martes, septiembre 04, 2007

Ignacio Camacho, ¿Es la economia?

martes 4 de septiembre de 2007
¿Es la economía?

IGNACIO CAMACHO
VIENE en el AVE con el breve equipaje de un portafolios, el ordenador portátil y el traje de ejecutivo alicatado hasta el cuello sobre su bronceado de Sotogrande. O sea, que ya ha empezado a trabajar; como es sociólogo, le he preguntado si tiene encuestas sobre el estado de la opinión pública tras el último verano preelectoral. Imposible evitar que se me escape la mirada sobre su maletín como quien codicia un tesoro.
«Sí, tengo encuestas, y más que voy a hacer, pero no son exactamente del tipo que a ti te interesan. En este momento hay muchas personas, digamos que de empresas y bancos, sumamente preocupadas por la percepción de la coyuntura económica. No sólo hábitos de consumo, sino sobre todo la fuerza de dichos hábitos; por decírtelo de otro modo, es muy importante saber hasta qué punto la gente está dispuesta a prescindir de determinadas costumbres de compra o hasta dónde se puede endeudar para mantenerlas. Digamos que son personas inquietas ante ciertos fenómenos que aparecen en los indicadores adelantados de la economía, esos que aún no contemplan los políticos, que sólo saben mirar estadísticas a toro pasado. Creo que a Zapatero, por ejemplo, esto de los indicadores adelantados no se lo explicaron en las famosas dos tardes de lecciones económicas urgentes; de otro modo, sería más cauto al hablar de grandes cifras. Lo de triunfalista lo has dicho tú; yo digo que en su lugar miraría, por ejemplo, las últimas cifras de recaudación de IVA antes de mandar tocar campanas de júbilo. En fin...»
«¿Qué hasta dónde pueden influir en la política esos síntomas de inquietud socioeconómica? Pues eso es parte de lo que estamos preguntando, pero mi impresión general es que no demasiado, salvo que se precipite la alarma. Yo te diría que estamos en esa fase en que quienes toman decisiones a medio o largo plazo, en el mundo empresarial, están echando el freno, pero es algo pronto para que la mayoría de los ciudadanos lo noten en su bolsillo o en su empleo. Y también te digo que, en general, en España las elecciones se ventilan tradicionalmente por criterios políticos. Muy políticos. Esto es curioso, porque si miras los discursos de los grandes líderes, se percibe claramente que hay una inflexión hacia lo económico después de una legislatura enormemente politizada y crispada. Como si se arrepintiesen de ello.»
«Y claro, el factor decisivo va a ser el peso de esos tres años en la decisión del electorado. Si se van a dejar influir por la recta final o han ido sedimentando una opinión en este tiempo. El primer supuesto beneficia al PSOE, el segundo, al PP. Parece que Zapatero ha querido abrir otra minilegislatura a partir del fracaso del proceso con ETA, pero aún no sabemos si eso va a funcionar en una opinión pública muy dividida. Hasta ahora, lo poco que yo he podido ver me indica que pesa mucho el trienio de bronca, aunque no tan unánimemente en contra de ZP como podría parecer a primera vista. Por eso están saliendo esos resultados tan igualados. Pero mira, lo apasionante es averiguar la letra pequeña de algunos estudios. Por ejemplo, conocer la relación que hay entre el voto y el consumo, o si el votante de izquierdas se entrampa más que el de derechas... ¿tú crees que los políticos lo saben? No, no es tan fácil como supones, ese ámbito cotidiano es una caja de sorpresas...»

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