Santa Maravillas
Viernes, 21-11-08
QUIEN no conociera los antecedentes de la polémica, pensaría que la Mesa del Congreso había acordado construir en la Cámara Baja poco menos que una basílica en honor de Santa Maravillas de Jesús. Pero no. La iniciativa no pasaba de colocar una placa que recordaría que esta santa había nacido en un edificio situado donde ahora se alza el complejo del Congreso de los Diputados. Tamaña osadía fue el detonante de una desmedida reacción laicista del PSOE, entregado estos días a una frenética actividad parlamentaria -desconocida en otros menesteres- para evitar la marea confesional que se avecinaba en la casa de la soberanía popular. Al final, no sin heroicos esfuerzos de la vanguardia laicista, Santa Maravillas no tendrá placa, porque el PSOE -secundado por un PP con pocas ganas de mantener su propio criterio- ha salvado la dignidad aconfesional del Estado, eso sí, sólo porque tenía enfrente a una santa de la Iglesia Católica. Ningún socialista se preocupó de la laicidad del Estado español cuando su máximo dirigente político, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, asistió en esta condición a la celebración del fin del Ramadán, expresión por excelencia de la práctica del islam, junto al presidente turco, su consorte de la Alianza de Civilizaciones. Doble rasero del PSOE, cuyos apóstoles de la tolerancia han convertido el catolicismo en un estigma para la vida pública, aunque poco afectará su cortedad de miras a la figura de una religiosa canonizada por Juan Pablo II y que dio testimonio ejemplar de servicio a Dios y a los hombres.
http://www.abc.es/20081121/opinion-editorial/santa-maravillas-20081121.html
jueves, noviembre 20, 2008
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