domingo, noviembre 30, 2008

Tomas Cuesta, ¡Visca Guardans! ¡Mori Cambó!

¡Visca Guardans! ¡Mori Cambó!

TOMÁS CUESTA

Lunes, 01-12-08
QUE un nieto de Cambó se entrometa en política, no sólo es comprensible, es casi inevitable. Que le haga justicia a su memoria ya es otra «cançó». Monótona, vulgar, desafinada. Dicho con elegancia y caridad cristiana, Ignasi Guardans -representante en Estrasburgo del catalanismo áspero- no le llega a la suela del zapato a su ilustre antepasado. «Sic transit gloria mundi». Así, «de mica en mica», se agostan los linajes. ¿Es Ignasi Guardans un ejemplo notorio de lo que los franceses denominan «fin de race»? Averígüelo Vargas, exclamaban antaño en las Castillas cuando se planteaba un peliagudo interrogante. Y a fe que éste lo es, puesto que los asuntos de familia siempre son delicados. Es obvio, de entrada, que el tribuno de CiU no ha heredado la elocuencia del abuelo, ni la «finezza» expositiva, ni la capacidad de liderazgo. Como tampoco -¡ay- su distinción de caballero y su espléndida facha. «Sobre el crepúsculo de sangre coagulada de la tapicería del Congreso -escribía Josep Pla en uno de sus dietarios- la silueta de Francesc Cambó (impoluto chaqué, pantalones gris plomo, melón claro) componía una estampa inolvidable». Evidentemente, Pla, a sueldo de la Lliga, no escatimaba en adjetivos a la hora de alhajar al amo. Pero no es menos cierto que Cambó elegía con tino a sus turiferarios. Ignasi Guardans, por el contrario, sólo recibe elogios del «Avui» y de Pepiño Blanco. En ese aspecto, al menos, la degeneración es innegable.
¿Qué es lo que queda, entonces, de la vieja prosapia? Queda lo sustancial, queda la pasta. El «net» del «senyor» Cambó ha sido moldeado en la inmensa fortuna que amasó «el seu avi». O sea, que, en el fondo -en el fondo bancario-, Ignasi Guardans es de muy buena pasta. Y visto así, desde la perspectiva euromillonaria, el eurodiputado lenguaraz perpetúa la saga. «Tenir y no tenir: en el mundo no existen más que esos dos linajes», afirma la sentencia lapidaria que Miguel de Cervantes (recuerdos a Marsé) atribuyó a la agüela del Ingenioso Hidalgo. ¡Caramba con la agüela y con el manco de Lepanto! Si llegan a darle hilo a la cometa habrían dejado a Lenin sin trabajo. Total, que, en lo que toca a los tenires, Guardans no ha renegado de su casa y de su casta. En cuanto a los sentires, sin embargo, se ha pateado alegremente el apellido y, lo que aún es peor, lo ha puesto a barato. Que uno de los descendientes de Francesc Cambó tenga que hacerse un hueco en los papeles a base de «pixar fora de test» (reconozcamos que Guardans es un maestro de la retórica prostática) y de ciscarse sin pudor en todo aquello que represente a España es el «rien ne va plus» de las desternillantes paradojas que el circo de la Historia exhibe de tanto en tanto.
Si Guardans se tendiera en el diván de Sigmund Freud saldría a la luz que su problema es matar al abuelo en vez de al padre. La tiranía de la penitencia sobre la que nos ilustró Pascal Bruckner le trae a mal traer o, lo que viene a ser lo mismo, hace que se le lleven los diablos. «¡Visca Macià! ¡Mori Cambó!», brama la muchedumbre infatigable en el chaflán de la conciencia desvelada. «¡Visca Guardans! ¡Mori Cambó!», responde, en su interior un eco balsámico. ¿No fue Cambó, a la postre, quién defendió los intereses de los grandes propietarios? ¿No fue, también, el que, por mantener «pax» burguesa, estableció pacto tras pacto con la cochambre mesetaria? ¿Acaso no se gastó una millonada en promover a los facciosos ante la opinión pública de Inglaterra y de Francia? ¿No compró plumas -algunas muy notables- y las puso al servicio de Franco y La Cruzada? «¡Visca Guardans! ¡Mori Cambó!» ¿Cómo aliviar, en lo posible, semejante desgarro? Elemental, querido Watson. Teniendo un chivo expiatorio a mano. Ahora le ha tocado a doña Esperanza Aguirre cargar con el mochuelo de que Ignasi Guardans, en el infierno de Bombay, no haya conseguido pillar ni un constipado. La presidenta madrileña (madrileña, qué asco) huyó despavorida y él interpretó el papel de capitán de barco. ¿De barco? «No fotem». Lo suyo son los yates.

http://www.abc.es/20081201/opinion-firmas/visca-guardans-mori-cambo-20081201.html

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