jueves, noviembre 27, 2008

Hermann Tertsch, Nosotros en Bombay

Nosotros en Bombay

HERMANN TERTSCH

Jueves, 27-11-08
SI no llega a estar Esperanza Aguirre allí en viaje oficial es posible, probable incluso, que la mayoría de los españoles hubieran prestado poca o ninguna atención a la masiva operación terrorista que ayer se desencadenó en esta ciudad india. Cuyas consecuencias y desenlace estamos lejos de saber en estos momentos. Quizás por eso, la presencia allí de una delegación de la Comunidad de Madrid sirva, de forma absolutamente involuntaria por parte de sus integrantes, para fortalecer un poco la atrofiada percepción de riesgo que se tiene en este país pese a todo lo que nos ha pasado. La toma coordinada de diversos edificios de la ciudad india, todos ellos frecuentados por extranjeros, va mucho más allá de lo que pueda calificarse un atentado. Estamos probablemente ante la operación terrorista militar más osada y ambiciosa de las habidas en tiempos de paz.
Los acontecimientos de Bombay -Mombai se empeña en llamarlo la India oficial sin que el resto de los indios le haga ningún caso- suponen un salto cualitativo en la estrategia terrorista que es comparable al ataque contra las Torres Gemelas de Nueva York el 11 de septiembre de 2001. Los comandos terroristas han logrado tomar puntos neurálgicos de la ciudad y han paralizado, militarmente, la capital financiera y tecnológica del segundo país más poblado del orbe. Los hechos se producían cuando se anunciaba una alarma en Nueva York por una amenaza de gran atentado contra el sistema de comunicación de la ciudad, en principio de su red de ferrocarril metropolitano.
Y el mismo día en que Al Qaeda hacía público un vídeo con amenazas directas a España a la que situaba en primera línea enemiga junto a Estados Unidos, Francia e Israel. Aviso para navegantes. La Alianza de Civilizaciones de nuestro presidente no parece cuajar como vía obsequiosa para que los terroristas se olviden de nosotros y busquen otros objetivos. Nuestros enemigos no tienen nada contra la cúpula de Barceló. Pero ni este gasto ni otros los convertirán en nuestros amigos.
Ahora que se va el presidente George Bush después de ocho años y sin perder nunca unas elecciones, muchos parecen disfrutar acusándole de todos nuestros males, hasta de la maltrecha competitividad de la economía española. Pero parecen olvidar que, con todos sus posibles errores y excesos, no sólo verbales, el presidente Bush cumplió una promesa que solemnemente hizo a los norteamericanos después del 11 de septiembre. Y fue que haría lo imposible para que no se repitiera un ataque como el que sufrió Estados Unidos cuando acababa de llegar al poder. Un atentado que ha marcado todo su mandato. Y lo cierto es que durante todos estos años se ha intentado atacar a Estados Unidos con la misma ferocidad que entonces. Y también lo es que todos los intentos han sido abortados. Esperemos que el nuevo presidente tenga en este campo el mismo éxito. Este día de Bombay debiera refrescarnos a todos la memoria. Y procurar algo de conciencia a quienes no quieren entender que estamos en una guerra contra un enemigo que solo será satisfecho con nuestra liquidación. A defenderse toca.

http://www.abc.es/20081127/opinion-firmas/nosotros-bombay-20081127.html

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