miercoles 26 de diciembre de 2007
Había motivo
Óscar Molina
C UANDO la Cofradía de la Pegatina Asimétrica y la Platajunta del Doble Rasero, sección audiovisual, elaboraron su obra “Hay Motivo”, conjugaron el tiempo verbal de manera intencionadamente errónea. Lo más ajustado a la realidad hubiese sido titular al bodrio “Habrá Motivo”. Porque, efectivamente, había motivo, y la hora del motivo ha llegado. Las gargantas enrojecidas por los gritos, las cacerolas furiosamente tañidas, las multitudinarias manifas y las horteras declaraciones llenas de lugares tan comunes como la mayoría de sus obras, apuntaban al desastre de un petrolero, a un “guerra ilegal” o al “gobierno facha”. Accesorios aspectos del motivo que sí había: poder seguir viviendo del cuento. Rentabilizar de alguna manera la recién descubierta capacidad de influir en una parte de la sociedad española a la hora de emitir el voto. Pocas cosas tan peligrosas como un jeta con poder; pocas tan escasamente coherentes como el erigirse en abanderado de la justicia social que merece el pueblo, y luego sisarle cada vez que va a comprar un DVD en el que grabar la boda del cuñado. Estos, los del cordón sanitario, tienen la rara habilidad de predicar para los descamisados y ser creíbles, mientras trenzan la soga que delimita el perímetro de un Olimpo, el suyo, al que el resto de los mortales no podemos acceder sin pasar por caja. Ole sus cojones, porque su excéntrico modo de vida no comprende que la copia privada de cualquier obra está amparada por los derechos fundamentales más simples; porque su soberbia injustificada deslegitima como creación a todo lo que cae fuera del cordón que señala las lindes de su cortijo, y todavía hay quien les escucha, y políticos que les rinden pleitesía. Entregan a colaboradores de los asesinos rosas por la Paz, y con encomiable soltura dejan la mano extendida, palma abierta, esperando la caída del estipendio que viene del cielo del pago político. Se les llenan los ojos de guiños a la rebelión contra lo establecido y luego se afanan por poner puertas al campo y riendas a la mula, que seguro que es de derechas. Concentran todo su esfuerzo en aparecer como cuestionadores eternos de lo normativo para después clamar por el respeto legal a su cordón cuando la cosa les atañe. Alcanzan la cima de lo cansino con autoelogios sobre su talento en exclusivas entregas de premios tornadas en mítines políticos, pero pretenden que su distinguido club sea reconocido como organismo recaudatorio. Hacen películas que la gente ha decidido no pagar por ver y su autocomplacencia, tan herida como injustificada, se subleva y exige que de una manera u otra, alguien se haga cargo de la factura que extendieron aquellos tres días de Marzo y las anteriores, las que empezaron a emitirse cuando tomaron la calle para afeitarnos el bigote reaccionario. Todo para que puedan seguir llevando esa vida regalada, colmada de aquello que produce el sistema al que insultan todos los días, mientras hacen elogios de Sierra Maestra y transforman sus cámaras y micrófonos en una variante fina del subfusil. Para que puedan seguir escupiendo en la comida antes de ponerse ciegos y regalarnos la sobremesa con un eructo gracioso, que suena parecido a “canon”. Si se aprueba la tasa prepárense para verles de nuevo, día sí día también, ropa de faena puesta, pancarta artística en mano, slogan recién parido y motivo recién encontrado, prestos a bajar a la rue para mezclarse con quienes acaban de pagarles por comprarse una impresora. Predispongan su ya agotada capacidad de asombro para volver a leer la palabra de dios en la tierra revelada en forma de manifiesto, elevada declaración vedada a quienes no somos de izquierdas ni pertenecemos al mundo de la cultura. Todo porque había motivo, y para que lo siga habiendo.
http://www.vistazoalaprensa.com/firmas_art.asp?id=4337
miércoles, diciembre 26, 2007
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