lunes 3 de septiembre de 2007
Zapatero da el primer paso Germán Yanke
Bien preparado, desde luego, el comienzo del curso del presidente Rodríguez Zapatero: larga entrevista en El País, mensajes optimistas, trampas mejor disimuladas que en otros momentos, acto público el domingo para que siga siendo de actualidad la presencia pública del presidente el primer lunes laborable de septiembre.
El líder de la oposición quiso tener su día de “presentación” el sábado. Mala elección estratégica, independientemente de que no tuviera noticias de la entrevista al presidente. Hoy, lunes, aquello queda en el pasado remoto. Incluso su presencia en la carretera para ver el comienzo de la Vuelta a España. Por cierto, ¿por qué resulta tan artificial la vida privada de los políticos? Rajoy no va a ver el comienzo de la ronda ciclista con sus amigos, ni con un viejo conocido del mundo de la bicicleta, ni con su familia, sino con los dirigentes del PP en Galicia, que se quitan forzadamente las corbatas y aplauden mirando de reojo las cámaras de los zoógrafos.
Las importantes detenciones de dirigentes y expertos en explosivos de ETA refuerzan al Gobierno. Incluso los artefactos de ayer domingo le colocan en la posición en la que sólo queda el apoyo a la persecución de los terroristas. Las críticas políticas deben encuadrarse, para ser entendidas en este escenario, en el respaldo al Gobierno, deben ser planteadas de modo positivo, quizá más como una aportación que como una crítica. Puede no gustar, sobre todo después de tanto error de Rodríguez Zapatero en estos años precedentes, pero es así. Juega en esto con ventaja en la opinión pública y puede permitirse, como en la entrevista citada, tonterías sentimentales como decir que se inicio el maldito “proceso” porque el presidente tiene “entrañas”.
En el otro lado, además de comenzar a destiempo, el PP inicia el curso con mal pie. Fraga no calla y vuelve al tema de Ruiz-Gallardón, al que apoya sin resquicio de duda. El problema, desde luego, no es Fraga, ni Ruiz-Gallardón, sino las asignaturas pendientes con las que inicia esta última singladura antes de las elecciones Mariano Rajoy. Con más urgencia que nunca precisa un equipo que piense en lo del sábado o el domingo, en lo del ciclismo, en lo de las corbatas y en lo de las compañías.
El presidente Rodríguez Zapatero ironiza sobre el PP diciendo que hay más codazos en él por ir de número dos que de número uno. En la broma se le escapa el elogio de Rajoy —nadie le disputa el puesto— y la inconsistencia: en el PSOE se disputan por el número seis y siete. Pero es verdad que Rodríguez Zapatero manda y que, en el PP, quieren que Rajoy mande. ¿Se entiende que uno calle y otros protesten por el deseo de estar ahí de quien más votos puede aportar a la derecha? Es como elegir el sábado para comenzar el curso.
lunes, septiembre 03, 2007
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