El reto birmano
27.09.2007 -
La represión protagonizada ayer por la Junta Militar que gobierna Birmania contra los miles de manifestantes -entre ellos, los respetados monjes budistas- que llevan días exigiendo pacíficamente la democratización del país exige de la comunidad internacional una inmediata reacción acorde a la gravedad de uno de los conflictos olvidados del planeta. No se trata únicamente del intolerable castigo infligido ahora a los disidentes, con cargas y disparos contra la multitud que han provocado ya varios muertos y decenas de detenidos. El régimen ya había acreditado su brutalidad ahogando con 3.000 víctimas mortales la revuelta de 1988, una respuesta atroz que intensificó después al anular el triunfo electoral de la Liga Nacional para la Democracia que encabeza Aung San Suu Kyi. El prolongado arresto de la Premio Nobel confronta a los gobiernos democráticos con la insuficiencia de su compromiso con la ciudadanía birmana, atenazada por la persecución ideológica, la pobreza y la corrupción.Los acontecimientos de las últimas horas evidencian la necesidad de superar la retórica de la contención hacia la Junta que comanda Myanmar -el nombre del país impuesto por los militares- por una estrategia de presión efectiva, con implicación de la ONU y sanciones contra los sectores decisivos para la supervivencia del régimen que no sólo lo disuadan, sino que fuercen a un diálogo real con la oposición. Ese objetivo no podrá llevarse a cabo mientras Rusia mantenga su posición contemporizadora y, sobre todo, mientras el gigante chino siga supeditando la normalización del país a sus notables intereses económicos. La influencia de Pekín parece estar detrás de la dilación de la Junta en reprimir las manifestaciones desatadas hace una semana, aunque no ha bastado para evitar el derramamiento de sangre. La persistencia del Gobierno chino en su condescendencia constituiría una nueva prueba de cargo contra su pretendida disposición a democratizarse y ratificará su desconsideración hacia el respeto más elemental a los derechos humanos.
miércoles, septiembre 26, 2007
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