Lo que sabe un presidente
FÉLIX MADERO
Lunes, 24-11-08
PARA un presidente, Zapatero por ejemplo, o quien aspire a serlo en el PP (después de lo dicho por Aznar, no tengo muy claro qué nombre poner aquí), ha escrito un libro Richard Muller, catedrático de la Universidad de California. Muller tiene la convicción de que no se puede llegar a determinados cargos sin un mínimo de conocimientos, que es lo que en España ha ocurrido desde que tenemos un inquilino en La Moncloa. Nuestros presidentes han sido intuitivos, astutos, listos, ciclotímicos, depresivos, audaces, imprudentes, reflexivos, fanfarrones y arriesgados. Pero cultos, formados y bien pertrechados de conocimientos, no. Calvo Sotelo, el más breve y gris, puede que sea la excepción.
Muller dice: evitemos que un presidente sepa utilizar ecuaciones y descripciones matemáticas detalladas, pero asegurémonos de que está preparado en las siguientes materias: terrorismo, energía, bombas nucleares, espacio y calentamiento global. Sin este bagaje no se debería gobernar. Por ejemplo. Qué cree usted que pasaría si le pedimos a Zapatero que explique la diferencia entre fusión y fisión nuclear. Y qué si hacemos lo mismo con Rajoy y le pedimos que nos diga cuál es el impacto de la tecnología humana sobre el clima. Qué responderían nuestros dirigentes si se les pregunta por el impacto de una bomba sucia, que esparce material radiactivo pero no es una explosión nuclear. Y qué sobre el poder energético de la gasolina y de las galletas. Sí, oiga, de las galletas. Muller ha hecho todo un curso de física para futuros presidentes, y de paso ha borrado el potencial de cientos de asesores que, se supone, están para esto.
Pero dejemos la física y hablemos de nosotros, ahora que Zapatero anuncia un plan urgente de inversiones contra el paro. Algo, lejos de la física, le pasa a nuestro presidente que cuando se ocupa de los que más sufren no resulta creíble. A mí, supongo que a muchos de ustedes, no me hace gracia la burla que despierta Zapatero cuando habla de inmigración y pobreza; de sus causas y de sus consecuencias. Ésta es la verdadera física que el presidente de mi Nación debería dominar. Por eso le invito a que entre en la página web de Cáritas y lea sus últimos informes. Ese que habla de los sin techo; ese que dice que el 13 por ciento de los que duermen en la calle ha pasado por la Universidad; el que afirma que una gran mayoría son abstemios y jamás han probado las drogas. El que rotundamente confirma que muchos están en la calle porque perdieron el empleo, y ahí empezó el drama. Esto es lo que mi presidente debe saber. Esto es lo que debe evitar por mucho que Solbes se remueva en la silla cada vez que escucha la palabra déficit situada por encima del 4 por ciento. Son los parados, los que hay y que los vendrán, las biografía rotas que Cáritas denuncia las que deberían ocupar a un presidente. Que no sepa la diferencia entre clima y tiempo meteorológico es lo de menos. Incluso si le llaman, como Aznar hace, rancio y apolillado, dé una vuelta a esto de los parados. Sea valiente, osado, atrevido.
Los parados, presidente, los parados.
fmadero@puntoradio.com
http://www.abc.es/20081124/opinion-firmas/sabe-presidente-20081124.html
domingo, noviembre 23, 2008
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