miércoles, noviembre 19, 2008

El gobierno argentino contra la Argentina

jueves 20 de noviembre de 2008

El gobierno argentino contra la Argentina

El culebrón de las Aerolíneas Argentinas ha dado un nuevo giro esta semana después de que el Parlamento argentino recomendara el martes expropiar la compañía aérea, hoy por hoy propiedad del grupo español Marsans. La decisión llega una semana después de que la empresa española rechazara la evaluación del Tribunal de Tasación argentino, que tasó la compañía en la mitad de lo que consideraba Marsans. La empresa española ya ha anunciado que recurrirá a todos los medios legales que hagan falta para evitar la expropiación.
Ya hace casi seis meses que se iniciaron las negociaciones entre el Gobierno de Cristina Fernández Kirchner y el grupo español para traspasar las Aerolíneas al Estado argentino, pero lo cierto es que los desacuerdos han superado con mucho a los acuerdos. Precisamente ante la falta de acuerdo y los incumplimientos de las condiciones pactadas por parte del Gobierno argentino, Marsans exigía la evaluación de un tasador independiente, como, de hecho, se estableció en el acta firmada con el Gobierno el 17 de julio pasado, cuando se inició la negociación.

Sin embargo, el ejecutivo de Fernández ha rechazado una y otra vez esta opción y ha alargado los desencuentros hasta llegar al punto actual, en el que parece que la expropiación va a ser un hecho inapelable. En resumen, da la sensación de que la negociación con Marsans ha sido una mera farsa ya que desde el principio se tenía en mente la expropiación como medio de hacerse con la empresa.

El Estado argentino está a la búsqueda desesperada de fondos con los que tapar los agujeros de la discutible administración Kirchner, que se ha valido del superávit fiscal reinante hasta ahora, para establecer su gobierno, basado en el clientelismo y el oportunismo. Es por ello que ahora se dedica a nacionalizar activos privados con los que saciar sus sedientas arcas. Sólo así se explica la reciente nacionalización de las pensiones y arbitrariedades como la expropiación de Aerolíneas, ambas acciones llevadas a cabo sin mediar explicación coherente alguna y, por supuesto, sin el menor rigor democrático ni seguridad jurídica alguna.

Con estos despropósitos, nadie gana. Pero si hay un perdedor —a quien este periódico se debe en primer lugar: el ciudadano y contribuyente argentino. Porque este tipo de actuaciones no sólo desacreditan internacionalmente a Argentina, ahuyentando a los posibles inversores —por más que luego le duelan a la Presidenta los informes que sitúan a Argentina como uno de los países del mundo menos recomendables para invertir- sino que la encadenan a una constante inestabilidad política e institucional. Los Kirchner, con sus acciones, están echando por la borda el presente y el futuro de todo un país.

http://elimparcial.es/contenido/27500.html

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