viernes 7 de septiembre de 2007
Segundas marcas de ETA
No ilegalizar a ANV es justificar el terrorismo
El presidente del Gobierno ha decidido negar la realidad, prescindiendo de ella. Es su nueva fórmula. Se calla, guarda silencio y se quita del medio.
Ignacio Villa
El acoso, las amenazas, los abusos y el chantaje que los proetarras están utilizando en la localidad guipuzcoana de Lizarza se han convertido, este jueves, en el ejemplo claro y nítido de la forma de actuar públicamente de las franquicias de los terroristas etarras. Y es que Accion Nacionalista Vasca no sólo es una franquicia de ETA; no son simplemente unas siglas que sirven como excusa para abrir el grifo de las subvenciones y de las ayudas económicas. Han pasado de forma descarada al ataque, a la beligerancia y a la confrontación contra la democracia. Actúan bajo el paraguas de la banda y al mismo tiempo han iniciado ya una clara estrategia pública de acoso y derribo contra todo lo que sea la normalidad y la decencia democrática, al más puro estilo de los terroristas.
Nadie esperaba que ANV condenara los atentados de la banda terrorista ETA, puesto que son su propia marca. Eso entraba en el guión. Ahora además se han quitado la careta de forma descarada y se han lanzado al ataque. En este sentido, hay que subrayar lo ocurrido en Lizarza donde amenazan a la Alcaldesa y concejales del Partido Popular por participar en las fiestas o en la ciudad de Pamplona donde en el Ayuntamiento han retirado las banderas de España y de Europa en la sala donde minutos después ofrecían una rueda de prensa.
¿Sorpresa por lo ocurrido? Ninguna. Lo que pasa es que esta actitud, esta estrategia tan descarada, tan insistente y tan clara deja en evidencia y en ridículo al Gobierno Zapatero y al Partido Socialista. ¿Quién puede defender con un mínimo de responsabilidad y de seriedad, desde los principios democráticos, la presencia de ANV en los Ayuntamientos? ¿Quién puede tener el descaro de decir públicamente que no hay pruebas para ilegalizar a Acción Nacionalista Vasca? Nadie. ¿Cómo se puede escurrir el bulto de esta manera como si esta franquicia de ETA fueran cuatro amiguetes radicales? De ninguna manera. Y eso menos lo puede hacer el Gobierno de España. Y lo está haciendo descaradamente.
Lo que está claro es que ANV está haciendo lo que era previsible, está cumpliendo al milímetro el guión escrito desde los terroristas. Lo que no se puede entender es que el Gobierno de Zapatero siga mirando hacia otra parte, justifique con su silencio a los terroristas, ampare con su complicidad las reacciones de esta gentuza contra los ciudadanos que creen y defienden las Instituciones democráticas. El presidente del Gobierno ha decidido negar la realidad, prescindiendo de ella. Es su nueva fórmula. Se calla, guarda silencio y se quita del medio. Mientras, los terroristas y sus franquicias siguen campando por sus fueros. Zapatero sabe perfectamente que ahora mismo no ilegalizar ANV es justificar a los terroristas.
jueves, septiembre 06, 2007
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