquierda radical. Es lamentable que el derecho a la vida y la dignidad de la persona se pongan en cuestión por un interés partidista y una ideología dogmática que choca con los principios éticos y jurídicos, así como con las evidencias científicas.
Hay múltiples razones para rechazar el aborto, un verdadero drama personal y un fracaso para toda la sociedad que perjudica siempre a los más débiles. Es una falacia defenderlo en base a un supuesto derecho de la mujer sobre su propio cuerpo cuando la decisión de abortar, adoptada casi siempre en circunstancias muy difíciles, deja graves secuelas físicas y psicológicas. Según la doctrina científica más solvente, el origen de la vida se sitúa en la concepción, como sostiene con todo rigor el manifiesto de Madrid, suscrito por eminentes investigadores a los que la ministra acusó -de forma insólita- de practicar la demagogia. Por todo ello, el nasciturus goza del derecho de ser protegido según los criterios jurídicos ya consolidados. Al parecer, ningún argumento es suficiente frente a la postura del Gobierno. Es lamentable, en efecto, que la ministra no quiera escuchar a los verdaderos expertos y que no esté dispuesta a atender al clamor social reflejado en la calle por muchos miles de ciudadanos. La ley vigente de despenalización del aborto en determinados supuestos se sitúa ya -según el TC- en el límite máximo que admite la Norma Fundamental y su aplicación en la práctica permite excesos que solo benefician a los titulares de negocios lucrativos. No obstante, el PSOE ha preferido evitar las opiniones fundadas de científicos y juristas para organizar una subcomisión parlamentaria y unos comités de expertos afines a la causa partidista. La democracia es un régimen de opinión pública y resulta obligado que los gobernantes atiendan la expresión rotunda de los ciudadanos que, según informa hoy ABC, tienen previstas nuevas acciones en los próximos meses. Los argumentos de quienes defienden la vida quedan así confirmados por una amplia mayoría social. Es una grave falsedad atribuir a la Iglesia y a cualquier sector contrario al aborto desde posiciones humanistas el deseo de que las mujeres que abortan vayan a la cárcel. Frente a los dogmas ideológicos, la sociedad española muestra una vitalidad que rechaza las manipulaciones interesadas y las maniobras partidistas. En lugar de utilizar de cara a la galería el término «democracia» venga o no venga a cuento, el Gobierno debería prestar atención a esta expresión rotunda de la voluntad de la mayoría.

http://www.abc.es/20090420/opinion-editorial/sociedad-contra-aborto-20090420.html

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