En Irlanda o en España; asesino
TERESA JIMÉNEZ - BECERRIL
Miércoles, 19-11-08
Puede salir de la cárcel tras cumplir una condena ofensiva. Puede burlarse de sus víctimas descontando días, meses y años como escritor y estudiante impostor. Puede hacer todas las falsas huelgas de hambre que su cuerpo y su vergüenza le permitan. Puede seguir vendiéndose como mártir a la prensa extranjera. Puede intentar convertirse en ídolo de pistoleros ideológicos sin trabajo. Puede esconderse en Dublin si entre colegas se siente más arropado. Puede terminar en Venezuela de jefe de cocina de cualquier restaurante etarra. Puede dedicarse a dar conferencias por algunas universidades americanas donde son muy comprensivos con los terroristas que las bombas las ponen más allá del océano. Puede retomar su vena literaria y seguir escribiendo cartas, liberatorias para él y desgarradoras para cualquiera, sobre el dolor ajeno. Puede acordarse de quien es y desafiar a sus víctimas desde su ilegítima casa de San Sebastián. Puede cambiar su horrible cara por una más amable con la que vivir en el anonimato. Puede buscarse una identidad falsa con la que confirmar con documentos su nueva imagen. Puede desaparecer de la faz de la tierra. Puede hacer muchas cosas José Ignacio De Juana Chaos, pero lo que no puede hacer es dejar de ser un ASESINO. Podrá renegar de sus ideas, de sus amigos violentos, de su patria, de sus jefes, de sus maestros y de su fe. Podrá dejar de ser un terrorista pero jamás dejará de ser un criminal. Podrá sentirse cansado, asustado, desmotivado y querer recuperar el placer de comer, de amar, de respirar, de contemplar, de viajar... pero quien comerá, amará, respirará y viajará será aquel que mató a veinticinco personas y aunque cambie su cara y se esconda en un agujero en el fin del mundo, sus ojos, los que no podrá cambiar nunca, le obligarán a mirar eternamente a esos jovenes inocentes a los que privó de esa hermosa vida que ahora él exige vivir. No De Juana, usted no tiene derecho a vivir en paz, ni hoy ni nunca. Esto de la carta leída por sus seguidores, considerada como apología del terrorismo es una pequeña muestra , una insignificancia, que se arregla con dinero y papeleo; cosas de la justicia... Quizás vengan otras molestias, yo lo espero, tardías denuncias, indemnizaciones y demás inconvenientes, que complicarán su tranquilidad diaria, pero será nada comparado con la gran cruz con la que usted, De Juana deberá cargar toda su vida, la de su conciencia. Y aunque quisiera, aunque sus víctimas le perdonaran, aunque la sociedad le absolviese, las cosas no se pueden cambiar: usted es y será siempre en España y en Irlanda, un ASESINO
http://www.abc.es/20081119/opinion-firmas/irlanda-espana-asesino-20081119.html
miércoles, noviembre 19, 2008
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