domingo 31 de diciembre de 2007
La única alegría del año
Joaquín Abad
N O sé cómo expresarlo, pero desde lejos, las cosas que pasan en España se ven de otra manera. Como con más atención, más interés, más crítica incluso. Todo este año que termina ya, ya era hora, lo he observado desde el otro continente, norte y sur. Y cada vez que España era noticia internacional los de aquí me preguntaban como si yo fuera el único que pudiera dar una explicación de una política errante. Y es que ven España como un referente, como una madre patria de la que proceden en gran medida. Y cada vez que se escuchan las avanzadas nacionalistas camino de la vertebración y unidad nacional, se santiguan. Desde grandes países donde se exhiben sin ningún rubor la bandera nacional no pueden comprender que si alguien pasea con una bandera española por determinadas ciudades del País Vasco o Cataluña, por poner un ejemplo, corran peligro de hacer el ridículo, por lo menos, si no de exponerse a un mal trago. Ya se acaba este fatídico dos mil siete con sabor electoral, con un mal presagio tanto económico como en actividad terrorista de una Eta crecida por el coqueteo gubernamental. Con este sabor agridulce vivido durante todo el tiempo que observaba mi patria, mi país, sólo tuve una alegría: el porqué no te callas del Rey al payaso amigo de Moratinos. Casualmente me encontraba en Chile cuando nuestro monarca atinó. Los de allí me preguntaban por qué no se levantaron junto al Rey los demás miembros de la delegación española… ¿Cómo se lo explico a estos americanos?
http://www.vistazoalaprensa.com/firmas_art.asp?id=4358
domingo, diciembre 30, 2007
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