jueves, septiembre 06, 2007

Mikel Azurmendi, No pro, pero si a favor

jueves 6 de septiembre de 2007
No pro, pero sí a favor
POR MIKEL AZURMENDI
ES un derecho de los ciudadanos opinar, reunirse, manifestarse, votar y ser votados. La Plataforma Pro nuevo partido político que ha salido de Basta Ya, tiene todo el derecho del mundo para presentarse ante el electorado y auspiciar el programa que desea. La democracia es crítica o no es nada, y también competición, pero ¿por qué es necesario un nuevo partido que no ha sido capaz de plantear el más mínimo debate democrático dentro de los dos grandes partidos españoles o de alguno de ellos? A mi modo de ver, ésta es la cuestión importante y no la de si robará votos a tal o a cual partido o de si tiene muchas cosas nuevas que decir o de si emerge virgen sin las viejas y desagradables hipotecas de los dos grandes partidos.
En el juego del actual sistema democrático sería necesario un partido nuevo y renovador (no comunista ni nacionalista, se entiende, sino preocupado por la libertad, la cohesión nacional y la función solidaria del Estado de derecho) sólo a condición de que sus ideas hubiesen horadado las conciencias de los militantes del PSOE y/o del PP de tal manera que les hiciese entrar en seria contradicción con el funcionamiento de su estructura partidaria y de ideas. La disputa del poder genera militantes cabreados en todo partido político democrático y, casi siempre, buenas razones para ese cabreo. Casi ningún militante da por bueno el 100 por ciento de los postulados de su partido en la disputa política ni tampoco de su funcionamiento interno. Cuánto menos los ciudadanos que votan; por eso una buena parte de ellos lo hace con harto pesar y sin saber si aciertan a expresar lo que realmente les interesa. Y por eso cambian bastante a menudo de voto y alternan de partido.
Pues bien, crear un partido nuevo en las actuales circunstancias debería haber servido ya para ayudar a que muchos militantes de un partido o de los dos grandes hubiesen visto la necesidad de cambiar el sentido de su voto y hasta de la militancia. Y no parece que sea el caso: quienes más lo aplauden, lo hacen por saludar el desplante de lo nuevo, como al adolescente que te manda a freír huevos. Las propuestas ideológicas y políticas de los animadores de la plataforma a favor de un nuevo partido provienen esencialmente del sector del PSOE (o del voto orientado hacia éste) que animó la plataforma cívica Basta Ya cuando se daban las condiciones de unidad de los dos grandes partidos. Cuando el gobierno del PSOE rompió la unidad pactada con el PP en materia de Libertades y Antiterrorismo, se rompieron también las condiciones de unidad de los ciudadanos de Basta Ya. Y ésta ya no fue lo que había sido precisamente porque no lo quisieron así esos actuales animadores, pues sucedió que la abandonaron los efectivos que en ella provenían del PP así como los muy numerosos que provenían de la ciudadanía sin adscripción partidaria. Esta ruptura se verificó en marzo de 2006, en San Sebastián, tras una asamblea en la que el sector que ahora protagoniza crear un nuevo partido se opuso a la discusión acerca de la novísima situación social creada por la ruptura del Pacto Antiterrorista y tampoco hizo suyas algunas críticas de funcionamiento burocrático en que estaba incurriendo la plataforma cívica. Ésta se constituyó en adelante en una página web que, en meras labores de intendencia, esencialmente ha promocionado a los actuales líderes de esta propuesta de nuevo partido político. Recuérdese que los escritos públicos de esos líderes durante aquella época daban un apoyo al presidente del Gobierno en sus negociaciones con ETA, desautorizaban las enormes manifestaciones de calle de las víctimas del terrorismo y acusaban al PP de mantenerse en posiciones numantinas en lo concerniente a ETA. Y, mientras, los ciudadanos que no hacían suya esa posición, acudíamos a las manifestaciones de las víctimas.
Tenemos en gran estima a los amigos de la plataforma pro nuevo partido por lo que hemos hecho conjuntamente y porque ahora se muestran críticos con el gobierno del PSOE en lo relativo a las negociaciones con ETA (aunque no nos han dicho todavía por qué alteraron sus posiciones y en virtud de qué informaciones), críticos en lo relativo a los pactos socialistas con partidos nacionalistas, en sus experimentos de centrifugación del Estado, de guerracivilismo, etcétera. Es obvio que estas ideas críticas de esos amigos, con las que no han convencido a los militantes del PSOE, ya las defiende el PP. Algunas otras ideas de esos amigos, especialmente las relativas a la educación, no parece que estén en sintonía con las que ahora defiende el PP. Y muchas otras no estarán en sintonía, supongo, ni consigo mismas porque uno no lo tiene todo igual de claro siempre y, además, uno cambia. Es de constatar que ni el PSOE ni el PP han sabido promover un debate para involucrar las voces de esos amigos en la depuración de sus respectivos idearios y programas. Al PSOE le entiendo bien, porque me da que su propuesta actual solamente la podrán alterar muchos años de alejamiento en la dirección del gobierno de España. Pero es bochornoso que el PP no haya prestado atención a la rectificación de estos amigos y a su capacidad de lucha abriendo un debate público con ellos a fin de diseñar en conjunto unos objetivos mínimos de búsqueda de una salida a la crítica situación actual de nuestro país. Muchos ciudadanos de la antigua plataforma y de otras nos hubiésemos sumado a esa dinámica que, seguramente, originaría nuevas ideas y propuestas de acción más acordes a la grave situación que está agostando el sistema político.
La cuestión estriba, pues, en saber qué debe hacer un luchador por ideas que quiere llegar a ser reformador de situaciones sociales complicadas. Se me antoja que a ese tal le es muchísimo más útil priorizar lo primordial (la lucha por la libertad y la igualdad de todos los ciudadanos) uniéndose en torno a ello pero poniendo sobre el tapete bien claras las cuestiones que separan. ¿No es bastante más útil en esta fase de la democracia en España ensuciarse las manos en tareas compartidas con quien ha mantenido en pie las cuestiones centrales de la libertad y la lucha contra el terrorismo que acrisolarse en ideas mucho más fulgentes pero que no son las que modificarán ahora mismo el signo de la realidad? Desde siempre cierta imagen narcisista del luchador de izquierdas ha solido precisar de sempiterna autorreferencia izquierdista y progre pero el caso contrario se acaba de producir en Francia, donde muchos pensadores de izquierda han sabido aparcar su narcisismo para ser útiles al país. Está por ver si se equivocan. Pero lo otro ya era la equivocación de siempre.
A mi entender, valdría la intentona del nuevo partido a condición de estar probado antes que el PP y el PSOE ya no valen como partidos susceptibles de renovarse democráticamente en las condiciones actuales. Está claro que el PSOE ya no en estas condiciones. El PP tiene todavía tiempo de probarlo. Hasta marzo al menos. ¿Lo aceptarían los de la Plataforma Pro? La ciudadanía más susceptible de simpatizar con el proyecto lo estimará.
MIKEL AZURMENDI
Profesor y escritor

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