miercoles 19 de diciembre de 2007
El Senado se divierte y Rajoy esconde a Gallardón
Fernando González Urbaneja
Los ilustres representantes del pueblo han logrado recusar a la ministra de Fomento. Ocurrió anoche en el Senado, con los votos del PP y alguno más y con la abstención de los nacionalistas catalanes, que eran los más críticos de la ministra, Magdalena Álvarez, que por fin fue reprobada en el Parlamento. ¿Y qué? Pues nada, quedará constancia en las actas de la Cámara Alta y si te he visto no me acuerdo.
De lo ocurrido estos días en el Senado lo relevante fue el rechazo de los Presupuestos, que pueden ser rescatados mañana si, al menos, 176 diputados así lo acuerdan. Pero las reprobaciones no van más allá de la anécdota. El Senado se divierte con estos enredos, pero ni frío ni calor, ninguna consecuencia práctica. Si los esfuerzos inútiles producen melancolía, el Senado debe ser el paseo de los melancólicos.
Mientras en el PP, especialmente su líder, andan enredados en acertijos sobre lo que dicen los Estatutos y sus consecuencias en las listas electorales. Rajoy bromea y “galleguea” a cuenta de su número dos en Madrid y la inclusión en la lista del alcalde. Éste ha pedido por activa y pasiva asiento en el Congreso, una oportunidad para un pretendiente con futuro. Pero sus conmilitones no están por la labor, las bases y la cúpula popular en Madrid (es decir, la tropa de Esperanza Aguirre) no quieren a Gallardón más allá de la Alcaldía, o le quieren compitiendo con la hipotética sucesión de Rajoy. Mientras, Rajoy mira al tendido.
Algún alma caritativa cercana al PP ha sugerido para el número 2 de Madrid nadie mejor que María Sangil, la dirigente popular de San Sebastián con mejor imagen en la capital de España. Una opción que nadie discutiría, tampoco Gallardón, y que propicia otro puesto para el alcalde que nunca ha pretendido orden, sólo asiento asegurado en la Cámara.
Rajoy podía haberse ahorrado este debate adelantando la composición básica de la lista de Madrid, que tendrá que cerrar él como presidente y cabeza de lista, sin dar oportunidad al desgaste interno que supone la bronca contra Gallardón. Pero quizá a los políticos les gusta la bronca y necesitan la dosis de adrenalina matutina de los titulares ingeniosos e intrigantes en pro de uno u otro amigo.
http://www.estrelladigital.es/diario/articulo.asp?sec=opi&fech=19/12/2007&name=urbaneja
miércoles, diciembre 19, 2007
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