lunes 10 de diciembre de 2007
¡Qué tropa la nacionalista!
Ernesto Ladrón de Guevara
R ECIENTEMENTE compareció en el Parlamento Vasco el director del Instituto Vasco de Investigación y Evaluación de Euskadi-Euskal Herria. Es presumible que un responsable de un órgano tan importante como aquel al que se le encomienda nada menos que evaluar el funcionamiento del sistema educativo para introducir las reformas y mejoras que posibiliten su óptimo funcionamiento, debe ser una persona idónea, con alto prestigio profesional y capacitada para ello. Pues, vean ustedes y cataloguen al citado personaje por sus dichos. En su comparecencia, aparte de cargar todas sus infamias e inquinas contra la enseñanza en castellano, atribuyendo a este modelo educativo legal y protegido por la ley de Normalización del Uso del Euskera todo tipo de efectos perniciosos, sin dar un solo dato científico para validar tan inconsistente argumento, dijo que es necesario estudiar más euskera en la enseñanza para entenderse con los “nativos”. Es decir, da por supuesto que el que no sepa euskera no es nativo, por lo cual algunos hemos venido al mundo abducidos por alguna nave proveniente de Marte o de Saturno. El señor Sierra, que así se llama el ínclito, nos niega el derecho de la pertenencia a la tierra donde hemos nacido a la gran mayoría de alaveses, vizcaínos y guipuzcoanos. Yo, en concreto, que nací en el ámbito rural de Álava, en un pueblo situado en un valle a la sombra de macizo montañoso del Aitzgorri, afirmo, en la forma más alta y clara que puedo, que ni este servidor ni los antepasados que me precedieron hasta cuatro generaciones atrás hemos tenido el euskera como lengua materna. Y me remonto bastante antes en el tiempo que el periodo de la dictadura de Franco. Tengo todos mis familiares por parte mía y de mi consorte, que también es alavesa, –unos cincuenta-, repartidos por todo el oriente alavés, y alguno en Guipúzcoa. Y afirmo que ninguno de ellos conoce el euskera a pesar de ser alguno octogenario. Esa es la realidad que desconoce u oculta el señor Sierra, pues en el puesto que ocupa se vive muy bien al amparo del régimen nacionalista. Niego que seamos extranjeros en nuestra propia tierra, como no lo son la mayoría de los vascos nacidos en el País Vasco, a no ser que el señor Sierra niegue la vasquidad a, por ejemplo, Álava. ¡Vaya patochada! Después el citado personaje se permitió leer en sede parlamentaria una redacción de una niña ridiculizando su contenido con expresiones como “se expresa como un indio. No, peor que un indio”. Evidentemente, la niña estudia en modelo A, en castellano, con el euskera como asignatura. La táctica nacionalista es echar más infundios y descalificaciones a los que ya han arrojado hasta ahora sobre niños y padres que ejercen un derecho fundamental como el aprender en lengua materna, en castellano-español. Como aquellas campañas que se hacían hace una década, donde se pegaban pasquines en las calles con la foto de un niño con el lema: “es analfabeto porque estudia en castellano”. O esa campaña muy de actualidad donde se decía con el ya famoso virus “Ukan” que “para ser buena persona hay que saber euskera”. El señor Sierra y sus protectores nacionalistas ocultan cosas como lo que dice el informe PIRLS (Evaluación PISA) en el que se analizan las capacidades lectoras y comprensivas de los escolares de más de 50 países de la OCDE, que dice lo siguiente: “Lenguas habladas en casa. Debido a que el aprendizaje de la lectura depende en gran medida de la experiencia temprana de los niños con el lenguaje, la lengua o lenguas habladas en casa y la manera de utilizarlas son factores importantes en el desarrollo de la competencia lectora. Los niños cuyo conocimiento de la lengua empleada en la enseñanza formal de la lectura se sitúa sustancialmente por debajo de lo que es de esperar en los niños de esa edad, con mucha probabilidad se encontrarán en desventaja desde un primer momento. Además, el empleo de lenguas o dialectos diferentes en casa y en la escuela puede causar problemas a los alumnos a la hora de aprender a leer.” Pero eso no interesa al señor Sierra. Ese paradigma, expuesto reiteradas veces por la UNESCO o la ONU y en diferentes informes de la OCDE, no interesa ni al Gobierno socialista ni a los gobiernos autónomos con ideario separatista. Lo que solo preocupa es que los alumnos se euskaldunicen, se catalanicen, o se galleguicen; que sean unos palurdos en el futuro sin capacidad ni recursos propios de análisis y de autonomía personal. Les conviene gentes alienables, manipulables, conducibles con tópicos y lemas vacíos de cualquier tipo de profundidad en las ideas. Quieren gentes semi-analfabetas. Y en eso no se diferencian de otro régimen ya pasado que sólo le interesaba una élite bien formada y el resto aborregado. Mientras, los nacionalistas y socialistas, cuyo ejemplo más paradigmático es el señor Montilla, no llevan a sus hijos a centros con inmersión lingüística catalana o vasca, los incorporan a centros de élite para que aprendan inglés, francés o alemán. Y muchos de ellos exigen a los demás lo que ellos no cumplen, como el señor Anasagasti que nos convencía con el argumento de “loro viejo no aprende a hablar” El informe PISA-2006 pone a Cataluña en el penúltimo lugar en comprensión lectora, en el ranking del conjunto del territorio español, que está, a su vez, en el penúltimo lugar de los 57 países evaluados por la OCDE. Y eso no es fortuito. Responde a un empobrecimiento brutal en los indicadores de las destrezas en el uso de los instrumentos de aprendizaje básico, dos de cuyos elementos sustanciales son la comprensión verbal y las habilidades lectoras. Con la manía de erradicar el aprendizaje en la lengua materna e implantar un sistema no validado por los datos empíricos ni experimentales, como es la generalización del modelo de inmersión lingüística, están consiguiendo un fracaso escolar camuflado inmenso, gravísimo. Un verdadero genocidio educativo. Y el País Vasco que era a bastante distancia el lugar de España más y mejor escolarizado ha dejado de estar en el furgón de cabeza, a pesar de las cuantiosas sumas –hay que reconocerlo- presupuestadas en la educación para compensar las consecuencias de una diglosia lingüística de libro. Y eso es muy grave. Mientras tanto, estos días atrás se ha aprobado en sede parlamentaria el Decreto Curricular Vasco, por el que a partir de ahora los estudiantes sólo estudiarán lo referido a Euskal Herria, con los territorios franceses y de Navarra incluidos. Y con el citado Currículo académico a partir de ahora el euskera será la principal lengua. con ello sucederá como en Cataluña, que se dejará al castellano prácticamente fuera del ámbito educativo, con el falaz y simplón argumento de que el castellano se aprende en la calle. Todo esto es incalificable. ¿Pero... adónde nos llevan?
http://www.vistazoalaprensa.com/firmas_art.asp?id=4304
domingo, diciembre 09, 2007
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