El duelo Falange-Juventudes Socialistas
30 de Noviembre de 2008
Pío Moa
“Deformaciones propagandísticas divulgadas con extraordinaria insistencia jan conformado la opinión casi general de que fue la Falange la iniciadora del terrorismo (…) Cabe pensar que desvirtuaciones tan empeñadas broten de cierta necesidad de oscurecer los hechos. Los cuales fueron cabalmente los opuestos. Las Juventudes Socialistas se decantaban por la violencia de forma incuestionable y desde antes de nacer la Falange, y fueron ellas las que iniciaron la dialéctica de los puños y las pistolas, precisamente contra la libertad de expresión de sus contrarios. Así los testimonia Tagüeña, entonces líder juvenil implicado en estas acciones: “Las calles se ensangrentaron con motivo de la venta de FE, órgano de la Falange Española, ya que grupos armados socialistas estaban dispuestos a impedirla” (…) Ya durante la campaña electoral de noviembre del 33 un joven de las JONS murió acuchillado en Daimiel, en un mitin socialista, y un mitin de José Antonio fue tiroteado, dejando un muerto y una señora malherida.
En enero y febrero fueron asesinados un falangista en Villanueva de la Reina, otro en Zalamea y otro en Madrid , más el capataz de venta de FE. En febrero otro cayó en Éibar y uno más en Madrid , aparte de varios heridos El líder falangista trataba de frenar el ansia de venganza de sus seguidores: “Una represalia puede ser lo que desencadene en un momento dado (…) una serie inacabable de represalias y contragolpes. Antes de lanzar así sobre un pueblo el estado de guerra civil, deben los que tienen la responsabilidad del mando medir hasta dónde se puede sufrir y desde cuándo empieza a tener la cólera todas las excusas.
La respuesta de Falange se limitó a peleas a puñetazos, asaltos a locales de la FUE, colocación de banderas falangistas en sedes socialistas, etc. El 9 de febrero un militante del PSOE asesinaba a Matías Montero, jefe del sindicato universitario falangista. La crispación subió de tono, pero tampoco entonces estalló la represalia, a pesar de que los monárquicos ridiculizaban las siglas FE como Funeraria Española, y al líder falangista como Juan Simón (por una copla, hoy semiolvidada). Los monárquicos habían dejado caer sin resistencia a alfonso XIII pero poco después se habían puesto a conspirar –con reconocida ineptitud—contra el nuevo régimen. Su plan potencialmente más peligroso, emprendido en marzo de 1934 con fuerte apoyo de Mussolini, resultaría insignificante. Dada su escasa afición al riesgo, los alfonsinos apoyaban a otros movimientos desestabilizadores que surgiesen y Falange Española les venía muy a mano. Sin embargo, para su desencanto, José Antonio declaró oficialmente que su partido “no se parece en nada a una organización de delincuentes ni piensa copiar los métodos de tales organizaciones”.
Pero otros falangistas rechazaban aquella contención (Además, el poder público tampoco los protegía). En marzo y abril perdieron la vida más falangistas en diversos de España, cinco obreros de la imprenta que tiraba FE salían heridos por la explosión de una bomba, y el propio José Antonio escapó por los pelos de un atentado. Y la lista siguió alargándose. Entonces, ante la impunidad de los asesinos, tomó cuerpo en la Falange la voluntad de replicar con las armas, a la que finalmente hubo de plegarse su jefe”
(En Los orígenes de la guerra civil)
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La canción estaría mejor, a mi juicio, con algo más de sobriedad y menos flamenquismo. “La enterraron por la tarde” tiene un toque trivial, “La enterraron una tarde” quedaría mejor. Pero es una gran canción.
http://www.youtube.com/watch?v=3ordvLhRoM0
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Y aquí tienen de nuevo a Bofarull i Bofarull:
"Bueno, doña Aixa y don Prisciliano, no dejo de apreciar, créanme, sus buenas intenciones, y no dejo de reconocer que la necesidad de emplear un idioma tan infecto como el castellano perjudica inconscientemente nuestras relaciones, etc. etc. Sí, bien, todo eso es cierto, y hasta podría hacerse alguna tesis doctoral al respecto, estoy considerando la idea en mi universidad Pompeu Fabra, que, como saben, realiza una serie de tareas de alto nivel, aunque no voy a extenderme ahora al respecto.
No obstante, y aun reconociendo lo que de verdad pueda haber en su aserto, deben ustedes reconocer que no pasa de ser una ocurrencia, o si quieren, una intuición bien orientada, pero un tanto burda, primitiva, como de cuando suena la flauta por casualidad. La idea precisa, por tanto, una elaboración más profunda, definida y académica, que sólo personas de prosapia carolingia y formación auténticamente científica están en condiciones de elaborar. Insisto en ello, y no lo vean como un intento de minusvalorarles. Pues ustedes, las andaluzas y andaluces, doña Aixa, son de clara estirpe bereber, con sus defectos, pero también con sus virtudes, eso nunca lo negaré, y por tanto muy dadas y dados a bellas fantasías… pero, ¡ay!, poco aptas y aptos para las tareas científicas de alto nivel. Y ustedes, los gallegos, don Prisciliano, no les van a la zaga a los andaluces en cuanto a espíritu fantasioso, aun si éste cabe entroncarlo más bien con su raigambre céltica, sus gaitas y su caldo gallego (delicioso, por cierto).
Y una manifestación de esas llamémosle peculiaridades idiosincrásicas de los gallegos, mi querido don Prisciliano, he podido comprobarla en algunos de sus paisanos, el tal Brétemas y sobre todo el tal Carballeira, de la Universidad de Princeton (¡qué hará en esa universidad, Sant Jordi santo!) que han osado, sin prueba alguna, sin documentación y sin fuentes fiables, afirmar que nuestro héroe nacional, don Rafael Casanova, era en realidad un botifler, y que el verdadero héroe fue no sé qué gallego… Dejémoslo ahí. Qué fácil es ver la paja en ojo ajeno, y qué difícil ver en el propio la viga de hormigón armado como las que colocan en los puentes de las autopistas, como podría haber dicho nuestro añorado Carlomagno, si hoy viviera…
Porque debo insistir, por interés científico, en la inmensa barbaridad, totalmente injustificable, de haber hecho ustedes del día de Santiago el día de la patria gallega. Es decir, han hecho ustedes, y permítanme que se lo diga con el mejor ánimo de conciliación, fraternidad y unidad entre nuestros dos pueblos, han hecho ustedes coincidir su jornada patria con el símbolo por excelencia de la nación opresora. ¡De la nación que lleva oprimiendo a ustedes, los gallegos, desde hace siglos, desde tiempos del rey Miro o del rey Réquila o de quien ustedes quieran, no voy a entrar ahora en esas historias! Con esa insana, bárbara e indocumentada decisión santiagófila, ustedes se han identificado son sus opresores seculares, señores gallegos, se han identificado con los mismos que les han mantenido y les mantienen en la esclavitud, a sangre y fuego. No consigo imaginar una indignidad, una abyección, una sandez mayores que la identificarse con sus bestiales amos. Porque aun admitiendo su idiosincrasia céltica y su carencia de los que pudiéramos llamar, en cierto modo metafóricamente, genes carolingios, eso, francamente, me parece excesivo. Me permito recomendarles que se pasen por algún departamento de historia o sociología o filología de la Universidad Pompeu Fabra para que les aconsejen al respecto, siempre en el mejor espíritu de amistad y progreso.
Queda de ustedes afectísimo y seguro servidor
Francesc Bofarull i Bofarull, de la Universidad Pompeu Fabra y ex detective.
http://blogs.libertaddigital.com/presente-y-pasado/el-duelo-falangejuventudes-socialistas-4143/
domingo, noviembre 30, 2008
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