Edurne Uriarte, Socialismo esnob

Socialismo esnob

EDURNE URIARTE

Jueves, 20-11-08
La diferencia entre despilfarrar dinero público en un Audi, en un Lexus, en un despacho o en una obra artística es que esto último se vende mucho mejor en el mercado de la política. Más que nada porque no tiene precio, como diría Moratinos, y hay una buena cantidad de gente que se lo cree. O, lo que es lo mismo, ponga usted un precio disparatado, veinte millones de euros, por ejemplo, que se los pagarán.
Lo que forma parte de una necedad ampliamente aceptada en el mercado del arte, la meca del esnobismo contemporáneo. Allí donde los multimillonarios pagan las cantidades más delirantes para lograr la diferencia, el signo social del máximo poder. Que ya no está en las casas, los yates, los coches o las joyas, sino en la posesión de arte. Eso, y no la genialidad de los artistas, ni mucho menos el incomparable gusto artístico del comprador, explican los exorbitantes y enloquecidos precios del arte.
Es el lado más idiota del dinero y del poder, pero allá los multimillonarios con su dinero. Que sostengan, si les da la gana, esta feria de vanidades que es el arte que no tiene precio. Otra cosa es que lo haga el Estado. Que, además, lo hagan los socialistas. Y que el artista que no tiene precio también sea socialista. Socialista y avispado hombre de negocios, que ha sacado veinte millones de donde estaban presupuestados cuatro.
Es un gran artista y es una bella obra. De acuerdo. Pero ni el artista ni la obra valen veinte millones de euros. Al menos, no del dinero del Estado. Los valen en el mercado de los esnobs. Que es en el que ha entrado el Gobierno socialista. Con los Audis, con el despacho de Touriño, con el Lexus de la consejera del Gobierno extremeño. Y con la cúpula. De los coches, se alega que es por seguridad. Del despacho, que las condiciones de trabajo. Y de la cúpula, que la genialidad.
Como la genialidad no tiene precio, aún desconocemos el desglose de la factura final, la justificación de los retrasos, la participación exacta del dinero público, el estatal y autonómico. Y los honorarios del genio. Que no se explica. Pero sí cobra. Este cliente multimillonario paga lo que haga falta.

http://www.abc.es/20081120/opinion-firmas/socialismo-esnob-20081120.html