martes, julio 31, 2007

Los efectos de unas elecciones en marzo preocupan al PSOE

EL 11-M SIGUE EN LA MENTE DE FERRAZ

Los efectos de unas elecciones en marzo preocupan al PSOE
Miguel Ángel Orellana

El PP se va de vacaciones con la "mosca" del adelanto electoral Tras la ruptura de la tregua, ZP remonta, y Rajoy no acorta distancias
Más de un asesor en La Moncloa medita si será conveniente que los españoles acudan a las urnas en el aniversario de unas fechas cuyo recuerdo podría determinar el sentido del voto.1 de agosto de 2007. El primer reto de los dos partidos mayoritarios está ya a la vuelta de la esquina: las elecciones generales de 2008. Ambas fuerzas mantienen básicamente posiciones en sus feudos tradicionales. Ni el PSOE ha sido capaz de ensanchar su distancia respecto al PP, ni el Partido Popular ha sido capaz de drenar la fuerza electoral del Partido Socialista. Si la política fuera una partida de ajedrez estaríamos hablando, a día de hoy, de tablas. Ni José Luis Rodríguez Zapatero ni Mariano Rajoy han logrado, por tanto, romper las bases de apoyo de su adversario político, algo que en román paladino significa que los votantes de cada uno de ellos se han atrincherado en sus posiciones. Es evidente que no hay trasvase de votos; pero lo peor es que las dos fuerzas han expulsado de la participación en las urnas a los sectores más moderados que votan indistintamente a una u otra formación. Es evidente además que los candidatos (y algunos medios de comunicación también) intentarán vender la llamada a las urnas como una especie de revancha en torno a lo ocurrido hace cuatro años el 14-M, tratando de movilizar a un electorado herido en su amor propio. Más aún si al final, tal como adelantó semanas atrás Elsemanaldigital.com, las elecciones generales acaban celebrándose el domingo 9 de marzo. La fecha, de la que se hacía eco también este mismo fin de semana el diario ABC, es barajada en el Palacio de La Moncloa, si bien las fuentes consultadas por este periódico recordaban que la decisión final depende única y exclusivamente del presidente del Gobierno.Ocurre, sin embargo, que en el PSOE temen la conveniencia de celebrar la cita electoral en el mes de marzo, ya que no tienen claro el efecto que puede provocar en el electorado una fecha que la mayoría de la ciudadanía asocia evidentemente con la masacre del 11-M. "No cabe duda de que los españoles votarán rememorando las intensas emociones vividas hace cuatro años", confiesan a Elsemanaldigital.com fuentes de la calle Ferraz. "El problema es que nadie sabe, o sólo lo sabe cada ciudadano en su foro interno, cómo le afectará a la hora de depositar su papeleta", añaden los consultados más cautelosos. Llama la atención que los fantasmas de los atentados del 11 de marzo de 2004 sobrevuelen todavía Ferraz. Esta legislatura para muchos ha sido un tiempo para la zozobra, pero es que además el PSOE no ha logrado salir de los agujeros negros de la matanza de Madrid. Aquel triunfo electoral estuvo precedido por el quebrantamiento del día de reflexión y por los asaltos a sedes del Partido Popular. Fue fruto de la manipulación de un atentado terrorista. Y, tal vez, que todo aquello flote en el ambiente en la jornada de votación no es lo más beneficioso para los socialistas. Su cuartel general, al menos, mantiene las vacilaciones.

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