viernes 27 de julio de 2007
Edificios de ¡a mil millones! Fernando González Urbaneja
Repsol tiene en venta su torre del Real Madrid, uno de esos cuatro monumentos a Figo, Zidane, Ronaldo y Beckham. El precio de partida es 750 millones de euros, algo más de lo que ha invertido la petrolera en ese edificio que no piensa ocupar. Todo indica que el comprador, probablemente Caja Madrid, está dispuesto a pujar hasta con 850 millones de euros. Casi simultáneamente FCC ha completado la compra del 20% que le falta de Torre Picasso con un precio tasado para todo el inmueble de 850 millones de euros. FGG pagará por ese 20% más que lo que le costó en su día el restante 80%.
La torre central de Azca tiene a su favor que es un inmueble experimentado, a plena ocupación y con clientes estables. La de Repsol tiene que acreditar su eficacia, tiene menos metros de superficie útil y también más competencia, pero a futuro quizá ofrezca una ubicación más exclusiva.
Ambas operaciones marcan precios récord en el mercado inmobiliario y anuncian que pronto conoceremos alguna operación inmobiliaria “milmillonaria” en euros, un edificio de los mil millones de euros, al alcance sólo del big business.
Como aperitivos de estas operaciones hay que recordar los casos precedentes de 600 millones que se pagaron por la torre del BBV o por la ciudad financiera del Santander en Boadilla del Monte, aunque estas operaciones tienen su propia lógica ya que se trata de ventas con inquilino puesto y buen pagador, operaciones de vendedor que financia de hecho al comprador.
Tampoco es moco de pavo la compra de El Corte Inglés de la torre Windsor por 500 millones de euros, que venía acompañada del 20% de Torre Picasso que ahora adquiere el otro socio mayoritario y que abarata una operación que pretendía ampliar su colosal centro en la esquina sur de Azca.
Con estos datos y precedentes, pretender que el inmobiliario español camina hacia el desastre es, cuando menos, aventurado. Es lógico que el sector reduzca la actividad en algunos mercados, que un exceso de oferta de viviendas o que una menor demanda de los compradores deprima los precios de los necesitados de vender, pero de eso a un derrumbe del mercado financiero hay mucho trecho.
El mercado inmobiliario español ha madurado, se ha sofisticado y se ha profesionalizado, tanto como los más avanzados del mundo. No conviene sacar conclusiones simples y contundentes porque la realidad es compleja y los actores del mercado abundantes y exigentes.
FGUrbaneja@wanadoo.es
jueves, julio 26, 2007
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