martes, abril 14, 2009

La ofensiva permanente contra España

La ofensiva permanente contra España
EDITORIAL Libertad Digital 13 Abril 2009

El nacionalismo es un proyecto político colectivista; no utiliza la idea de nación como presupuesto de la ciudadanía y de la defensa de los derechos individuales sino como justificación del sometimiento al rebaño aun a costa de esos derechos individuales.

Para espolear este sentimiento colectivista, el nacionalismo necesita construir la leyenda de un pueblo primigenio conquistado y reprimido por una nación extranjera. Pueblo cuya libertad y autorrealización quedaron abortadas desde el momento en que esos "bárbaros" le arrebataron su "identidad" y que necesita recuperar su originaria soberanía para poder ser él mismo.

En los últimos 35 años, los nacionalismos centrífugos no han dejado de repetir esta milonga. Los pueblos a los que dicen representar y defender, dicen, sólo serán libres en tanto sean menos españoles. Por ese motivo, en regiones como Cataluña, el País Vasco y Galicia los elementos comunes de todos los ciudadanos –la lengua, la cultura, la historia, el derecho o la bandera– han sido sistemáticamente sometidos al ataque y a la marginación por parte de los partidos políticos nacionalistas.

Buena parte de la izquierda ha visto con complacencia esta situación al considerar que cualquier manifestación de la idea de España tenía unas inquietantes vinculaciones con el franquismo que convenía enterrar. No se daban cuenta –y por desgracia muchos siguen sin darse cuenta– de que el Estado de derecho se construye sobre la nación española (una nación soberana de ciudadanos libres) y que, por tanto, allí donde se debilita la nación española y se crean naciones ficticias para beneficio de un partido político, se debilitan también el Estado de derecho y las libertades. No en vano, Cataluña y el País Vasco son dos de los territorios menos libres de la península.

Y es que, por mucho que la izquierda (y últimamente la derecha "simpática") haya querido confundir el ataque a los símbolos españoles con una protección de rasgos culturales propios de esas regiones, lo cierto es que el objetivo del nacionalismo siempre ha sido el que hemos descrito: arrinconar a España para arrinconar los derechos individuales. Buena muestra de ello han sido dos reacciones recientes del nacionalismo catalán y vasco.

La primera, hace unos días. ERC se rasgaba las vestiduras porque en Melilla no pudiese estudiarse en tamazight, lengua de origen bereber. De acuerdo con Tardá, su exclusión del sistema educativo explicaba las altas tasas de abandono y fracaso escolar en la ciudad. Poco le importaba a ERC que esta ocurrencia contradijera todo su discurso oficial sobre que la inmersión lingüística en Cataluña no dificulta el aprendizaje de los castellanoparlantes y es responsable de buena parte de su fracaso escolar. Lo único relevante, tanto en Cataluña como en Melilla, era que el castellano dejara de emplearse para así fragmentar la nación. En realidad, ni el catalán ni el tamazight le importan lo más mínimo a Tardá, porque el nacionalismo, como ya hemos apuntado, no es un proyecto cultural, sino político: la cultura es sólo un medio de control, nunca un fin.

La otra ha sido protagonizado por el PNV este pasado domingo. Después de autoproclamarse "líder" de los vascos –con independencia del resultado que hayan arrojado las urnas– se escandalizó de que "pronto ondeará la bandera española en Ajuria Enea". Palabras que se han compadecido con 30 años de gestos antiespañoles y que nos recuerdan, de nuevo, que lo importante para el nacionalismo no es que la bandera vasca (que en este caso, para más inri, es una bandera de partido) tenga presencia institucional, sino que la española no la tenga bajo ningún supuesto.

En un caso como un otro, la construcción de una nación vasca o catalana sólo sirve para eliminar la nación española y el sistema de libertades al que ha dado lugar. Por fortuna, la derrota de los partidos nacionalistas en Galicia y el País Vasco constituye una oportunidad histórica para tratar de revertir en estas regiones la estrategia nacionalista de finiquitar la idea de España. Pero para ello será necesario no sólo colocar la bandera española en los espacios oficiales, sino acabar con el adoctrinamiento educativo, cultural y social que han impuesto estos partidos durante sus años de gobierno. Nada sería más desesperanzador para el futuro de la democracia española que se produjera, como en Cataluña, la absorción por parte del nacionalismo de aquellas formaciones supuestamente llamadas a regenerar las instituciones.

Si no se castiga, esta negligencia parecerá algo peor
EDITORIAL El Mundo 13 Abril 2009

EL MUNDO ha venido sosteniendo, junto a las víctimas, que existen numerosas incógnitas en torno al 11-M, a pesar de la sentencia de la Audiencia posteriormente ratificada por el Supremo. La información que hoy publicamos está llamada a acrecentar la sensación ampliamente extendida de que antes, durante y después del 11-M, se produjeron -como mínimo- gravísimas negligencias policiales que hicieron posible la planificación y ejecución de la masacre y, según sabemos ahora, también permitieron la huida de la persona que más probablemente participó en los atentados. Contra ningún otro existen al menos tantos indicios: sus huellas en la Kangoo, su ADN en Morata, sus efectos personales en Leganés y un reconocimiento espontáneo en plena vista oral del 11-M. La peripecia de Daoud Ouhnane, reconstruida por este periódico, supone, en el mejor de los casos, un fracaso por parte de las Fuerzas de Seguridad e incluso de los tribunales. Dos meses después de la masacre, al comprobar sus huellas en la Kangoo, Interior distribuyó carteles con su nombre y su foto en las comisarías y la hizo llegar a hoteles y medios de comunicación, que la publicaron. Un mes después, a finales de junio, la Policía grabó imágenes del terrorista huido saliendo de una casa de Santa Coloma (Barcelona) conocida como la Fortaleza de los Guerreros, por albergar a musulmanes radicales.

Casi no cabe en cabeza humana que policías especializados en terrorismo islamista -que investigaban a los ocupantes del piso, detenidos posteriormente en la llamada Operación Tigris- no sean capaces de identificar a la persona que sale y entra de la casa como el mismo que figura en la foto distribuida por Interior.A pesar de que el documento que hoy reproducimos procedente de la causa de la Operación Tigris es fotocopia, el rostro de Ouhnane es perfectamente reconocible. Unicamente se había dejado crecer la barba. El paso de este fugitivo del 11-M por la casa de Santa Coloma se ha conocido durante el juicio contra los presuntos islamistas detenidos en la Operación Tigris, cuando la masacre de Madrid había sido juzgada. La más benévola de las interpretaciones de este episodio conduce a una incompetencia policial que permitió la huida de un presunto autor material del 11-M. La simple posibilidad de que alguien pueda pensar que se le dejó escapar de forma deliberada obliga al Ministerio del Interior a abrir una investigación interna para esclarecer lo sucedido y depurar las responsabilidades.Los funcionarios policiales que grabaron al fugitivo en Barcelona después del 11-M podrían haber incurrido en un delito de omisión de persecución de delincuentes tipificado en el artículo 408 del Código Penal. Esto debería dar pie a que el tribunal que el viernes hará pública la sentencia de la Operación Tigris deduzca testimonio remitiendo toda la información que concierne a Daoud Ouhnane a la Audiencia Nacional, donde sigue viva la investigación sobre los huidos del 11-M.

Lo que hoy revela este periódico demuestra la razón que asiste tanto las víctimas como el resto de los españoles que han denunciado el cierre en falso del 11-M. En particular, en lo que se refiere a los errores y negligencias policiales, admitidas incluso por aquellos que comulgan con la versión oficial. Hay que recordar que muchos de los implicados eran confidentes policiales y que a veces parecía que sus controladores iban dando hilo a la cometa de sus actividades. ¿Fue también éste el caso de Ouhnane? La huida de uno de los autores materiales adquiere especial gravedad si tenemos en cuenta que el único autor material condenado, Jamal Zougam, lo fue con indicios mucho más endebles que los existentes contra el terrorista fugado que tan al alcance estaba de las cámaras de la Policía.

Zapatero
Cohesión y propaganda
Agapito Maestre Libertad Digital 13 Abril 2009

Espero tanto de Chaves en el Gobierno de España como de Zapatero cuando habla de la cohesión del Estado. Nada. Al año de las elecciones, naturalmente, este Gobierno conserva aún cierta legitimidad, pero, desde luego, se ha hecho acreedor de toda la desconfianza del mundo, porque sencillamente ha gobernado y sigue gobernando sólo para una parte de la población, a veces ni siquiera para todo su electorado. Es un Ejecutivo sectario, burdo y populista. De la crisis económica, por dar un ejemplo de sectarismo, sólo le preocupa que la gente tenga un chusco de pan que llevarse a la boca, pero nunca se preguntará por qué un trabajador autónomo o un pequeño empresario tienen que largarse de su país o cerrar sus negocios.

Sí, sí, al Gobierno sólo se interesa que los más desposeídos no le nieguen su voto. Para los otros, para los "cultos", ya hay mecanismos ideológicos suficientes para que sigan votando al "progreso", al socialismo de rostro humano, a Zapatero. A las clases medias les basta con ideología encanallada. Pero Zapatero, el gran amigo de Obama, está más preocupado por llenarles la andorga a los primeros. Trinidad Jiménez, la nueva ministra de Sanidad, lo dijo en su toma de posesión: "Yo, como repite Zapatero, también tengo mis primeras preocupaciones en los más pobres". El populismo miserable de este Gobierno no tiene límites. No le interesan las personas que crean riqueza y puestos de trabajo. Tampoco la gente creativa para solventar la crisis. Menos todavía quienes se atreven a mostrarles el camino para salir del atolladero.

A Zapatero sólo le preocupa la "cohesión", primero, a través de la barriga; él integrará a todos los disconformes porque les asegura el plato de lentejas que, según ellos, la derecha les retiraría. Eso es cohesión para Zapatero: integración por la vía de la comida. Cohesión no de la nación ni del Estado sino integración social de los desposeídos. La cohesión para Zapatero no es otra cosa que entrega a la empresa socialista. ¿Qué otra cohesión puede concebir alguien que ha convertido la Constitución en una ley de nacioncillas de la que él puede disponer cuando le venga en gana? ¿Qué es cohesión para Zapatero si no el pacto con los nacionalistas para expulsar de la vida política a la oposición? ¿Qué otra cosa que sectarismo puede ser la cohesión para los socialistas si excluyen de la practica médica a quienes no sepan catalán? Nadie en su sano juicio, después de cinco largos años de Zapatero en el poder, puede creerse una soflama de este presidente sobre la cohesión de España.

Lejos de querer integrar a nadie, este Gobierno seguirá siendo, porque así es su jefe y sus ministros, sectario, o sea, la antítesis de la cohesión. Este Ejecutivo comparado con el anterior es, sin duda alguna, todavía más sectario y arbitrario. Sin embargo, noto que la ineptitud y malicia de los gobernantes socialistas compiten con la estulticia y vacuos deseos de los comentaristas políticos de la derecha. No acabo de comprender, por ejemplo, por qué un periódico sensato como ABC se toma en serio la palabrería de Zapatero sobre la cohesión; más aún, no entiendo por qué este periódico propone que es necesario, a estas alturas del partido y después de que Zapatero ha destrozado la base de la nación, a saber, la Constitución, unos "Pactos de Estado por escrito, con contenidos y compromisos, sobre educación, infraestructuras, justicia y economía".

En fin, antes que teorizar sobre esa falsa cohesión de Zapatero, me parece que la obligación moral y, sobre todo, el cometido intelectual de la prensa libre no puede ser otro que aumentar, dicho con terminología de Philip Pettit, la "vigilancia cívica". La desconfianza política en este Ejecutivo es la mejor manera de crear una democracia constructiva y exigente. La capacidad de crítica permanente es inherente a la libertad de prensa. Creerse la noción de "cohesión" de este Gobierno es peor que claudicar ante Zapatero. Es olvidar la misión de la prensa libre, o mejor, de la libertad de prensa.

Desde la cofa
La historia es esquiva
José Carlos Rodríguez Libertad Digital 13 Abril 2009

Nosotros nos empeñamos, aunque sea de forma ajena a nuestra voluntad, en repetir la historia. Es ella la que se escapa, nunca saliendo por donde solía. Ahora repetimos los pasos que nos llevaron a la Gran Depresión. Ahora, como entonces, los bancos centrales actúan de forma coordinada para crear inflación. Ahora, también como en aquellos años, no se han visto los efectos inflacionarios por la coincidencia con una gran explosión de productividad; hoy por la incorporación al capitalismo de Asia, entonces por el nacimiento de nuevos sectores muy importantes. Finalmente, hogaño como antaño, los políticos cometen el error de permitir que una crisis se convierta en una depresión de dimensiones desconocidas por emponzoñar la recuperación, impuesta por el mercado, con sus intervenciones.

Ese sumidero económico fue el resultado de otro sumidero, éste ideológico, por el que se hundió el liberalismo hasta prácticamente desaparecer. Así pudo convivir la Gran Depresión con otros grandes triunfos de las ideologías antiliberales: el comunismo, el nacionalsocialismo, la democracia totalitaria, irrestricta ante las ansias de las masas... Las medidas de "rescate" de las empresas fallidas, la inflación desbocada, la llamada de los políticos a cavar la poca tierra firme que nos queda para anegarla en deuda, todo ello es síntoma de desconfianza hacia la sociedad libre.

Esa falta de fe en la libertad podría arrastrarnos a otro ismos, acaso no tan brutales como el de la Alemania de los 30, pero igualmente destructivos. El ecologismo, revestido de amor a la naturaleza y ciencia, es la manifestación de una atávica llamada contra la sociedad y sus conquistas. El milenarismo climático es el eco de otros, que llenaron de espanto a muchos crédulos. La atracción de la izquierda por lo peor medievo, encarnado en el Islam, tiene aún mucho camino por recorrer, aunque sea amojonado con brutales atentados terroristas. El propio comunismo, bajo nuevas formas, podría revivir en la Rusia ex ex soviética, con aliados viejos y nuevos.

Pero el mundo de hoy no es el de entreguerras. Es más amplio y comprende a una Asia desconocida para la historia. Es un mundo más diverso y con mayores hogares potenciales para la libertad, con una competencia institucional mucho más viva que la del arranque del XX. La historia nos da lecciones, pero no nos las impone.

José Carlos Rodríguez es miembro del Instituto Juan de Mariana

Rajoy: el partido de las libertades contra los prejuicios ideológicos
País Vasco y Galicia han definido el rumbo del Partido Popular: con la gente y sus necesidades. Si la España real se enfrenta a la rigidez de una ideología, no hay duda de qué lado elegir.
Pascual Tamburri elsemanaldigital 13 Abril 2009

El profesor Luis Miguez ha explicado en estas mismas páginas cómo la victoria de Alberto Núñez Feijoo en las elecciones gallegas supone una lección para el futuro del Partido Popular. Para Miguez, "el PP debe cumplir sus promesas electorales y convertirse en el partido de las libertades", lo que significa colocar a Mariano Rajoy del lado de la gente, de su libertad, de su seguridad y en definitiva de sus necesidades. Propuestas políticas concretas y cercanas, fáciles de comparar favorablemente con una izquierda atrofiada en sus prejuicios ideológicos. En el horizonte, las elecciones europeas del 7 de junio y más allá las autonómicas, municipales y generales (veremos en qué orden) que deben echar del poder a un PSOE contrario a la libertad de las personas.

Zapatero y los suyos hablan de una "ampliación de libertades", pero se mueven directamente contra las libertades reales: esa ampliación incluye menos libertad lingüística, más aborto, más eutanasia, menos libertad de enseñanza y por supuesto continuas invocaciones a la "derechona", el Opus Dei, la Guerra Civil y lo que se tercie. Para la izquierda la libertad sólo puede equivaler a la imposición de sus ideas: el comunismo marxista ayer, el progresismo socialdemócrata y buenista hoy. Y si los ciudadanos o la realidad se oponen a tales soluciones prefabricadas, tanto peor para unos y otra.

Cómo vencer al PSOE
Es evidente que frente a una izquierda monolítica, monoideologizada y ciega a la realidad el centroderecha tiene la oportunidad de cultivar su propio pluralismo y realismo: un espacio político amplio en el que quepan muchas personas y muchas ideas unidas por la defensa de la Patria y de la libertad. Un espacio variado, pero coherente y organizado. Y, naturalmente, un espacio que evite fosilizarse como el PSOE en un solo recetario ideológico. Por razones de pura coherencia, y también, por qué no decirlo, por un claro interés electoral. Si se consigue llevar a la gente esa diferencia radical entre unos y otros Rajoy podrá seguir creciendo.

A día de hoy lo que más preocupa a los españoles es la crisis económica. Habrá que ver en consecuencia cómo los prejuicios ideológicos del PSOE, llevados a la práctica del Gobierno, han agravado la crisis y han dañado a la gente. Zapatero no ha consolidado la posición internacional de España, y eso tiene grandes consecuencias en las finanzas y el empleo de España. Zapatero ha heredado un modelo económico que sirvió para sacar a España del pozo de Felipe González pero que no servía ya en una economía que había de pasar a ser contribuyente neta de la U.E. si efectivamente quería confirmarse como octava potencia del mundo; y no lo reformó. Zapatero multiplicó el gasto público y el volumen de funcionarios, y lo hizo sin aumentar estructuralmente la competitividad del país. Se cometieron errores tanto por acción como por omisión que hacen que, en definitiva, España sea el país que más empleo destruye y que peor horizonte tiene de su entorno.

Hay que ser sin embargo cuidadosos en las críticas a Zapatero. No se trata de enfrentar una ideología a otra, ni de despreciar el socialismo sin más: no sería más que repetir, invertido, su error. El error de Zapatero es precisamente haber cerrado los ojos a la realidad y haber aplicado un solucionario ideológico. Probablemente el problema no sea el volumen de gasto público, sino la calidad del mismo, como por otra parte ha coincidido en señalar incluso el premio Nobel Joseph Stiglitz: no es lo mismo derrochar en sueldos inútiles a amigos políticos que invertir en el futuro cuando el capital privado no puede hacerlo. Quizás no estemos ante un problema de excesiva intervención, sino de intervención torpe, ineficaz, sectaria, a destiempo y sólo al servicio de ciertos prejuicios. Y así sucesivamente.

No repetir errores conocidos
Los que desprecian todas las soluciones que no entran en su ideología me recuerdan a los blogueros que desde el anonimato nos piden que "demos más caña". Al mismo género de razonamiento corresponde clasificar por definición como "tonterías" o "bobadas" todas las medidas económicas que no coincidan con el recetario liberal manchesteriano o austríaco, por ejemplo. No tiene sentido que nos enfrentemos a un socialismo que sólo acepta la libertad dentro del menú socialista con un panel que sólo admita la libertad para las medidas que se llaman a sí mismas liberales. Precisamente el valor añadido del PP es que puede ser liberal, intervencionista o mediopensionista según lo demande la realidad, mirando antes ésta que los polvorientos volúmenes de uno u otro estante. Y así lo hacen nuestros socios en Europa, al menos los que ganan elecciones y no se colocan en la marginalidad dogmática. Dicho sea esto sin recurrir a argumentos ligados a la doctrina social de la Iglesia y a la idea de subsidiariedad que no puede separarse de la de deber social.

No quiero unirme al coro de los que manosean valores y principios estos días. Con un ejemplo es más sencillo de explicar: si el padre de un antiguo alumno, única fuente de ingresos de la familia, queda en paro a los 56 años tras cuatro décadas de trabajo, ¿qué tenemos que decirle? ¿Qué confíe en el pensamiento mágico de Zapatero y que espere vivir de la sopa boba durante los próximos cuarenta años mientras Dios sabe quién cotiza por él? Seguramente sería la respuesta socialista, pero sería una respuesta engañosa y peligrosa.

Pero decirle que un especulador tiene derecho a despedirle sin más, que la propiedad privada no tiene límites ni genera obligaciones sociales, que el interés individual de un usurero vale más que él y que su familia, que se busque la vida, que deje que el libre mercado solucione su problema y que acepte trabajar en condiciones extremas, emigrar, cambiar radicalmente su vida y la de su familia, hacerlo en beneficio exclusivo de la multinacional de turno, y decirle que eso es la libertad, sería un error de las mismas dimensiones. Para bien o para mal, España es un Estado social y democrático de Derecho, fundado en el trabajo (aunque esto último sea explícito en Italia y sólo implícito aquí); tenemos y seguiremos teniendo una economía mixta, en la que el Estado tiene no sólo una amplia potestad reguladora sino incluso la posibilidad de convertirse en agente económico.

Nuestra derecha ha sido y debe seguir siendo, entre otras cosas, una derecha social. Denunciaremos la torpeza, la corrupción y los prejuicios cuando los veamos, pero a nuestra gente le diremos que se usarán todos los medios disponibles, sin anteojeras, para solucionar los problemas. El medio más adecuado en cada momento y para problema, sin que el Estado anule a la persona y sin que el individualismo destruya el bien común de la nación y de su instrumento soberano, el Estado. Y si no lo hacemos quizás seamos más perfectamente liberales, pero seremos también enemigos de la verdadera libertad.

España: la sociedad del miedo
Francisco Rubiales Periodista Digital 13 Abril 2009

La rebeldía ha sido siempre el motor de la historia, pero el miedo ha sido el freno. Miedo y rebeldía han pugnado a lo largo y ancho de los tiempos. Cuando la rebeldía fue más fuerte que el miedo, las sociedades avanzaron y la Humanidad progresó, pero cuando se impuso el miedo, se abrieron las puertas de la parálisis y del retroceso. La rebeldía y el inconformismo son las armas del progreso, mientras que el miedo es el instrumento preferido por los dictadores, sátrapas y amigos del totalitarismo y del pasado. Aunque se llamen progresistas, el culto al miedo les denuncia y les arroja al despreciable mundo de los sátrapas y reyezuelos déspotas.

Esta tesis, certera y sabia, se emparenta con el también sabio principio de que "Cuando el pueblo le teme al gobierno, existe dictadura y cuando es el gobierno el que le teme al pueblo, entonces hay democracia".

Una sociedad del miedo no debate abiertamente temas relacionados con los derechos humanos. Su pueblo no protesta. Su régimen no investiga. Su prensa no denuncia. Sus tribunales de justicia no protegen. En cambio, las sociedades democráticas realizan constantes exámenes de sí mismas.

La sociedad del miedo es muy parecida a la sociedad española actual, donde es el pueblo el que le teme al gobierno y no al reves, donde los abusos y currupciones gozan de práctica impunidad, las grandes dudas y sospechas, como las que rodean al 11 M, no se investigan hasta desvelar la verdad, el gobierno gestiona la mentira sin pudor, la prensa, salvo honrosas excepciones, no informa salvo de lo que interesa a los "amos", la justicia se "adapta" al momento político y el debate está falsificado y controlado desde el poder. En la España de Zapatero, la gente rebelde e independiente teme ser "señalada" por el poder como antisistema o, simplemente, como "adversaria", y sufrir consecuencias como la pérdida del empleo, la marginación de los contratos públicos y subvenciones, cuando no la visita de inspectores de Hacienda y otras "consecuencias" muy desagradables.

El fantasma del terrorismo ha servido a muchos Estados de excusa para volver a utilizar el miedo en su provecho. Resultaba evidente que la desaparición del gran enemigo comunista incomodó a la mayoría de los gobiernos y ejércitos, a los que ahora les resultaba difícil demostrar la necesidad de seguir produciendo masivamente misiles, tanques y aviones, de seguir acaparando privilegios y de continuar consumiendo para la Defensa las mayores cuotas de los presupuestos estatales.

En España, donde el gobierno está al frente de una sociedad debilitada hasta el extremo y sin capacidad de rebelión, ni siquiera es necesario el terrorismo para imponer el miedo. El gobierno Zapatero ha conseguido imponer el miedo y la autocensura esgrimiendo otros fantasmas más sutiles: miedo al imponente poder del Estado, terror a ser tachado de fascista o antisistema y pánico a perder el favor de lo público, quedando al margen del empleo, los negocios, los privilegios y la riqueza.

Zapatero ha adquirido méritos suficientes para pasar a la historia como el hombre que cambió España a velocidad de vértigo, como el que debilitó la unidad nacional, como el que trastocó las alianzas internacionales o como aquel que descoyuntó el país para contentar a los nacionalistas extremos, pero es más probable que consiga hacerlo por haber arrebatado los más preciados valores y logros a un pueblo de borregos que no supo impedirselo con la rebeldía.

Paises como Estados Unidos y Gran Bretaña han tenido que adaptar y reeditar los viejos fantasmas de la Guerra Fría, fijando la mirada en el terrorismo, para inyectar en sus pueblos el miedo que necesitan los poderosos para dominar y sojuzgar, pero Zapatero ha tenido que hacer poco para amedrentar a un pueblo cobarde de nuevos ricos, dispuestos a todo con tal de conservar su recien ganado bienestar.

En España, en vez de agigantar el fantasma del terrorismo, se ha pactado con él y se le ha beneficiado en los tribunales de justicia. Después del trauma nacional causado por los atentados de marzo de 2004, en Madrid, el gobierno de España no nocesita hablar de enemigos invisibles, de quintacolumnistas preparados para asesinar y de adversarios infiltrados dispuestos a todo. Aquí es suficiente el miedo a enemistarse con las poderosas castas políticas. Zapatero, al frente de su gran manada de borregos, se rie de que americanos y británicos, para lograr una escuálida cosecha de miedo, tengan que resucitar las odiosas doctrinas de la Seguridad Nacional y, como en los oscuros tiempos del macartysmo, espien sin controles democráticos a sus ciudadanos, alcanzando límites nunca antes permitidos, leyendo incluso sus correos electrónicos y escuchando sus conversaciones telefónicas.

En España, el poder político consigue todo eso y mucho más sin esfuerzo alguno, quizás porque el miedo está instalado en las almas de unos ciudadanos que ni siquiera tuvieron que luchar por la democracia adulterada que poseen, que les fue "regalada", tras la muerte del dictador, por una casta de políticos que se instalaron en el poder como los "nuevos amos".

Voto en Blanco

El día en que caiga el gobierno socialista
Pedro de Hoyos Periodista Digital 13 Abril 2009

Miren, creo que ha empezado el principio del fin del partido socialista, que esta crisis de un gobierno que sólo llevaba un año en marcha (¿en marcha?) es la predicción de lo que está por venir. Ah, y que Chaves haya salido del OK corral andaluz, donde era el dueño y señor, es un sacrifico personal que acelerará la crisis de un presidente de gobierno sin ideas. Andalucía votará al partido popular más tarde o más temprano. Bueno, o a lo mejor no.

El caso es que de pronto me he dado cuenta de que si cae el gobierno socialista, si como las encuestas amenazan en las elecciones europeas el PP le da un varapalo al PSOE, a lo peor tenemos elecciones generales anticipadas. Y no, me niego, qué pérdida de tiempo. Que a Zapa le sustituya Rajoy no sirve de nada. Cambiando los collares de los perros nada cambiará y el sistema seguirá en pie. El caso es que nada garantiza que la sociedad, diríjala quien la dirija, siga un rumbo lúcido, de progreso y de trascendencia, por la mera sustitución de un partido por otro. Es la propia sociedad la que debería cambiar y eso no sucederá. A lo peor es que soy un radical insatisfecho y me pasa como a esa señora de Alemania que se arrojó al foso de los osos polares, que es que se aburría y quería experimentar sensaciones nuevas. Ser comida por tres osos polares debe “poner” mucho, digo yo.

Pues eso me pasa, que me aburro con una sociedad penosa, con una España casposa y preocupada solamente de que con la que está cayendo el año que viene no podremos ir al Caribe. Durante estos últimos años España entera ha ido de vacaciones a esos hoteles en los que lo tienes todo sin necesidad de salir al mundo exterior, te ponen una pulsera y no necesitas salir; te pasas los doce días en la piscina y bebiendo cerveza o combinados tropicales a todo trapo, sin necesidad de conocer nada del país que te acoge, ni el pueblo más próximo ni ruinas ni cultura ni nada. Piscina y piña colada, ése es el opio del pueblo capitalista.

Y eso no lo arregla ni el PP ni una coalición de fuerzas socialistas universales. España da grima y basta sentarse ante la televisión y contemplar desesperanzados cómo nos retratamos nosotros mismos para sentir vergüenza propia. Los Serrano, Aída, Física o Química, Escenas de matrimonio, Cámera Café… Al costumbrismo elegante y popular de los hermanos Álvarez Quintero la tecnológica España actual le responde con la chabacanada de “Aquí no hay quien viva”; a la astracanada de Pedro Muñoz Seca responde la España avanzada, culta y progresista del año 2009 con la telebasura de los programas más seguidos por la ciudadanía.

Así somos, qué le vamos a hacer, así se autorretrata España, así es la España que unos y otros se empeñan en cambiar… ¿Para qué? Hace tiempo que al ciudadano dejó de interesarle cambiar, los españoles no quieren cambiar, les da igual todo lo que pase, así tiemble el mundo, así se deshaga el hielo polar, nada importa mientras no ocurra en el bolsillo donde llevamos el fajo de billetes que han de asegurarnos que antes de la comida nos tomamos un vino, después un café y en navidad, semana santa y verano… piña colada en el Caribe. Lo demás… ¿Lo demás qué importa mientras tengamos dinero en el bolsillo?

España se está aburriendo soberanamente y cualquier día se arrojará al foso de los osos polares para ver qué se siente. Que el oso que nos devore sea del PP o del PSOE no nos importa mientras podamos seguir siendo chabacanos, esforzadamente bastos, mientras contemos historietas bien zafias y ruines para provocar las risotadas de los que están alrededor de nosotros.

No sé si en realidad ha empezado el principio del fin del gobierno socialista, ni sé si Chaves ha hecho bien en abandonar Andalucía. Qué más da, a España no la cambia ni la madre que la parió, España es Salsa Rosa y Crónicas Marcianas, España es La Noria, España es un reality show putrefacto seguido por cuarenta y tantos millones de espectadores y no hay partido de derechas o de izquierdas que lo cambie.

Pagar favores y perder elecciones
Antonio Pérez Henares Periodista Digital 13 Abril 2009

(Al obligado regreso al tajo me piden que refresque el asunto político. A espera de mayor sosiego para mañana refresco a la luz de las encuestas (El Mundo y Público) el último artículo publicado, pillandolo por el final que parece, a la luz de los sondeos, premonitorio).

“Este es un gobierno para pagar favores y perder las elecciones”. Quien me lo decía y en Sevilla era un votante socialista. Y eso que era Jueves Santos, que si me lo llega a decir el Domingo de Resurrección que le madrugó al PSOE con una encuesta demoledora, ya hasta lo hubiera santificado. Mas de cuatro puntos abajo del PP y con la impresión de que sea han roto los diques y lo que antes era un malestar ahora es una fuga de voto desbordaba. Con el descontento es que pasa lo mismo que con el agua embalsada que aguanta y parece que va a seguir siempre estancada, pero se abre una grieta y por ahí sale un torrente que se lleva por delante todo. Y este amenaza con llevarse por delante a Zapatero.

Los cambios de Gobierno en Semana Santa son producto de la necesidad monclovita de aparentar que se reaccionaba de alguna manera ante la tormenta de la crisis que no amaina. Pero el resultado es que no han hecho falta alforjas para ese viaje. Es que no hay ni viaje. Es una especie de no hacer nada pareciendo que se hace algo, un movimiento en espiral sobre si mismo, un conejo frustrado que antes de salir de la chistera ya sabe todo el mundo que es un gato, los mismos de siempre con las mismas y a lo que no cabe dar “periodo de gracia” alguna pues son ya más viejos y pasados que el hilo negro. O sea más caducos y caducados que los socarrados ministros a quienes han sustituido. lo mejor y todo ello porque hemos empezado a pensar que el príncipe encantador es en realidad ,y por la realidad, una rana.

El cambio de ministros no aporta sin en conjunto ni por separado nada nuevo, nada esperanzador, nada que aumente confianza. Demuestra incluso una absoluta falta de banquillo y un ombligismo partidario y personalista que aumenta según empeoran las cosas.

Han cesado cinco, que con Bermejo, el “torero” sin licencia, son seis. Pero podían haber sido otros seis diferentes o seis más igualmente amortizados. Al igual que los están muchos ya delos entrantes o de los recombinantes, que como gran medida de actividad se han puesto a hacer reuniones entre ellos en Viernes Santo, aunque a alguno hubo que echarle el lazo porque ya le habían hecho la foto en Huelva.

Intentan vender los voceros, con éxito muy descriptible incluso en medios afines, que se aumenta el peso político. ¿Quién ¿Elena Salgado, la rescatada del cuarto trastero donde hubo que dejarla tras la rebelión del vino?. Que lo pregunten en el partido donde la quieren con locura.

Prepotente y displicente es lo que piensan de ella en lenguaje fino. Borde y pija en el de las agupaciones. ¿Y Chaves, vicepresidente 3º y ministro de nada, o sea de lo que hacía la Salgado v de lo que decía Jordi Sevilla no saber en como explicar a sus hijos en que consistía? ¿Ese es el nuevo impulso político?. ¿La vuelta al clan de la “tortilla” donde es el la única y vieja patata que encima estaba dejando no sólo sin simiente el campo sino hasta en peligro el granero?. No se lo creen ni en Sevilla y menos aún en Barcelona.

La estrella política será, por exclusión, Pepe Blanco, con alias nada aceptado de Pepiño. Un amigo lleva exactamente cinco años intentándome convencer de que es una lumbrera incomprendida y un mago de la política. Un señor inteligentísimo, vamos. No lo ha logrado. Es más, el poder no me parece que lo haya hecho más listo sino quizás más malo. Su ventaja ha sido que desde su cargo en el partido podía malmeter sin réplica pero ahora será el el vividiseccionado. Le esperan severas tardes en San Jerònimo, como las que sufrió en la opisición donde demostró ser menos que un mediocre parlamentario.

Pero bueno había que hacerle ministro, como a todos los del grupo “fundacional, como a la Trini, y ya les ha tocado. A Trinidad Jiménez, Sanidad donde su experiencia es un verdadero arcano y el salto a los hospitales desde la cosa internacional e iberoamericana lo que más provoca es perplejidad. A no ser, claro , que resultar vapuleado en una elecciones municipales en Madrid por Gallardon sea ahora en el PSOE la mejor garantía de llegar al consejo de ministros. Ya van dos. Y dos son los ministros en verdad novedosos.Una señora, Gonzalez-Sinde, señera dirigente del sindicato
de la “ceja” a quien tanto favor se debe y un señor, el rector Ángel Gabilondo, hermano del famoso periodista, con quien tanto se mantiene.

Y este es el presunto revulsivo, la reparación a fondo y puesta a punto del motor gubernamental de España. Dicen los americano que no hay que arreglar lo que funciona. A la contra es imprescindible reparar los que está claramente estropeado. Pero aquí parece que ni se han sustituido todas las piezas que estaban gripadas y puede que las sustitutas estén aún en peor estado que las retiradas. Una chapuza de taller sin recambios propios y sin crédito para comprarlos

Zapatero
Si yo fuera socialista
Pedro de Tena Libertad Digital 13 Abril 2009

Si yo fuera socialista, preguntaría a mis dirigentes –o lo que sean, porque en realidad no fueron elegidos directamente con los medios que hay hoy para poder hacerlo–, si es que no vieron la crisis que se venía encima porque carecen de expertos económicos, porque la vieron pero no la consideraron de importancia, porque la vieron pero intentaron ocultarla a los ciudadanos por creer que les perjudicaba electoralmente o si es que sencillamente se les pasó por alto. Lo cierto es que toda la vida de mi familia ha quedado perjudicada por aquella ocultación. Como me decían que la catástrofe era un invento de la oposición, es natural que dedujera la maldad inevitable de los populares y no considerar necesario adecuar mis recursos a la situación. Por tanto, si yo fuera socialista, hoy estaría básicamente peor que antes de la crisis.

Si yo fuera socialista, preguntaría a Zapatero en qué ha cambiado Estados Unidos desde la elección de Obama. Antes de la era del hawaiano, Estados Unidos era nuestra gran cosa mala que había que combatir, una especie de belcebú moderno con bandera, una estructura explotadora del planeta que sostiene a dictadores, arruina el medio ambiente produciendo el calentamiento global, que divide el mundo en ricos y pobres esquilmando los recursos de los países tercermundista y que cuenta con agencias internacionales de espionaje y sabotaje que hacen temblar la democracia, un sistema en el que no creen o, a lo sumo, utilizan desde sanedrines ocultos como la Trilateral y otros inventos. Pero, desde que llegó Obama, Estados Unidos parece otro país. Hasta la guerra de Afganistán parece menos guerra aun con más efectivos militares y lo de Irak parece que se arregla. Si no fuera una barbaridad, incluso creo que Zapatero me está transmitiendo la idea de que Obama es socialista, pero claro eso no lo puedo demostrar porque, como todo el mundo sabe, ZP habla en general de lo general.

Si yo fuera socialista, preguntaría a los altos cargos del PSOE que deciden las cosas –porque yo ni decido ni he decidido nunca nada– por qué se han dado cuenta tan tarde de que el Gobierno no funcionaba bien y han tenido que arrostrar una crisis en plena Semana Santa. Ya, sí, lo sé, el momento es elegido para que la gente esté menos atenta entre el bramido de los tambores y el desgarro de las saetas. Todo el mundo sabía de la chulería sectaria de la Maleni, de las fallas curriculares y la superficialidad banal de Bernat Soria, de la insoportable apatía de Solbes, de la vaciedad clamorosa de la ministra de "Igual dá" –hasta mis compañeros y yo nos preguntamos cómo es que los padres no tienen que estar enterados de los abortos de sus hijas de 16 años–, (pero, anda, esta no ha sido sacrificada) y la confusión mental a cuenta de la ideología barata de la Cabrera, de buena familia y mala cabeza. Eso se sabía desde antes de las elecciones, pero tras las elecciones, volvieron a ser nombrados ministros.

Si yo fuera socialista, preguntaría a mis gerifaltes cómo es que tras la debacle de la caja de Castilla-La Mancha, que casi nos habrá quitado la victoria en las próximas generales y autonómicas manchegas, se descuajaringa Andalucía arrancando a Manolo Chaves del poder directo político de la Junta de Andalucía y haciéndolo, además, de un modo anómalo. En mi humilde opinión se ha dado la impresión de un acto de fuerza, de un ordeno y mando de Zapatero sobre el bueno de Manolo, al que se ha querido defenestrar hacia arriba para reordenar el poder que viene del sur y hacerlo afín a Zapatero. Pero, ¿no saben que eso puede costar una guerra civil y, consecuentemente, la pérdida de votos en las próximas generales y andaluzas? ¿Es que no han reparado en que los tres pilares del Sur, Extremadura, Andalucía y Castilla la Mancha, están a punto de perderse por vez primera en casi treinta años? ¿Saben qué ocurriría si la derecha española reconstituyera su eje meridional, desde Extremadura hasta Valencia, con adelantados en Castilla León y Madrid?

Si yo fuera socialista y tuviera medios para influir o para expresar mi opinión dentro de mi partido, les diría que parece que se han vuelto locos. Ya lo dijo Iñaki, aunque lo dijo antes de saber que su hermano iba entre los ministrables. Uno no entiende nada, no sólo porque no le expliquen ni le informen de nada, sino porque lo que hace el PSOE desde hace mucho tiempo es ininteligible, caótico y arbitrario. Así las cosas, si yo fuera socialista votaría en blanco en las próximas elecciones. O me iría a la playa que, por entonces, ya estará caliente. Hombre, también cabe otra cosa, ciertamente. Echar a Zapatero. Pero si ni siquiera Chaves ha podido resistirse, ¿qué voy a hacer yo, un machaca de la base, un peón, un bulto?

Bueno, sí. Hay una tercera. Rosa Díez.

Y una cuarta: votar al PP en secreto para provocar la crisis total y así hacer posible que el sentido común vuelva al PSOE. Dolerá un poco el hígado pero...

Blanco
El triunfo de la mediocracia
José García Domínguez Libertad Digital 13 Abril 2009

Ya cuando el patético José Montilla trató de hacerse pasar por jurisconsulto y economista en el currículum oficial del Ministerio de Industria, uno confesó que más de la mitad de los tontos de baba que se ha cruzado en esta vida posee una licenciatura universitaria, que ha lidiado con verdaderos zoquetes estructurales que presumen del grado de doctor, y que tampoco se le han escatimado ocasiones de topar con genuinos burros de capirote prestos a exhibir ristras de masters y posgrados hasta bordados en la tela de los calzoncillos.

También reveló entonces que, entre las personas de las que ha aprendido cosas importantes, algunas no han cursado el bachillerato. Y es que ni el viciado aire de la Universidad (española) vacuna contra el cretinismo, ni adolecer de educación superior inhabilita a nadie para poseer ejemplares valores morales. Carecer de títulos y diplomas académicos por culpa de una juventud dura, esforzada, huérfana de oportunidades, volcada en el trabajo desde casi la misma infancia, no constituye demérito para nadie, al contrario. Caso bien distinto, por cierto, supone el de los próceres Blanco, Montilla, López (Patxi) y demás célebres haraganes insertos en la gran familia socialista.

No afrontar, como es el caso de todos ellos, el esfuerzo que representaría una licenciatura universitaria cuando se lleva la vida entera ingresando sustanciosos sueldos públicos, exigiendo la máxima excelencia profesional al prójimo y administrando millonarios recursos estatales, supone, simple y llanamente, una vergüenza. Así los montillas, los patxis, los blanquitos, todos esos hijos naturales de las listas electorales cerradas, bloqueadas, atrancadas y atornilladas por los omnipotentes aparatos de los partidos. He ahí, en su grotesca, ruborizante incompetencia, en esa devaluación intelectual de la clase dirigente inimaginable hasta hace apenas una década, la metástasis del sufragio universal cuando degenera en férrea oligarquía partitocrática.

Viene hoy a cuento el recordatorio porque, al hilo de la elevación del turbio Blanco a los altares del gasto público, acabo de descubrir en una gaceta gubernamental que "la verdadera grandeza de la democracia reside en que cualquiera puede llegar a ministro". Acabáramos: que pueda ser cualquiera significa que tiene que ser cualquiera. Ergo, y siguiendo la lógica aplastante del muy progresista argumento, España no será una democracia genuina hasta el día en que el novio de Falete ocupe la cartera de Administraciones Públicas o jure por su conciencia y honor el cargo de Ministro de Asuntos Exteriores. A la espera de la verdadera democracia quedamos, pues.
José García Domínguez es uno de los autores del blog Heterodoxias.net.

Amenazas exteriores
El mundo de Obama
GEES Libertad Digital 13 Abril 2009

A Obama le importa poco la política internacional. Lo que absorbe su atención es la crisis económica y la oportunidad que le ofrece para llevar a cabo un cierto cambio revolucionario en su país, para el que se siente ungido. Pero la presidencia americana es una máquina de hacer política exterior, por más que le pese a su titular, cosa que tuvieron que aprender sus dos predecesores: Clinton con considerable desgana y Bush con decidida entrega a partir del 11-M.

Como su formación en el tema es próxima a cero –como les sucedía también, a sus antecesores de los dieciséis últimos años– el papel que los dogmas ideológicos izquierdistas representen en sus opciones puede ser decisivo. La cuestión para él, y para nosotros, es dónde se sitúa el punto de equilibrio entre el indudable pragmatismo de su carácter y las creencias de su cerebro. Por lo que vamos viendo, el peso de las doctrinas es dominante.

Cierto, parece dispuesto a encarar el problema afgano-pakistaní con firmeza, lo que es sabio y prudente, aunque no carezca de un elemento ideológico: Afganistán es la guerra buena de la izquierda, la que supuestamente se hace con todas las bendiciones de la ONU, aunque la pura realidad es que no con más que la de Irak. No tan buena como para ser nombrada por tan alta institución, que no reconoce la palabra guerra en sentido aprobatorio. Como tal no aparece en ninguna de las aproximadamente 1.800 resoluciones que el Consejo de Seguridad ha adoptado a lo largo de toda su historia. Pero la lucha contra los talibán ha sido muy útil para difamar la todavía más decisiva que se libraba en el país mesopotámico.

Una derrota en Afganistán sería un golpe durísimo para el prestigio de los Estados Unidos y mortal para la Alianza Atlántica. Sería un desastre que el país se convirtiera de nuevo en el santuario del terrorismo yihadista y sería una catástrofe prácticamente inevitable que el fenómeno se contagiase con virulencia incontenible a un nuclear e islamista Pakistán. Pero nada de esto le ha llevado a Obama a urgir a los europeos a que salgan de su letargo y asuman mayores responsabilidades. Tampoco el peligro de que ayatolas promotores de actividades terroristas logren la ansiada arma atómica y sus portadores misilísticos de largo alcance. O el del inhumano régimen de Corea del Norte provisto ya ahora de esos medios.

Obama prefiere conservar su imagen de redentor presentando una América humilde, exculpatoria, rica en halagos, presta a escuchar a todos y no liderar a nadie. Las buenas formas son siempre valiosas en todas las circunstancias pero creer que ése es todo el problema resulta suicida. Las bellas palabras no libran al mundo de líderes y regímenes delincuentes ni los amansan, sino, muy al contrario, azuzan sus ambiciones y apetitos agresivos e incrementan su desprecio por los que se niegan a ver la feroz dinámica que rige su conducta.

Los ayatolas contestan a los ofrecimientos de Obama con un catálogo de agravios que América debe satisfacer y Kim el coreano celebra su discurso antinuclear en Praga con el disparo de cohetes que aspiran a llegar a cualquier rincón de la tierra. La cuestión que el buenismo izquierdista de Obama plantea es si la realidad se le impondrá forzándolo a tomarla en cuenta o si lo arrollará, convulsionando el mundo en el proceso.
GEES, Grupo de Estudios Estratégicos.

En espiral
González-Sinde, una buena elección
Borja Prieto Libertad Digital 13 Abril 2009

No es por llevar la contraria a Daniel Rodríguez Herrera, a Enrique Dans, a Víctor Domingo y a tantos otros que han escrito lo contrario estos días, pero realmente la decisión de nombrar a Ángeles González-Sinde ,inistra de Cultura solo puede calificarse como acertada. Acertada para quien ha tomado esa decisión, claro.

¿Que el grupo "Ángeles Gonzales-Sinde Pírate" ya tiene 15.000 miembros? ¿Y bien? ¿Realmente le importa a alguien, excepto a los 15.000 frikis que a) estamos en Facebook y b) nos apuntamos a un grupo así? Víctor Domingo, presidente de la Asociación de Internautas, expone varias razones por las que el nombramiento no le gusta. Estoy de acuerdo con todas, pero discrepo en que se trate de una provocación a los internautas. No es una provocación, es simplemente desprecio.

Tiene toda la lógica que Zapatero desprecie a los internautas. Los que ahora protestan son los mismos que clamaban contra el canon. Mucho ruido y pocas nueces. El canon está ahí, y los internautas felices viendo vídeos en YouTube, compartiendo tontadas en Facebook y pagando a Teddy Bautista por pasarle al cuñado un CD con las fotos de las vacaciones. ¿Alguien se acuerda de la LSSI, esa que iba a ser tan mala y tan dañina para las libertades personales cuando la promovía el PP? Pues el PSOE aprobó su propia versión, corregida y aumentada, y los internautas sin rechistar.

Por otro lado, el cine sigue siendo un vehículo de propaganda importantísimo para Zapatero. Y la televisión, porque en España el mundo del cine y el de la ficción televisiva son conjuntos con una enorme intersección. Y lo que ve la gente en las pantallas es lo que el Gobierno quiere: una guerra civil en la que lucharon sanguinarios fascistas contra inocentes demócratas; homosexuales modernos y simpáticos, siempre buenas personas; católicos (curas o no) retrógrados, hipócritas y permanentemente malhumorados; matrimonios infieles con hijos que desprecian y humillan a sus padres; honrados trabajadores abocados a elegir entre el paro o la explotación; empresarios sin escrúpulos. Y esto solo cuando los cineastas se dedican "a lo suyo" y no salen a engarfiar el dedo sobre la ceja, a clamar contra determinadas guerras o a denunciar golpes de Estado de la derecha.

Zapatero hace bien en premiar a los que mejor le sirven. Los internautas son para él literalmente despreciables. No tienen influencia, ni relevancia, ni capacidad de organización ni fuerza para hacer llegar su mensaje a los millones de votantes que se tragan toda la propaganda que se ve en los cines o en la televisión. Nada me gustaría más que equivocarme, que realmente la protesta contra González-Sinde fuera eficaz y que la prestigiosa cineasta pasara a la historia por ser la primera ministra que se ve obligada a dimitir por la presión de los internautas. Pero no voy a apostar por ello.
Borja Prieto es autor de los blogs Diarios de las estrellas y Desencadenado.

Un enroque desesperado
Vicente A. C. M. Periodista Digital 13 Abril 2009

Más que una Semana Santa, ha sido una semana de pesadilla y de verdadero calvario para el Sr. Zapatero. Obligado por la dantesca evolución de la crisis que tanto tiempo negó, ha hecho una remodelación del Gobierno que no convence a nadie y que antes de haber empezado su camino ya es cuestionado y se le augura un corto recorrido, quizás no más allá de las elecciones al Parlamento Europeo en junio. Este Gobierno con tres vicepresidencias es un despropósito y con una fuerte carga política, incapaz de dar soluciones a los graves problemas a los que se enfrenta la sociedad española.

Su afán de pagar favores a sus valedores, ha sido lo que le ha llevado a esta aberrante demostración de sectarismo y de huida hacia adelante en las fórmulas de endeudamiento, sin prestar atención a la resolución en profundidad de las rémoras que lastran la economía española. Un déficit público que se está situando en valores tan desproporcionados que afectarán a futuras generaciones de españoles. Una herencia cargada de deudas y no de patrimonio.

La llegada del Sr. Chaves a un puesto político para lidiar con las Comunidades Autónomas, demuestra hasta qué punto se quiere entrar en el trapicheo y en los apaños con los que solo pretenden sacar provecho del resto sin importarles el principio de solidaridad y de igualdad que establece la Constitución. Un político que tras casi veinte años de autoritarismo y de instauración de lealtades pagadas y de nombramientos discrecionales, llega con un bagaje de más de un millón de parados en su Comunidad y un tufillo de escándalos en los que podría estar implicado. El caso Malaya no es el único que parece apuntar directamente a la Junta Andaluza.

La Sra. Salgado, una gestora con fama de dura, pero cuyos conocimientos y prestigio en el área de Economía son más que cuestionables. La impresión es que su nombramiento es efectivamente para ejercer de testaferro de las decisiones del Gabinete económico de Presidencia, es decir, del propio Sr. Zapatero. No es insólito ni extraño el que empiece a haber fugas de los responsables del Ministerio, aunque se aduzcan motivos personales. La credibilidad de este Gobierno hace ya tiempo que es inexistente. Pero ahora definitivamente hay una plena desconfianza en su capacidad y voluntad para impulsar los cambios necesarios para afrontar la crisis.

El nombramiento del Sr. Blanco en el área de Fomento, puede que dé un aire distinto, en el que primará la demagogia y propaganda sobre las actuaciones e inversiones reales. Alguien acostumbrado a ser el látigo implacable de la oposición, mucho ha de cambiar de “talante” y demostrar “cintura política” para intentar convencer de su programa de consenso. La primera reunión con Dª Esperanza Aguirre, será la pieza fundamental para verificar si existe una verdadera voluntad de cambio y de no discriminación de Comunidades por razones puramente políticas, como hasta ahora.

Es sintomático y muy preocupante el nombramiento de la Sra. González-Sinde como Ministra de Cultura. Este desprecio al mundo de las letras en favor del gremio de actores del cine, es el más claro ejemplo del pago de favores por el apoyo al Sr. Zapatero y su política de subvenciones. La respuesta que está habiendo en muchos foros, solo es una pequeña muestra del rechazo general y estupor que ha causado esta inmerecida nominación.

En resumen, el Sr. Zapatero se ha enrocado para intentar mantenerse a salvo de lo que le puede caer encima conforme pasen los meses y la situación económica empeore. Su objetivo de llegar a las elecciones europeas con mejores perspectivas, no se va a ver recompensado. Muy al contrario, los problemas se agravarán y quizás empiecen en la misma Andalucía, donde la legitimidad del Sr. Griñán está sólidamente cuestionada. Parece evidente que prospere la reclamación de unas elecciones autonómicas en esa Comunidad y pueda producirse un vuelco como en Galicia, que precipitaría la caída del Sr. Zapatero y su intento desesperado de supervivencia hasta el 2012.

Gobierno nuevo, ¿programa viejo?
Manuel Martín Ferrand Estrella Digital 13 Abril 2009

"El principal problema para un Gobierno
que llega al poder es el control de sus funcionarios.
Todos explican que es imposible hacer
las cosas de forma distinta a
como se vienen haciendo habitualmente"
(Milton Friedman)

Después de anunciarnos a bombo y platillo, como en ejercicio de heroica renuncia, que ante la gravedad del momento el nuevo Gobierno no tomaría vacaciones en Semana Santa, José Luis Rodríguez Zapatero se instaló el viernes en Quintos de Mora, en Toledo, en la misma finca del Estado en la que gustaba descansar el acreditado furtivo Mariano Fernández Bermejo. Horas antes era fotografiado en la playa de La Antilla, en Huelva, el flamante vicepresidente tercero, Manuel Chaves. Son anécdotas que no pueden ser elevadas a categoría; pero que marcan el tono de la escasa seriedad, y el escasísimo respeto a la ciudadanía, que sirve como común denominador a los siete gobiernos -¡treinta y cuatro ministros!- que, en un solo quinquenio, ya lleva consumidos el vallisoletano que, puesto a no comprometerse con la verdad, afirma ser de León.

Como nos enseña el maestro Manuel Alcántara, cuando los números cantan suelen desafinar. Debe reconocerse que los números de Zapatero, los que resumen los logros de su quinquenio de poder, desafinan más que un grupo de hooligans borrachos. El paro nacional duplica la media, dramática de por sí, de la Unión Europea, y hay regiones, como Andalucía, en las que esas cifras duplican la media española. El endeudamiento del Estado alcanza ya niveles temerarios y, por no entrar en tecnicismos, puede afirmarse que no hay un solo parámetro económico que resista la comparación con esos que dicen "los países de nuestro entorno".

En ese marco, que está exigiendo una reflexión honda, un análisis sutil y unas medidas enérgicas, ha aterrizado el nuevo Gobierno. Algunos de sus integrantes ya trabajan intensamente para demostrarnos que trabajan intensamente. Ahí están, como mejor ejemplo, la vicepresidenta segunda, Elena Salgado, y el nuevo titular de Fomento, José Blanco. Pero, ¿en qué trabajan?

La política hasta ahora desarrollada por Zapatero no ha dado resultados y, de hecho, la reestructuración de su Gobierno es una confesión pública de los fracasos obtenidos. En su momento, curiosamente previo a las últimas elecciones generales, no quisieron ver la llegada de una inmensa crisis, y después no han sabido enfrentarse a ella. Ahora llegan los nuevos y, sin más, quieren demostrar su abnegación y entrega. Parece chusco.

¿Cuál es la nueva política económica que se dispone a abordar el Gobierno que preside Zapatero y que vicepresiden tres grandes ignorantes en materia económica? ¿Cuáles pueden ser sus efectos sociales?

Personalmente tengo más fe en la eficacia de los ministros políticos que en los técnicos. La tecnocracia como sucedáneo de la política nunca da resultados y basta con que los segundos y terceros niveles de cada ministerio tengan el nivel adecuado. Para que el resultado pueda ser funcional se exige un plan previo, un rumbo bien trazado, que indique a cada uno de los actores cuál debe ser su papel.

La nueva vicepresidenta -por cierto, mucho más elegante que la vieja- ha llegado al campo con ansias de balón, lo que está muy bien, y parece haberse puesto a chutar sin averiguar primero en qué parte del campo está la portería contraria. Parecería prudente un previo periodo de análisis y estudios y, a continuación, reunido el Consejo de Ministros, la elaboración de un plan de actuaciones que, por respeto a la liturgia democracia, debiera, por lo menos, ser comunicado al Parlamento.

A mitad de camino entre el siempre peligroso voluntarismo y la obsesión propagandística, los nuevos ministros se han puesto a despachar los unos con los otros y, siempre en presencia de una cámara de televisión, aparentar una actividad que, de existir, no tiene sentido. No está el tiempo para bromas y gestos. La situación exige trabajo serio, planificación cabal, ejecución enérgica y una importante renuncia política: el Gobierno que quiera terminar con las crisis que nos acongojan tiene que renunciar a ser querido. Muchas, la mayoría, de las medidas necesarias para atajar los problemas vigentes conllevan una alta dosis de impopularidad. Los niños lloran cuando les limpian los mocos y los pueblos cuando se reconducen sus malas costumbres. La de no trabajar, por ejemplo.

La confianza en el gobierno de Zapatero cae en picado
JUAN JULIO ALFAYA Periodista Digital 13 Abril 2009

Los españoles por fin empiezan a despertar de su letargo y a darse cuenta de que están siendo engañados por un hábil manipulador de masas que hasta ahora ha logrado ocultar, a los ojos de la mayoría, su incapacidad para hacer frente a la crisis, negándola primero y creando falsas expectativas de recuperación después.

La confianza en el Gobierno sigue perdiendo puntos en las encuestas. A la pregunta "¿Cuál es su nivel de confianza en el Gobierno para gestionar la situación financiera?", los encuestados, que podían puntuar de 1 a 10, dan un 3,12 al Ejecutivo de Zapatero.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró en su última comparecencia en el Parlamento (25 de marzo) que en España estamos registrando los «primeros efectos positivos» del Plan de estímulo de la economía y el empleo, el ya famoso Plan E. Demasiado tarde, ya sólo cuatro desinformados creen en él.

La gracia de la cejita empieza a resultar patética.

ZP recurre al marxismo contra la crisis.
Antonio Javier Vicente Gil Periodista Digital 13 Abril 2009

Da gusto ver a Zapatero en acción tras convencerse no hace mucho de que había una crisis. Este gran político, desde el momento de su caída del caballo de los problemas puntuales, ha tomado ya unas 1.453 medidas contra la crisis, sin contar las de menor entidad que suman 2.456, aunque hay expertos que indican que ha tomado solo una medida, la de decir que ha tomado muchas medidas contra la crisis. Controversias aparte, la realidad es que ZP se esfuerza, no hay duda, y tras su reciente remodelación ministerial ha tomado una medida drástica, seria, valiente, osada, original, polimórfica, multidisciplinar, plurivalente y diría que casi definitiva, ha decidido recurrir al marxismo para sacarnos del marasmo catastrófico en que nos hallamos por culpa del Bush, del Aznar, de la derecha capitalista y del egoísmo empresarial.

Es casi seguro que Zapatero, en sus viajes a todo lo largo y ancho del mundo de los foros internacionales de mayor prestigio, ha debido documentarse sobre marxismo, descubriendo la utilidad que podría tener en estos momentos cataclísmicos. Según fuentes de gran fiabilidad próximas a la Moncloa, en uno de sus viajes vio en el avión presidencial una película de los hermanos Marx, en concreto la cinta de “Los hermanos Marx en el oeste”. En ese film, los marxistas se enfrentan a una crisis de proporciones gigantescas, el tren en el que viajan se queda sin combustible pero han de hacer lo que sea para evitar que deje de rodar, y para ello Groucho Marx da con la solución, grita a todos los del tren “¡más madera!, ¡es la guerra!”. Al llegar a este punto de la doctrina marxista filmada, a ZP le vino la gran idea, y gritó “¡más reuniones!, ¡es la crisis!”, y se desató inmediatamente un pandemónium frenético de encuentros multinivel entre la vicepresidenta 1ª y el ministro B, entre el ministro C y el ministro H, entre el vicepresidente 3º y la limpiadora de la secretaría general del ministerio de J y así se han venido realizando durante estas vacaciones reuniones y mas reuniones, se han plasmado citas y más citas haciendo que en este instante la crisis esté a un paso de pasar a la historia.

Pero como ZP es muy listo, sabe que sus chicos y chicas con cartera puede que en lugar de haber estado reuniéndose hayan hecho novillos, como los que hizo su vicepresidente tercero, o segundo y pico, el señor Chaves en la playita. Por ello ha convocado para hoy una reunión con sus tres vicepresidentes “para analizar el trabajo desarrollado por los diferentes miembros del Gobierno durante los últimos días”. Como que se creen estos ministros que se van a poder escaquear de ZP.

El diario Público publica un maravilloso artículo sobre la praxis de la nueva medida marxista anticrisis de Zapatero que es mil ciento doce veces más desternillante que la propuesta original de Groucho Marx, solo un detalle de la misma, de la praxis, digo:

“En concreto Zapatero ha convocado a una reunión a las 9.30 horas en el Palacio de la Moncloa a la vicepresidenta primera, Maria Teresa Fernández de la Vega, a la vicepresidenta segunda y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, y al vicepresidente tercero y ministro de Política Territorial, Manuel Chaves.

El objetivo del encuentro es que los vicepresidentes pongan al día a Zapatero de las reuniones que han mantenido desde el jueves entre sí y con otros miembros del Gobierno, en unos encuentros en los que han analizado la situación económica y han coordinado actuaciones de cara al futuro.”

El periódico habla de constantes reuniones, a saber:

1.- Reunión de todos con todos en el consejo de ministros.
2.- Jueves Santo, Vicepresidenta 2ª con el ministro de Fomento.
3.- Viernes Santo, Vicepresidente 3º con el ministro de Fomento para una primera toma de contacto.
4.- Sábado Santo, Vicepresidenta 2ª con la ministra de Defensa, Vicepresidenta 2ª con Vicepresidente 3ª, Vicepresidenta 2ª con el ministro de Industria.
5.- Domingo de resurrección, reunión de trabajo del ministro de Fomento con la SER. En esa reunión, el ministro Blanco, expuso su gran descubrimiento, que todas las obras públicas no se pueden hacer a la vez, algo que maravilló a propios y extraños por su agudeza.
6.- La ministra de Sanidad se reunió con todo un centro de atención integral a discapacitados, y tuvo otra reunión con una radio.
7.- Hoy se reunirá la vicepresidenta 2ª con el ministro de Trabajo.

Queda claro que cuando Zapatero da con la solución a la crisis no espera ni una, ni dos semanas para aplicarla, lo hace ipso facto y las pruebas ahí están. Los expertos en econometría han calculado que para que la medida de ZP surta efecto, sus ministros y él deberán hacer 23.456 reuniones en los próximos dos meses. Es obligación de todos jalearles, animarles e impulsarles a no caer en el dolce far niente.

Ya solo falta que el clamor popular le diga a ZP “¡Menos guasa!, ¡esto es serio!”.

Insensatez y maldad
JUAN MANUEL DE PRADA ABC 13 Abril 2009

DECÍA Santo Tomás que el gobierno de las naciones debe confiarse a quienes exceden en virtud e inteligencia al común de los mortales. Encumbrar lo que es de naturaleza inferior es siempre una monstruosidad; pero vivimos en una época tan dejada de la mano de Dios que hemos llegado a confundir la democracia con un sistema de gobierno donde pueden llegar a gobernar quienes no son ni virtuosos ni inteligentes. El gran Castellani establecía una clasificación de los tontos en cinco grupos, atendiendo al grado de conciencia que tenían sobre su cortedad de ingenio, que eran los siguientes: 1) Tonto a secas; esto es, ignorante. 2) Simple; esto es, tonto que se sabe tonto. 3) Necio; esto es, tonto que no se sabe tonto. 4) Fatuo; esto es, tonto que no se sabe tonto y además quiere hacerse el listo. Y 5) Insensato; esto es, tonto que no se sabe tonto y encima quiere gobernar (o hacer que gobierna) a otros. Y concluía que esta última categoría de tonto era la verdaderamente peligrosa y siniestra, más peligrosa aún -añadimos nosotros- que la categoría de los malvados; pues el malvado obra mal a sabiendas, con premeditación y alevosía, a diferencia del insensato, que obra mal pensando que obra bien. Además, el malvado, cuando llega a gobernar, lo hace ocultando a quienes lo han encumbrado sus verdaderas intenciones, de tal modo que, una vez descubiertas, puede ser depuesto. Pero al insensato lo encumbran los ignorantes, a quienes conduce fatalmente a su perdición, sin que éstos reaccionen.

Pero puede también ocurrir -el diablo nunca descansa- que los insensatos, una vez entronizados, se tornen malvados; y aquí llegamos al grado de corrupción máxima de un gobierno. Ángel Expósito, que es menos dado que yo a las lucubraciones tomistas, encarnaba en su artículo de ayer esta síntesis de insensatez y maldad en el presidente Zapatero, cuando lo caracterizaba como un gobernante que, en lugar de regir su acción por la búsqueda del bien común, se guía siempre por un interés político, que es signo distintivo de insensatez; y le faltó añadir que esa búsqueda de interés político la logra encizañando a los españoles, convencido de que su fortaleza como gobernante exige una fractura social, un estado de demogresca constante que mantenga enardecidos a sus votantes. Algunos ilusos creen que el huracán de la crisis económica, que amenaza con arramblarlo todo, lo hará desistir de su estrategia encizañadora; pero se equivocan de medio a medio, porque a estas alturas Zapatero ya no puede aparecer como un gobernante que anhela el bien común (tal pose resultaría poco creíble, amén de irrisoria), sino que necesita más que nunca exacerbar las pasiones políticas, que tal vez no sirvan para llenar los estómagos, pero en cambio distraen mucho el hambre y, sobre todo, permiten disfrazar las causas del hambre, y aun identificar erróneamente a los causantes.

Que Zapatero se está preparando para una nueva etapa en la que intensificará sus mensajes encizañadores lo demuestra la elección como ministro de Pepiño Blanco, quien -digámoslo piadosamente- aparte de no exceder al común de los mortales en virtud e inteligencia, se caracteriza sobre todo por una vocación irrefrenablemente cainita que asoma en cuanto abre la boca, no importa que se refiera a nimiedades (cuando afirma que «le tengo un asco al Real Madrid que no lo puedo ni ver») o a asuntos graves (cuando arremete contra «la hipocresía de aquellos que por la puerta de atrás abortan y luego van en la cabecera de las manifestaciones»). Nombrar ministro a una persona huérfana de méritos cuyo signo distintivo es su capacidad para enviscar los ánimos y sembrar la cizaña por doquier tal vez sea una muestra de insensatez; hacerlo en las presentes circunstancias constituye una prueba de maldad.
www.juanmanueldeprada.com

España e Iberoamérica, ante la crisis
... Una vez definida nuestra posición nacional en el mundo y haber proclamado nuestra pertenencia a la Comunidad Iberoamericana, se debería desarrollar una Estrategia Iberoamericana común a todas las naciones que la forman...
FEDERICO YANIZ VELASCO General de Aviación (R) y periodista ABC 13 Abril 2009

EN tiempos de crisis las realidades y necesidades se perciben de forma distinta. La amenaza latente de que las dificultades que se están pasando puedan agravarse, abre la mente y los sentidos poniendo a los individuos y a las colectividades en una actitud expectante. En esa situación, la reflexión sobre la coexistencia entre los pueblos de la tierra hace aflorar serias dudas sobre el estado de las relaciones internacionales que algunos presentaban como establecidas sobre bases sólidas y permanentes. Analistas y expertos llevan años anunciando la aparición de potencias emergentes y la decadencia inevitable de ciertas naciones. Sin negar que algunas de esas apreciaciones puedan ser ciertas, se echa en falta una presentación imparcial y comprensiva sobre el futuro de la humanidad. Existen interesantes estudios sobre tendencias estratégicas de carácter global o regional pero en casi todos se comete el grave error de suponer que los datos que conforman la realidad de hoy sean directamente extrapolables para llegar al modelo que nos presenta la realidad del mañana. Asumir eso podría ser válido en épocas pasadas en las que el cambio político, social, técnico y de todo tipo era lento y predecible pero no parece adecuado en el mundo de hoy caracterizado por la movilidad de las estructuras sociales y el cambio en todos los ámbitos de la actividad humana. El cambio afecta a individuos y sociedades que evolucionan con una rapidez desconocida hasta ahora. Principios que eran considerados como inamovibles hace sólo unos años, se ven hoy cuestionados abiertamente y eso produce en individuos y sociedades la sensación de una falta de bases sólidas sobre las que construir el futuro.

Los estudios sobre tendencias estratégicas de carácter global son escasos en España y los producidos en el exterior suelen ignorar o menospreciar el potencial real de nuestro país y el de los pueblos iberoamericanos. Existen en nuestra patria estudios interesantes de carácter estratégico en el área de seguridad y defensa, incluyendo las sucesivas directivas de Defensa nacional. En esos estudios se señala como referente de nuestra política de seguridad y defensa a las Naciones Unidas y se evalúa positivamente nuestra pertenencia a la OTAN así como nuestro compromiso con el desarrollo de una política europea de defensa y de seguridad común en el marco de la Unión Europea. Pese a la existencia de esas y algunas otras aportaciones, se echa en falta una definición clara sobre la posición de España en el mundo. Una definición que sitúe a España claramente alineada con las naciones hermanas de Iberoamérica y marque las grandes líneas de la política exterior española por encima de posiciones partidistas.

Las relaciones internacionales han cambiado de forma dramática en los últimos 20 años: han nacido nuevos Estados, se han formado o consolidado bloques políticos y económicos y han emergido nuevas potencias en la escena mundial. Algunos de esos nuevos Estados y otros no tan nuevos, tienen una existencia precaria siendo incapaces de ejercer una soberanía efectiva sobre todo su territorio. La plaga del terrorismo, internacional o no, sigue sacudiendo el mundo con golpes tan sangrientos como los atentados del 11 de septiembre de 2001 en los Estados Unidos, la vil matanza del 11 de marzo de 2004 en España y el «asalto» a Bombay al final del año 2008. Por otra parte, algunas situaciones conflictivas llevan años y años pudriéndose ante la indiferencia o impotencia de la Comunidad Internacional. El conflicto palestino-israelí, la situación en el Sahara Occidental, la catástrofe humanitaria en Darfur, el desgobierno en grandes zonas de África y la división de Cachemira son sólo ejemplos de situaciones dramáticas que duran decenios sin tener una solución a la vista. Mención especial merece la precaria situación en Afganistán y el peligro de crisis en el vecino Pakistán, potencia nuclear y pieza clave para la estabilidad en la zona. El fracaso de las Naciones Unidas en dar solución a éstos y otros conflictos ha contribuido a que haya crecido la desilusión sobre el funcionamiento de las organizaciones internacionales. Esta creciente desilusión se incrementa al comprobar que las grandes potencias paralizan en el Consejo de Seguridad las resoluciones que no les satisfacen y se reúnen en foros restringidos para defender sus intereses. Si a esa desilusión general se une la actual crisis económica global, el panorama se ensombrece dramáticamente y aumenta un pesimismo desolador y destructivo.

La Historia nos enseña que las crisis más profundas de la humanidad han estado seguidas por un renacer lleno de esperanza. La crisis global que padecemos hace más necesario que nunca señalar claramente nuestra posición en el mundo. Parece que ha llegado el momento de establecer una concepción estratégica nacional que reafirme nuestras potencialidades como hacen todas las naciones. Nuestra posición en el mundo debe estar determinada por nuestra situación geoestratégica y por la realidad de la proyección universal de nuestra lengua y cultura como un recurso global de valor incalculable. Una concepción estratégica que valore nuestra realidad geográfica, humana y cultural y sobre todo nuestra proyección mundial.

Sin ese claro posicionamiento, España no pasará de ser una potencia media europea de brillante futuro económico. Pero España tiene un pasado histórico glorioso como otros países del Viejo Continente. La «Commonwealth» y la «Francophonie» son esenciales en la política exterior del Reino Unido y Francia. España por su parte debe alinearse de forma clara y no vergonzante con los pueblos iberoamericanos. Nuestra patria puede y debe ser el catalizador y líder efectivo de uno de los grupos humanos más dinámicos y con más brillante futuro como es la Comunidad Iberoamericana. Comunidad que será sin duda un protagonista destacado del mundo de mañana. Una Comunidad respetable y respetada que podría ocupar un lugar importante en el concierto de las naciones. Los bloques ideológicos han desaparecido y la humanidad va a pasar por una etapa en la que las comunidades de Estados con afinidades culturales e históricas van a tener un protagonismo relevante. En ese escenario, la Comunidad Iberoamericana tiene un papel importante que jugar contribuyendo al progreso humano y aportando soluciones a los problemas de hoy y de mañana.

En los últimos años se ha observado como Rusia, China y otros países prestan gran atención a Iberoamérica. Por otra parte, algunas naciones europeas se disputan el protagonismo mediático en los países del Nuevo Mundo pretendiendo ignorar la realidad cultural y la indeleble huella histórica que une a España con esas naciones. Simultáneamente en muchas capitales europeas y en ciertos medios de difusión se mantiene una imagen negativa de nuestros países hermanos y se sigue asociando el término Latinoamérica con caos, miseria y caudillismo. Esos medios, en muchos casos extranjeros, se olvidan de que la mayoría de las naciones iberoamericanas están comprometidas con la democracia y el progreso y están desarrollando un sano capitalismo social de mercado. Luchemos contra los estereotipos del pasado con la certeza de que la Comunidad Iberoamericana, conociendo sus problemas mejor que nadie, podrá resolverlos con el esfuerzo y solidaridad de todos sus miembros. Para ello es preciso que nuestros pueblos se conozcan mejor, que cultiven sus lazos de hermandad y que sin renunciar a sus particularidades colaboren íntimamente en todos los campos de actividad. Siguiendo esa línea de acción, los numerosos órganos de cooperación ya existentes se deberán reforzar para que lleguen a todos los rincones de la Comunidad Iberoamericana y abarquen todas las facetas de la actividad humana.

Las radicales diferencias ideológicas existentes durante la Guerra Fría disfrazaban el verdadero carácter de muchos conflictos. Países enfrentados por motivos económicos, territoriales o de otro tipo buscaban la cobertura ideológica de uno de los bloques. Por otro lado, algunas potencias usaban una justificación ideológica para realizar intervenciones que respondían a intereses diversos o a supuestas necesidades de carácter estratégico. En un mundo diverso y complejo, ningún país debería arrogarse la autoridad para juzgar unilateralmente el perfil democrático de otro Estado. Una vez definida nuestra posición nacional en el mundo y haber proclamado nuestra pertenencia a la Comunidad Iberoamericana, se debería desarrollar una Estrategia Iberoamericana común a todas las naciones que la forman. Esa Estrategia común iberoamericana nos permitiría contribuir poderosamente en la búsqueda de soluciones a los graves problemas que afectan a todas las naciones del mundo.

ETA intenta una vez más cambiar la historia y evitar que se consolide un Gobierno constitucionalista en el País Vasco ¿ Los terroristas han fracasado siempre, pese a que han perpetrado salvajes atentados
Las pistolas contra la democracia
13 Abril 09 - J. M. Z. La Razón 13 Abril 2009

madrid-El fanatismo de ETA le ha llevado a intentar en varias ocasiones «modificar» la historia reciente de España, como si un grupo de pistoleros pudieran ser capaces de alterar la voluntad popular expresada en las elecciones o los referéndum. La actuación de la banda durante el franquismo, con el asesinato del almirante Carrero Blanco (de su escolta y de su chófer) como atentado más llamativo, fue relativamente escasa. La llegada de la democracia hizo que la actividad criminal aumentara de forma espectacular.

A los terroristas no les gustaba el sistema de libertades que se estaba dando nuestro país e intentaron boicotearlo desde el principio. Algo parecido ocurre ahora en el País Vasco. Por primera vez, los nacionalistas-separatistas han perdido la mayoría y un Gobierno constitucionalista va a dirigir la comunidad autónoma. La reacción de ETA ha sido la de colocar al Ejecutivo que va a presidir Patxi López como objetivo prioritario. Como es habitual, ofrece una negociación en la que sólo cabe darles lo que piden: la independencia.

La Transición española no le debe nada a ETA, todo lo contrario. Si por ellos hubiera sido nuestro país hubiera vuelto a la dictadura en la que, si nos atenemos al número de atentados, la banda debía estar más a gusto que en democracia. La realidad es que promulgar la Ley de Amnistía en 1977, que dejó en la calle a todos los etarras, incluidos los que habían cometido delitos de sangre, y aumentar espectacularmente las acciones criminales, fue todo uno. De las diez personas asesinadas en 1977, se pasó a 66 en 1978; a 76, en 1979; y a 92, en 1980.

En 1981, el año del frustrado golpe de Estado de Tejero, la cifra descendió a 30. La elaboración de la Constitución y sus dos primeros años de vigencia estuvieron salpicados de atentados. Algunas de las víctimas eran altos mandos de las Fuerzas Armadas, como si los terroristas pretendieran provocar a los militares para que se sublevaran. Hasta que, finalmente, se produjo la intentona del 23-F. A muchos de los guardias civiles que fueron reclutados para asaltar el Congreso de los Diputados se les dijo que el edificio estaba tomado por un «comando» de la banda.

Tal era el ambiente de terror y crispación que los pistoleros habían conseguido crear en la sociedad española. Pero los fanáticos no se salieron con la suya y la democracia salió reforzada. El número de atentados descendió de manera notable y ya nunca ha alcanzado aquellas trágicas cifras. En 1995, la vuelta de tuerca giró hacia los miembros de los partidos. ETA estaba convencida, según un documento interno, de que cuando los políticos tuvieran que ir al funeral de un compañero se tomarían las cosas en serio, negociarían con ellos y les darían la independencia. El 23 de enero fue asesinado en San Sebastián el teniente de alcalde y militante del PP Gregorio Ordóñez. El 20 de abril, en Madrid, intentaron hacer lo mismo con el presidente del partido, José María Aznar, y fallaron. En mayo del año siguiente era investido presidente del Gobierno y, a lo largo de su mandato, desarrolló la política antiterrorista más eficaz, que es la misma que sigue Rodríguez Zapatero. Fue otro fracaso de los fanáticos que ahora se proponen atacar al Gobierno de Patxi López. El resultado, por más daño que logren hacer, va a ser el mismo.

Se trata de Daoud Ouhnane
La Policía dejó escapar al principal fugitivo del 11-M
Imagen que la Fiscalía aportó en el juicio de 'Tigris', tomadas a partir de las grabaciones efectuadas por la Policía en Santa Coloma. Al lado, la foto de carné que Interior distribuyó de Ouhnane un mes antes.
Manuel Marraco, Madrid El Mundo 13 Abril 2009

Tres meses después del 11-M, la Policía grabó en vídeo a un presunto autor material de la masacre, que ya se encontraba en busca y captura "por asesinato terrorista", en un domicilio de Santa Coloma de Gramanet (Barcelona) vigilado por las actividades islamistas de sus inquilinos. Se trata de Daoud Ouhnane, el principal fugitivo de la matanza por la contundencia de las pruebas que pesan contra él. De hecho, fue reconocido, años después, durante el juicio del 11-M como uno de los islamistas que subió a los trenes.

La Fiscalía aportó hace unas semanas las imágenes durante la vista de la operación Tigris para demostrar que los acusados en ese caso dieron cobijo en ese edificio -que conocían como Alkalaa (La Fortaleza de los Guerreros)- a este autor de la matanza cuando huyó de Madrid.

El propio Ministerio Público identifica en ellas al argelino Daoud Ouhnane. Sobre las imágenes aparece las fechas en las que se captaron: junio de 2004. Las Fuerzas de Seguridad ya conocían entonces el rostro de Ouhnane, puesto que desde un mes antes Interior había difundido su nombre y su fotografía -que fue publicada en todos los periódicos para dificultar sus movimientos en vísperas de la Boda Real- haciendo hincapié en que sus huellas habían aparecido en la furgoneta Kangoo.

El 20 de mayo de 2004, un informe de la Policía determinaba que a Daoud Ouhnane pertenecían las dos huellas que aparecieron sobre una bolsa azul de plástico que contenía los detonadores que fueron encontrados el 11 de Marzo en la Renault Kangoo aparcada frente a la estación de Alcalá de Henares.

Este indicio se sumaba a otros muy claros que ya se conocían entonces: el ADN de Ouhnane fue hallado en la casa de Morata de Tajuña en la que se habrían montado las bombas, donde las llamadas de su teléfono móvil lo sitúan en las noches previas a la matanza, y en el desescombro del piso de Leganés en el que se suicidaron siete islamistas aparecieron documentos y efectos personales a su nombre. Su rastro estaba en todos los escenarios del crimen, pero su cadáver no se encontró entre los de los suicidas.

El islamista Kamal Ahbar, uno de los principales acusados por la operación Tigris e inquilino durante meses de La Fortaleza de Santa Coloma, declaró en el jucio por el 11-M que Ouhnane puso dos mochilas bomba en los trenes de Madrid y que, luego, huyó hacia Pamplona -el rastro de su teléfono móvil lo sitúa en la localidad navarra de Corella al día siguiente del 11-M- para llegar a Santa Coloma en abril. Después, ambos habrían viajado juntos a Turquía y a Siria, desde donde Ouhnane habría viajado a Irak para participar en atentados suicidas. Según Ahbar, murió allí el 7 o el 8 de junio de 2005.

Reunión informativa para padres el 16 de abril
Ciudadanos realizará una reunión con padres interesados en obtener más información sobre la educación de sus hijos en Cataluña, a raíz de los problemas para elegir la lengua de escolarización.
www.ciudadanos-cs.org 13 Abril 2009

Ciudadanos invita a los padres y madres interesados en el tema a una reunión informativa que tendrá lugar en el Centro Cívico de Cocheras de Sants, en la calle Sants nº 79 de Barcelona, el jueves 16 de abril a las 19 horas.

Contaremos con abogados y expertos que solventarán dudas y canalizarán propuestas.

¿Qué puedo hacer como padre para conseguir que mi hijo sea educado en la lengua oficial que yo elija?
¿Cuáles son mis derechos?
¿En quién puedo apoyarme?
¿Tengo derecho a recibir información por escrito del colegio en la lengua que yo elija?

TE ROGAMOS CONFIRMES TU ASISTENCIA ENVIANDO UN MAIL A info@ciudadanos-cs.org ya que las plazas son limitadas.

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Un PNV sin grandeza
Editorial La Razón 13 Abril 2009

Su discurso, justo el día en el que ETA amenaza a los socialistas, es una irresponsabilidad

A pesar de que ya ha transcurrido casi un mes y medio desde la celebración de las elecciones autonómicas en el País Vasco, el PNV demostró ayer que está lejos de asumir con un mínimo de elegancia democrática el veredicto de las urnas. La formación nacionalista desaprovechó el marco que le brindó la celebración del Aberri Eguna, el Día de la Patria, para realizar un higiénico ejercicio de autocrítica ante su militancia y encarar así, con renovadas fuerzas, el trascendental papel que deberán desempeñar como principal partido de la oposición en la Cámara de Vitoria. Lejos de ello, tanto el lendakari en funciones, Juan José Ibarretxe, como el presidente del PNV, Íñigo Urkullu, centraron sus discursos en buscar la deslegitimación del futuro Gobierno liderado por el socialista Patxi López. Especialmente duro se mostró Urkullu al afirmar que el Ejecutivo que recibirá el respaldo de los diputados del PSE y del PP «nace de la trampa y del engaño», altera «lo que la sociedad quiere», es «frentista, contradictorio y débil» y contradice la realidad política vasca. Con estos mimbres, los líderes nacionalistas construyeron durante sus intervenciones en el acto celebrado ayer en Bilbao uno de los ejercicios de mayor irresponsabilidad política que se recuerde en nuestra historia democrática.

Además, al afirmar que la clave del cambio político en esta comunidad ha radicado en la ilegalización de la izquierda abertzale, lo que Ibarretxe y Urkullu vienen a reconocer es que su permanencia en el poder durante las últimas tres décadas sólo ha sido posible gracias al apoyo de aquellos que se han servido de las instituciones de todos los vascos para dar voz a los pistoleros de ETA.

A pesar de la gravedad de estas afirmaciones, el Aberri Eguna de ayer no hubiera pasado de ser una muestra más de la histérica pataleta que sufre el PNV como consecuencia de su varapalo electoral, si no hubiera coincidido en el tiempo con la difusión por parte de ETA de un comunicado en el que la banda señala a Patxi López y a su próximo Gobierno como objetivos prioritarios. Las graves amenazas de ETA hacia unas formaciones políticas, como el PSOE y el PP, que han sufrido de forma reiterada la sinrazón terrorista, debería ser un motivo más que suficiente que hiciera al PNV abandonar su discurso de confrontación para situarse sin reservas del lado de los demócratas. Por el contrario, el discurso que Urkullu e Ibarretxe abanderaron ayer se asemeja preocupantemente a lo que ETA reivindica en su comunicado cuando afirma que no renocerá al nuevo lendakari «ninguna legitimidad democrática».

La derrota definitiva de los terroristas pasa ineludiblemente por la unidad real de las fuerzas políticas que integran hoy el Parlamento Vasco. Una unidad que debe estar por encima de intereses partidistas, del color político que gobierne en Ajuria Enea y de la sana alternancia que los vascos libremente propicien con su voto. Sólo cuando ETA sea consciente de que, independientemente de quien gobierne tanto a nivel autonómico como nacional, su único final es la derrota a través de la aplicación de los instrumentos de los que dispone para ello el Estado de Derecho, el País Vasco estará en disposición de olvidar la lacra del terrorismo.

Resulta decepcionante que el PNV no haya aprendido de sus errores y que después de treinta años sin demostrar ninguna grandeza en sus victorias electorales, al marginar con sus políticas a la mitad de la sociedad, tampoco vaya a ser capaz de demostrar grandeza cuando los vascos le han dado la espalda en las urnas y han decidido que sean otros los que afronten los retos del futuro.

El PNV y la línea roja
Editorial ABC 13 Abril 2009

EL último Aberri Eguna del PNV en el poder fue ayer una demostración de mal perder y gestos antidemocráticos. La coincidencia del manifiesto soberanista de este partido, hecho público el pasado viernes, con el último comunicado de la banda terrorista ETA ha rematado un cuadro en el que el nacionalismo vasco se presenta con los perfiles de una amenaza, cada cual a su manera, contra el futuro Gobierno de Patxi López. El próximo lendakari ya sabe que le espera una pinza abertzale que no es nueva, porque se documentó en el Acuerdo de Lizarra de 1998, pero sí va a aplicarse con el nacionalismo en la oposición, sin el poder autonómico que tan deslealmente ha ejercido el PNV en estos últimos casi treinta años. El PNV no duda en coincidir con ETA al tachar de ilegítimo el futuro Ejecutivo socialista. Los nacionalistas basan su crítica simplemente en que han perdido el poder, como si fuera una excepción a la ley natural que les otorgara el Gobierno del País Vasco a perpetuidad. Los terroristas, por su parte, siguen anclados en su propia frustración, pero esta vez hacen algo que nunca hicieron con los gobiernos del PNV: señalar al nuevo Ejecutivo vasco como «objetivo prioritario» de su actividad violenta, a la que no van a renunciar.

Aunque el PNV dice de sí mismo que conserva el sentido institucional y la centralidad, sus proclamas, incluidas las de ayer en el Aberri Eguna, exhiben una crispación furiosa por el resultado democrático del pasado 1 de marzo. Ahora se desvela con total nitidez que el miedo de las víctimas, por un lado, y el terrorismo de ETA, por otro, eran bazas fundamentales del nacionalismo para mantenerse en el poder. Nada ha sido más ilegítimo en la historia de la democracia que la vida política en el País Vasco, con decenas de miles de exiliados y otros tantos sometidos al silencio, la coacción y la humillación. Sobre estas bases construyó el PNV su hegemonía y son las bases que ahora han saltado por los aires con la mayoría formada por el Partido Popular y el Partido Socialista de Euskadi. Los silenciosos han hablado y son mayoría en el Parlamento de Vitoria. Los terroristas retroceden y la ley limpia la democracia de su presencia. Cuando el Estado democrático ha funcionado, el PNV ha perdido el poder. Cuando el Estado de Derecho funciona, ETA se debilita.

Es el PNV quien se pone con ETA en el mismo lado de la línea roja. Su discurso de despedida es una apología de la autodeterminación, de la equivalencia entre el Estado y el terrorismo y una legitimación del «conflicto vasco», es decir, de la existencia de una ETA cuya fragilidad no le impide planificar atentados con misiles contra Su Majestad el Rey. Este Aberri Eguna anuncia un tiempo muy duro para el nuevo Gobierno vasco porque el PNV está decidido a no dar tregua, a crispar cuanto sea necesario para no legitimar al lendakari Patxi López con un comportamiento de oposición democrática. El PNV no puede permitir que los vascos comprueben que es posible vivir con un Gobierno no nacionalista. La anormalidad política va a ser la consigna del PNV para que los vascos sientan las consecuencias de haber votado un Parlamento de mayoría autonomista y acaben reclamando la vuelta al poder del bombero pirómano en que quiere convertirse el partido de Sabino Arana. Y ETA, sin duda, pondrá de su parte lo necesario para aprovechar esta crispación.

El PNV habla de independencia y muestra sus genes separatistas
"La única patria de los vascos es Euskadi". PNV dixit. Es decir, los que no tenemos a Euskadi como Patria no somos vascos. La retórica sabiniana rebrota en el derrotado nacionalismo.
Santiago Abascal elsemanaldigital 13 Abril 2009

Este domingo se celebró el Aberri Eguna (día de la patria) en el que el nacionalismo acostumbra a enseñar la patita. Era tradicionalmente un día de descorche, en el que un separatismo reprimido, disimulado, "eufemizado", era liberado como el mago de la lámpara mágica. Arzalluz nos dio grandes mañanas en cada Aberri Eguna, en realidad casi en cada domingo, con discursos radicales, rupturistas.

Cuando el más iluminado de sus hijos, Ibarretxe, heredó las llaves de la casa puso en marcha la ofensiva separatista aunque dotada de una verborrea amable, de apariencia democrática. Que si la voluntad mayoritaria de los vascos, que si el derecho a decidir, que si un nuevo acuerdo con España. Era la piel de cordero del lobo secesionista.

La ventolera electoral ha dejado al lobo desnudo, con sus recursos, sus aullidos, y su rabia. Con su Aberri Eguna, rodeado de la manada, y sin el poder amasado durante tantos años. Sin pieles de cordero, ni eufemismos, ni disimulos, el PNV vuelve por donde solía, por sus fueros sabinianos. Amenazando a la nueva mayoría, impotente, gritando "os voy a comer", y aullando "independencia". Pues que sigan, a mi ese es el PNV que me gusta. El que no confunde ni juega al escondite.

Algunos nunca nos hemos dejado engañar por los eufemismos del "derecho a decidir", "la voluntad de los vascos" y demás zarandajas. Separatismo puro y duro expresado con ropa de camuflaje por separatistas de tomo y lomo. Pero mucha gente sí se deja confundir por puro panfilismo (voluntad de ser amigo de todos). Por eso me gusta este separatismo tan clarito de estos días. Así no hay equívocos, así no hay tentaciones de buscarle excusas al nacionalismo ni de autoengañarnos colectivamente otros treinta años.

¿Qué dicen ahora los que veían al PNV como "nacionalismo moderado", como "nacionalismo democrático", como un partido con un "mismo modelo de sociedad que el nuestro"? ¿Qué dicen ahora los que siempre andan alimentando el perpetuo –cual condena- pacto con los nacionalistas?

Pues no sé lo que dirán ahora pero ahí tienen el maldito derecho de autodeterminación, y la traidora independencia, y la retórica discriminadora y patrimonializadora del PNV.

Sepamos de una vez por todas que el PNV no es un partido normal, que aspire a ser "parte" del todo, de la sociedad, que crea en el pluralismo. El PNV quiere romper el todo y ser el todo. Por eso el PNV es un partido fantasma, que en realidad ni es ni quiere ser un partido como los otros. Actúa como un grupo faccioso, una facción, que ataca la convivencia nacional y social desde hace treinta años para romper lo construido a lo largo de siglos.

Para nacionalistas
Editorial El Correo 13 Abril 2009

El Aberri Eguna, celebrado ayer por los nacionalistas como cada Domingo de Resurrección desde 1932, se convirtió en esta ocasión en una manifestación identitaria especialmente alejada del sentir de los demás ciudadanos de Euskadi. El discurso con el que Juan José Ibarretxe e Iñigo Urkullu dieron rienda suelta a sus sentimientos de agravio en vísperas de la anunciada designación del socialista Patxi López como lehendakari superaron, por su contundencia, el mensaje tradicionalmente abertzale que el PNV emplea en cada 'Día de la Patria vasca'.

El consabido recurso al 'derecho a decidir' y la extensión del proyecto nacionalista tanto a Navarra como a los territorios del País Vasco francés forman parte de la liturgia abertzale, y no deberían suscitar más inquietud que la que se deriva de los epítetos utilizados para descalificar a la mayoría parlamentaria constitucionalista. Al denunciar que el acuerdo entre el PSE-EE y el PP constituye un 'pacto de Estado' contra el nacionalismo hasta ahora gobernante, éste incurre en una percepción excluyente de la realidad política vasca, negando de manera subliminal que socialistas y populares formen parte de la misma.

Al acusar a estas dos formaciones de haber promovido la ilegalización de la izquierda abertzale en beneficio propio, los dirigentes nacionalistas confunden la legítima pero interesada discrepancia respecto a la Ley de Partidos y las sucesivas sentencias que han establecido la ilicitud de toda actividad pública que dé cobertura a ETA con un ataque al Estado de Derecho. La vocación institucional esgrimida por el EBB en su declaración con motivo del Aberri Eguna se desvanece cuando, además de tan directa acusación de uso partidario de las leyes y de los tribunales, los máximos responsables se adelantan a la formación del próximo Gobierno vasco tachándolo de fruto de «la trampa y el engaño».

La coincidencia literal del PNV con ETA al calificar de «unionista» el acuerdo entre socialistas y populares -en referencia a la opción mayoritaria entre los protestantes de Irlanda del Norte- constituye un mal síntoma en tanto que apunta a la gestación de un universo simbólico común al conjunto del nacionalismo a la hora de extremar la oposición al nuevo Ejecutivo. Algo que resulta especialmente inquietante desde el momento en que la banda terrorista ha señalado al futuro Gabinete de Patxi López como objetivo prioritario de sus planes de destrucción y muerte. El PNV incurre en una grave irresponsabilidad cada vez que traspasa la línea que separa la legítima crítica política para incurrir en denuncias públicas que erosionan la legitimidad de las instituciones y los fundamentos del sistema democrático. Un discurso que todavía resta más credibilidad a su tardía apuesta por el 'acuerdo entre diferentes' después de que evitase tal posibilidad durante los últimos diez años a favor del pacto sólo entre nacionalistas.

ETA y el PNV
Germán Yanke Estrella Digital 13 Abril 2009

Que el PNV reivindique la "bilateralidad" con motivo del Aberri Eguna celebrado ayer no revela nada nuevo de su estrategia; pero, si nos volvemos hacia Cataluña (en donde los nacionalistas sólo son la minoría extravagante de su Gobierno), demuestra que algunas pretensiones autonómicas tienen más de voracidad de privilegios que de argumentos de otro tipo. El nacionalismo, en el País Vasco, está de capa caída más allá incluso de sus resultados electorales y, en esa confusión, le queda retomar claramente las posiciones anticonstitucionales, a las que por otro tipo de confusión -la de gobernar a toda costa y sin desquitarse de los complejos- se vienen abonando los socialistas catalanes desde hace ya tiempo. Ha de aclararse, sin embargo, que el anticonstitucionalismo de los nacionalistas y sus asimilados no lo es sólo contra la Constitución española de 1978, sino contra el sistema constitucional mismo. En el País Vasco la coincidencia es paradigmática: el nacionalismo nace, como un impulso reaccionario, en el momento en el que en España se abre paso el sistema constitucional, el "pueblo" mítico y administrado por sus guías contra los ciudadanos.

El PNV, en esta hora de desgracias bien ganadas, puede optar por la reflexión acerca de su papel en la democracia y en una sociedad abierta o por la "acumulación de fuerzas" de la mano del fascismo violento que anida en el seno del nacionalismo y del que, desgraciadamente, jamás se ha distanciado claramente en los últimos tiempos. Es decir, o rompe el cordón umbilical con las concepciones totalitarias o lo mantiene enfangándose aún más y más en el fracaso y la concepción antimoderna y antidemocrática de la política. Oportunidades para salir del hoyo no le faltan porque, al mismo tiempo que el PNV decide dedicar su fiesta a denunciar el "frentismo" del Gobierno que ha de constituir en breve Patxi López, ETA lo sitúa abiertamente como "objetivo prioritario" de su continuada barbarie terrorista.

No se trata de dudar acerca de si el PNV suscribe y apoya la violencia anunciada con sarcasmo totalitario (un Gobierno "sin legitimidad" y "de la violación de los derechos"), porque se sabe que no es así. Pero sí sería el momento oportuno -otro más- para que el partido que preside Iñigo Urkullu y lidera Ibarretxe se sitúe claramente en el territorio desde el que se combate democráticamente a la banda y a sus diferentes caretas electorales. El momento para modificar el argumentario: no tiene ningún sentido, a poca seriedad que se tenga, sumarse a la denuncias de ilegitimidad del futuro Gobierno de López e, igualmente, insistir en que las cosas habrían sido distintas para ellos con los votos de Batasuna o sus alias. Si todavía el PNV quiere establecer su estrategia y su posición del poder en el apoyo de unos votos totalitarios y violentos, quedará fuera del futuro e, insisto, del propio sistema constitucional.

No hay otras opciones: o el PNV elige consolarse en el fascismo (podríamos haber gobernado fuera de la ley, con los fascistas violentos, etc.) o trabajar en la oposición para, en su caso, retomar el poder democráticamente. Para tomar este último camino podría, ahora que ETA amenaza al nuevo Gobierno democrático del País Vasco, decir claramente que con ellos y los suyos, estén estos donde estén, no estará jamás.

Gente de tierra y sangre
GABRIEL ALBIAC ABC 13 Abril 2009

¿CUÁL es la lengua en que hablan los políticos?
Palabras en Bilbao. Ayer, domingo. Manifiesto del PNV en su «día de la patria». Festejo hilarante para los como yo: para todos aquellos a quienes una sonora lista de apellidos vascuences no salva -porque no les da la gana- de la degeneración cosmopolita. Sacramental liturgia para los creyentes en la tectónica fe en los mitos patrios de lengua, tierra y sangre. Georges Brassens, hace cuarenta años, se pitorreaba de eso en una descacharrante canción que glosa a «los imbéciles felices que han nacido en algún sitio». Un peligro de gente. Pero Brassens está muerto y enterrado. Y sus «felices imbéciles», más contentos que nunca de haberse conocido. Y mucho más numerosos. Respetados, incluso. Yo seré menos que polvo y nada de recuerdo, y estos del terruño patrio, hemomanía y neurona monótona seguirán dando la vara al que se tercie. Intemporales. Al fin, en este mundo, de nada salvo de la estupidez se dice lo eterno.

Palabras en Bilbao, ayer. Perfectas. En lo que limpiamente retratan la sesera del que habla. Más aún, el encefalograma de aquel que escucha sin fenecer de la risa. Palabras. De un enfermo. Que hiciera de sus fobias doctrina, sin temor al ridículo: «Vuestra raza, singular por sus bellas cualidades, pero más singular aún por no tener ningún punto de contacto o fraternidad ni con la raza española, ni con la francesa, que son sus vecinas, ni con raza alguna del mundo, era la que constituía a vuestra Patria Bizkaya; y vosotros, sin pizca de dignidad y sin respeto a vuestros padres, habéis mezclado vuestra sangre con la española o maketa, os habéis hermanado y confundido con la raza más vil y despreciable de Europa, y estáis procurando que esta raza envilecida sustituya a la vuestra en el territorio de vuestra Patria».

Palabras de un pobre tipo no muy en sus cabales. El que acuña el salvífico lema bajo el cual ponían fe y esperanza los creyentes de ayer domingo. Redoble fundacional de Sabino Policarpo Arana: «Etnográficamente hay diferencia entre ser español y ser euskeriano, la raza euskeriana es sustancialmente distinta a la raza española... El roce de nuestro pueblo con el español causa inmediata y necesariamente en nuestra raza ignorancia y extravío de inteligencia, debilidad y corrupción de corazón, apartamiento total, en una palabra, del fin de toda humana sociedad... La patria de los vascos es Euskadi. Nuestra única patria es Euskadi». Y exégesis de sus sacerdotales discípulos de un siglo luego: «Euskadi es una nación con todos los derechos... Testimonio vivo de un pueblo con identidad propia..., depositario de un patrimonio histórico, social y cultural propio y asentado geográficamente en siete territorios ubicados en dos Estados a ambos lados de los Pirineos... Nuestro objetivo político es consolidar un marco político y jurídico en el que el sujeto político del pueblo vasco en su integridad tenga definido el derecho a decidir su futuro: el reconocimiento del derecho de autodeterminación». Y a uno le lleva un viento de estupor leopardiano: Non so se il riso o la pietà prevale... ¿Risa o piedad? Pero, tras de la Europa de los años treinta, risa o piedad ante esto son por igual imposibles.

¿Cuál es la lengua en que hablan los políticos?
Palabras en Berlín. 1933. «Estamos en el final del siglo de la razón. La soberanía de la inteligencia es una degradación patológica... Desconfiemos de la inteligencia, de la conciencia, y fiémonos de nuestros instintos... Sólo sobrevivirá la raza más viril y la más dura». Cierto pintor de brocha gorda austriaco: Adolf Hitler. ¡Qué pesadez, las gentes de terruño, raza y sangre!

Patria o muerte, venceremos
Carmen GURRUCHAGA La Razón 13 Abril 2009

Su visión patrimonialista les impide reconocer que para muchos otros vascos su patria es España y que tan democrático es lo uno como lo otro

Los nacionalistas vascos celebraron ayer el Aberri Eguna (Día de la Patria) y el PNV lo hizo en medio del desconcierto y la contradicción. Consciente de que, por primera vez desde la muerte de Franco, en unas semanas habrá sido desalojado de Ajuria Enea, el futuro ex lehendakari, Juan José Ibarretxe, pronunció una frase de esas que tienen asegurado el titular: «Por la patria se puede morir, pero no se puede matar». En principio, de acuerdo, pero en el fondo, no resiste el menor análisis.

Era previsible que ETA colocara a PSOE y PP como objetivos prioritarios y así lo reitera en un comunicado emitido con motivo del Aberri Eguna, plagado de afirmaciones cínicas. Está claro que la banda prefiere un futuro gobierno vasco presidido por los socialistas con el apoyo del PP ya que, de lo contrario, hubiera propugnado entre sus huestes el voto al PNV y no la papeleta nula. Sin embargo, con su desvergüenza habitual, tilda a estas dos formaciones de «responsables políticos de una estructura impuesta, que formará el gobierno del fascismo y la vulneración de derechos». Tampoco el partido de Urkullu se aleja de esta visión fantasmagórica de la realidad cuando asegura que el ejecutivo de Patxi López estará sostenido por un partido «que no ha terminado de abandonar el espacio de extrema derecha». ¡Ahí es nada! Lógicamente, olvida mencionar que ofreció a esa extrema derecha formar gobierno en Euskadi, con tal de mantenerse en el poder.

No tendría explicación transcribir las majaderías difundidas por ETA o el PNV si no fuera por la similitud entre ellas. Además de la barbaridad que figura unas líneas más arriba, ambos coinciden en que Euskadi es una nación con todos los derechos, incluido el de la construcción nacional (derecho de autodeterminación) y que estos se extinguen con el proyecto «unionista de los españolistas», que pretende crear una España uniforme. Para ellos Euskadi es la patria de los vascos, porque su visión patrimonialista les impide reconocer que para muchos otros vascos su patria es España y que tan democrático es lo uno como lo otro, si se juega con las mismas reglas; y no parece que sea así.

Los que comparten objetivos políticos con el PNV pretenden hacer desaparecer físicamente a quienes no coinciden con su punto de vista y para ello recurren al chantaje, a la extorsión, al tiro en la nuca y al coche-bomba. La formación fundada por Sabino Arana aborrece de estos métodos, pero salvo en contadas ocasiones, nunca los ha repudiado con la rotundidad necesaria, ni ha defendido contundentemente a quienes son víctimas de la barbarie. En cambio, sus planteamientos políticos sí han servido de caldo de cultivo para que ETA cometa y justifique sus acciones terroristas.

También difieren a la hora de responsabilizarse mutuamente del fracaso del nacionalismo en estos 30 años en los que, paulatinamente, ha ido perdiendo el apoyo mayoritario del que disponía al principio de la Transición. Para el PNV, ETA es la única culpable, mientras que para la banda, el PNV es el máximo responsable del resurgir español por haber admitido la ilegalización de la izquierda abertzale. Ibarretxe sabe que quien está dispuesto a morir por la patria, también está dispuesto a matar. Por su frase es grandilocuente, pero nada más.

ESCALADA PARA DESLEGITIMAR UN RESULTADO DEMOCRáTICO
Tras la amenaza de ETA, el PNV sigue dándole argumentos contra Patxi López
IMPRESIONES El Mundo 13 Abril 2009

ETA ROMPIO EL SILENCIO que mantenía desde las elecciones vascas con un comunicado en el día del Aberri Eguna en el que fija como «objetivo prioritario» de su actividad criminal al Gobierno que presidirá Patxi López, a quien la banda califica como «caudillo».Horas después de conocerse este comunicado en el que la banda tilda de «fascista» al próximo Gobierno del PSE, los partidos nacionalistas, en sus tradicionales discursos del Domingo de Resurrección, deslegitimaron también al próximo lehendakari.El líder del PNV, Iñigo Urkullu, dijo que López gobernará «contra la mayoría social» vasca que considera a Ibarretxe su lehendakari y definió el pacto PSOE-PP como una «zarzuela española dictada desde Madrid».

La pataleta del PNV por perder el poder en el País Vasco está dando paso a un comportamiento mucho más grave.Con el comunicado de ETA encima de la mesa amenazando a Patxi López, el PNV tenía la obligación como partido democrático de distanciarse totalmente de la banda terrorista, aun criticando el pacto PSOE-PP. Los dirigentes nacionalistas se niegan a reconocer que el próximo Gobierno vasco nació de unas elecciones democráticas, lo cual es una forma de dar argumentos a la banda terrorista para, según el comunicado, atentar contra «una estructura impuesta contra los ciudadanos». He aquí cómo un delirio puede derivar en vileza.

Segundo capítulo de la crisis con el nacionalismo vasco echado al monte
José Antonio Zarzalejos Estrella Digital 13 Abril 2009

El regreso de las vacaciones de primavera -la eufemísticamente denominada Semana Santa- no puede presentarse más peliagudo para el Gobierno de Rodríguez Zapatero. Además de las encuestas dominicales de El Mundo y Público que adelantaban ayer una victoria clara del Partido Popular en las elecciones europeas del próximo mes de junio y la de ABC según la cual el Ejecutivo y su presidente no inspiran una suficiente confianza para afrontar con garantías la crisis, al Gabinete se le ha echado al monte el PNV y la banda terrorista ETA amenaza de nuevo con el asesinato fijando sus "objetivos" en el equipo que pueda formar el próximo lendakari, Patxi López. Por otra parte, la remodelación del Gobierno no ha sido acogida con la expectativas que su envergadura hubiesen merecido, quizás por su mala gestión comunicacional y acaso por una innecesaria precipitación.

En estos momentos los escenarios más angustiosos para el Gobierno socialista son claramente dos: el de la crisis económica que cursa con un desempleo galopante y, probablemente, con una posible deflación, y el vasco, porque Patxi López no está obteniendo receptividad alguna de personajes que, aunque independientes (catedráticos, empresarios) sintonizarían con el constitucionalismo socialista y moderado del PP, se inclinan por no comprometerse en una gestión que estará hostigada por el nacionalismo vasco.

Ayer, el PNV, con ocasión de la celebración del Aberri Eguna (Día de la Patria Vasca), insistió en la autodeterminación y remitió un mensaje de máximo enfrentamiento tanto con el PSE-PSOE como con el PP. La banda criminal ETA no quiso faltar en esa efemérides y se marcó una sonora amenaza contra los socialistas de López. En estas condiciones, el PSE y el PP necesitan ayuda urgentemente tanto del propio Gobierno como de los dos partidos. Aunque el PNV es posible que entre en graves contradicciones en la oposición -se supone que Urkullu se deshará de inmediato de Ibarretxe, al que relegará al grupo parlamentario-, su perestroika, desde luego inevitable, no comenzará hasta que la actual ejecutiva nacionalista logre la cohesión interna y se asegure que el PSE y el PP no prolongan a la Diputación de Álava y al Ayuntamiento de Guecho su pacto en el Parlamento de Vitoria. Sólo cuando tengan bajo previsión el alcance de ese entendimiento, los peneuvistas, muy lentamente, tratarán de reinventarse con personajes que superen la etapa de Ibarretxe y regresen a la de Josu Jon Imaz, que no ha querido moverse de la presidencia de Petronor (Repsol) a la espera de comprobar cómo se decantan las fuerzas en su partido. Es por eso muy importante que el nuevo Gobierno comience a tener una inteligente presencia en la comunidad autónoma vasca. Chaves es una baza, pero lo es más aún Blanco en Fomento y, desde luego, el empresariado medio y pequeño atendería con interés a la nueva vicepresidenta segunda, Elena Salgado.

La labor que ha de emprender el Gobierno que forme López es ciclópea: ha de poner a funcionar a la Ertzaintza en la lucha contra ETA, sanear los medios públicos de comunicación asaltados desde hace años por el radicalismo independentista y proetarra y disciplinar a un funcionariado en buena medida clientelar en el que se van a incrustar los cargos políticos que durante estos años se han asegurado retiradas cómodas a cuenta del erario público. Si ETA actúa -y lo ha hecho bestialmente estuviese quien estuviese en Ajuria Enea- no deberá caerse en la trampa de suponer que con un Gobierno del PNV hubiese sido distinto: las grandes masacres etarras se perpetraron con Garaikoetxea y Ardanza en la presidencia del Gobierno vasco, tanto en ejecutivos del PNV como de coalición con el PSE.

En el frente nacional, el Gobierno tiene que disputar la segunda vuelta de la crisis con el nombramiento de secretarios del estado y generales, comenzando por el de Economía después de que David Vergara haya anunciado que abandona esa responsabilidad que desempeñó con Solbes durante cinco años. Salgado no puede confundirse con su número dos porque sobre él pivotarán gravísimas responsabilidades de gestión. Es preciso un perfil que complete a la vicepresidenta y hasta que la refuerce. Y no hay mucho donde elegir en unos tiempos en los que se administra la miseria y no como antaño, que se manejaba la abundancia. Por otra parte, Salgado ha de ganar fuerza con empresarios y sindicatos ante los que es una desconocida, aunque ni los unos ni los otros tengan mal concepto de ella. Elena Salgado dispone de trayectoria contrastada y es conocida su eficacia; ahora hace falta saber si, además de eficaz, es solvente en sus decisiones y ejerce sus funciones con autonomía y coordinación.

Chaves, mientras tanto, se trae a su gente de Andalucía -que deja desguarnecida y al cuidado de un José Antonio Griñán ya cansado pero al que prefiere sobre otras opciones como las que acariciaba el propio Zapatero- y debe encararse, además de con el País Vasco, con la financiación de Cataluña -clave para que el Gobierno tenga los votos de CiU y ERC en los Presupuestos del 2010- y la difícil interlocución con Madrid, Valencia y Galicia. Blanco lo tiene más fácil porque podrá repartir dinero; Gabilondo complicado porque no hay peor cuña que la de la misma madera y habrá de lidiar con sus colegas; González Sinde, peor aún porque se enfrenta con ese magma anónimo de internautas que no están dispuestos a que la Red no sea lo que es ahora -el puerto de Arrebatacapas-, y Trinidad Jiménez habrá de bordear el milagro porque para la Ley de Dependencia quedan unos recursos que no permitirán desarrollarla significativamente hasta dentro de varios años.

Mientras, en el PP se respira una cierta euforia que se representará esta semana con la investidura de Núñez Feijóo como presidente de la Junta de Galicia. El llamado 'caso Gürtel' y la trama de espionaje -supuesta- de la Comunidad de Madrid darán titulares, pero Rajoy y sus asesores saben que la contundencia de la recesión y de los datos que arroja mes a mes -PIB, desempleo, actividad industrial, confianza- resultan, a la postre, sus mejores argumentos contra el Gobierno socialista.

Es muy posible que Aguirre, para alinearse con la facción mayoritaria del partido y siguiendo las sugerencias de Rajoy, remodele su Gobierno en Madrid. Existe un pacto implícito en función del cual la trama presunta de espionaje no se investiga en Génova -sigue la tramitación por el fiscal del Tribunal Superior de Justicia de Madrid de las denuncias presentadas-, pero, a cambio la presidenta merma sustancialmente el poder de González y de Granados. La lideresa es muy consciente de que tiene a tres parlamentarios autonómicos imputados, siendo uno de ellos hasta hace semanas consejero de su Gabinete. Está obligada a mover ficha para no estropear el momento dulce del PP: Rajoy no quiere que en la campaña de las europeas le saquen a relucir las malas compañías de la dirigente madrileña ni le arrojen corrupciones, probadas o supuestas, sobre sus discursos en las decenas de mítines que tiene proyectados por toda España para, en junio, enviarle a Rodríguez Zapatero el siguiente telegrama: ZP, esto se ha acabado. Eso es lo que, al menos, suponen en la sede de los populares, que esperan también que el individuo que les zahiere por las mañanas pase el verano fuera de la sombrilla episcopal, o sea, a pleno sol. Y a ser posible como los protagonistas de Lunes al sol: en el paro radiofónico. Mientras, Javier Arenas se ve en el Palacio de San Telmo. Tiempo al tiempo.

El PNV vuelve a deslegitimar un gobierno de López después de que ETA lo marque como objetivo
El PNV vuelve a deslegitimar un gobierno de López después de que ETA lo marque como objetivo
Otegi llama a los nacionalistas a unirse por la independencia
Inocencia, benefactora de la causa etarra
ALBERTO LARDIÉS, BILBAO ABC 13 Abril 2009

Tan sólo un día después de que ETA colocase en su siniestra diana al Gobierno que liderará Patxi López, el PNV aprovechó su último «Aberri Eguna» (día de la patria vasca) en el poder para continuar deslegitimando los resultados electorales del pasado 1 de marzo y, por ende, al futuro Ejecutivo. Una peligrosa estrategia que parece denotar la amargura de la derrota no asumida y que coincide en buena parte con los argumentos esgrimidos por la banda asesina.

El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, fue muy claro y no tuvo empacho en asegurar que el nuevo gobierno vasco que se conformará próximamente liderado por el PSE-EE y sostenido con los apoyos del PP «nacerá de la trampa y del engaño», en referencia a la ilegalización de las marcas electorales proetarras. Cabe recordar que en su comunicado amenazante, tampoco ETA reconocía «ninguna legitimidad democrática al nuevo gobierno de Gasteiz».

Para el líder de los jeltzales, el nuevo gabinete nace asimismo «del frentismo contradictorio y débil, en base a un acuerdo oscuro para Euskadi pactado entre Rajoy y Zapatero, y sustentado en presuntas poderosas razones de Estado».

Lenguaje agresivo
En su discurso, Urkullu advirtió de que el PSE-EE gobernará «contra la mayoría social» de Euskadi y criticó que el PSOE «haya ilegalizado en su propio beneficio o en perjuicio del PNV». En este sentido, arremetió contra socialistas y populares por «crear un frente a escondidas».

Iñigo Urkullu considera que el nuevo gobierno vasco «nacerá de la trampa y el engaño»
Arropado en los verdes y rojos de las ikurriñas que ondeaban, Urkullu optó por un discurso plagado de referencias a la presunta patria vasca y de comentarios que repelen todo lo que huele a español y sus símbolos. Agresividad antiespañola en estado puro. Así, rechazó «el pacto español»; aseguró que «Euskadi es la patria de los vascos»; apuntó que «la bandera española ondeará en Ajuria Enea», y destacó que el PNV «no se siente representado por esos colores». «La nuestra, la que nos da impulso vital es la ikurriña», añadió como colofón.

El lendakari saliente, Juan José Ibarretxe, también se refirió a la cuestión de la mayoría, y con sus palabras llegó a superar las tesis de Urkullu, al sostener que el PNV es «la mayoría natural» de Euskadi, ante los aplausos de sus fieles, enfervorizados en mostrarle su apoyo, quizás como paso previo a la despedida. Una muestra cristalina de esa forma de patrimonializar lo vasco que ha exhibido el PNV tras 30 años en el poder.

Asimismo, Ibarretxe afirmó que el pacto entre el PSE y el PP para propiciar un cambio en Ajuria Enea «será de largo recorrido».

Aviso a navegantes
Para no perder el hilo de su discurso habitual tras saberse que no seguirá como lendakari, Ibarretxe volvió a su argumento de que su partido «liderará» Euskadi en los próximos años y trabajará «con serenidad e inteligencia para sacar adelante este país desde las diputaciones, ayuntamientos y desde el Parlamento vasco». «Somos el líder natural porque así lo quiere la gente en este país y no vamos a defraudarles», subrayó. Todo un aviso a navegantes para la nueva fuerza gobernante y su apoyo parlamentario.



Señala al Gobierno de Patxi López como «objetivo prioritario»
La banda seguirá «golpeando» para lograr la independencia
R. N. La Razón 13 Abril 2009

Madrid- ETA ha hablado de nuevo y lo ha hecho para reafirmar que sigue inamovible en sus argumentos criminales. Coincidiendo con la celebración del Aberri Eguna, el Día de la Patria Vasca, los terroristas han dejado claro, a través de un comunicado publicado en el diario «Gara», que no piensan renunciar a los atentados «mientras no se pase de los discursos a los hechos». La banda terrorista hace hincapié en que si el País Vasco no camina hacia «un escenario de autodeterminación», nadie debe pedirle «que renuncie a la lucha con las armas para hacer frente al enemigo».

Los etarras también aprovechan su comunicado para amenazar al futuro Gobierno vasco presidido por el socialista Patxi López. Sus «responsables políticos», dicen sin ambages, «serán objetivo prioritario de ETA». En el documento se tilda al futuro lendakari de «caudillo» que lidera una «estructura impuesta». «Al igual que advertimos de que el Gobierno de Ibarretxe sería el Gobierno del fraude para cualquier abertzale -aseguran los terroristas-, ahora queremos afirmar que el de López será el gobierno del fascismo y de la vulneración de derechos».

Haciendo gala de su lógica del terror, la banda añade que «mientras se desarrolle la imposición de los estados contra su ciudadanía mediante armas y violencia, ETA reafirma el compromiso de seguir golpeando a los enemigos de Euskal Herria». Pero los etarras también tienen palabras para Aralar, la formación abertzale escindida de Batasuna. ETA vaticina que «será castigada en la historia de este pueblo con adjetivos amargos».

Eso sí, la banda celebra los 100.000 votos nulos de los últimos comicios vascos, «los cimientos más valiosos para la libertad de Euskal Herria». Otro «proceso» ETA también muestra su oposición al Estado de las autonomías, que en su opinión «en los últimos 30 años no ha servido para construir una Euskal Herria unida, euskaldun y libre». Al contrario, añade, «ha valido para fortalecer e inflar a los sectores y agentes españolistas que antes andaban amilanados». Por último, vuelve a apostar por un futuro proceso de negociación que permita «consensuar con las fuerzas democráticas» una «estrategia» para «la solución democrática al conflicto».

http://www.geocities.com/agli.geo/20090413.htm

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