Xavier Navaza, A vueltas con el sueldo del edilato

martes 31 de julio de 2007
XAVIER NAVAZA
corresponsal en galicia
A vueltas con el sueldo del edilato
Será por el endiablado ferragosto que nos envuelve, pero está meridianamente claro que Alberto Núñez Feijóo pierde el tiempo a la busca de un punto de conexión dialéctica con Emilio Pérez Touriño. El premier galaico está de un "no" subido y nadie conseguirá que se baje del apacible guindo en que se ha instalado; mucho menos que vaya al trapo que, un día sí y al día siguiente también, don Alberto le tiende con la contumacia de un novillero apostado a la espera de la alternativa.
Sin embargo, es muy razonable su penúltima propuesta, que ayer repetía sin remedio su secretario general Alfonso Rueda: sencillamente, que socialistas, populares y nacionalistas se pongan mínimamente de acuerdo para que el asunto de los macrosueldos de algunos alcaldes y concejales entre en la siempre deseable senda de la sensatez y pierda, al fin, ese grosero e intenso tufillo de nuevos ricos que en menos de dos meses de legislatura ha logrado instalarse en la fronda muncipal.
Feijóo y Rueda hablan de establecer "un límite legal" para que algunos jefes de edilato se autocensuren en su probada voracidad salarial y no asistamos a la grotesca secuencia que nos ofrecen regidores de pequeños y no tan pequeños municipios, cuya nómina es capaz de afilarle los colmillos a los conselleiros del Gabinete Touriño.
Don Emilio opina que los sueldos son intocables y para apoyar su criterio se basa en la "autonomía local": es decir, que los ayuntamientos son muy libres de hacer de su capa un sayo y nada ni nadie puede interponerse en los deseos de sus gestores. Sin embargo, existe un cauce para abordar cuestiones como ésta: la Federación Galega de Municipios y Provincias, donde están políticamente representados todos los alcaldes del país.
A través de la Fegamp, si PSdeG, BNG y PPdeG consiguen dialogar entre sí, la dichosa autonomía local estaría plenamente garantizada. La propia Ley de Bases de Régimen Local establece la posibilidad de aplicar normas que conduzcan a la racionalidad económica de los ayuntamientos. Y mientras no se aborde esta cuestión, que amenaza con convertirse en un tema recurrente del debate político, seguiremos con la sensación de que a nuestros alcaldes y concejales sólo les interesa la pasta. Y queremos creer que eso, sencillamente, no es verdad. Porque, tal y como Alfonso Rueda recordaba ayer, son mayoría los regidores que están a favor de poner en marcha un marco legal que limite la capacidad de los propios ayuntamientos a la hora de regular los sueldos de sus responsables. Luego, aunque solamente fuese por una cuestión de higiene democrática, Touriño debería alentar y no demonizar las propuestas que Núñez Feijóo le ha hecho en este sentido.
Ya metidos en harina y hablando de "autonomía local": ¿se ponía en peligro la capacidad de autogobierno de nuestros municipios cuando Francisco Jorquera (BNG) y Ricardo Varela (PSdeG) se reunían en Santiago para redactar las bases de la alianza que les ha puesto al frente de la mayoría de los municipios de Galicia? De hecho, al final, tal y como se ha visto, los propios líderes locales de ambas formaciones en el poder hicieron lo que les vino en gana y se adecuó mejor a sus intereses: hubo gobierno de coalición donde ellos quisieron y en otros ayuntamientos, de los que Lugo ha sido el caso más sonado, simplemente hicieron caso omiso de los papeles firmados en Compostela.
EL NUEVO PORTAVOZ
Ruiz, ¿el sustituto de Barreiro?
En los soportales de Compostela se cruzan apuesta sobre quién será el sustituto de Xosé Manuel Barreiro como portavoz del PPdeG en la Casona del Hórreo a partir de septiembre. Hay dos nombres sobre la mesa: Manuel Ruiz Rivas y la ex conselleira Pilar Rojo. Paradójicamente, el principal hándicap de la señora Rojo es su excesiva cercanía al inquilino de Génova, 13. Alguno habla de "connotaciones excesivas", por su estrecha vinculación a Mariano Rajoy. Increíble, pero verdad .
EL IDIOMA Y LA PASTA
El oráculo del noble Isaac
En medio del tsunami de discursos, proclamas y palabras al viento que ha traído consigo la semana grande de este país, queda el eco de la intervención de Isaac Díaz Pardo ante las cámaras de la Tevegá 24 horas antes de recibir la Medalla de Oro: "Si seguimos así", dijo el alma máter de la vulnerada factoría de Sargadelos, "la lengua gallega acabará como una lengua litúrgica, que se estudiará en la universidad como hoy se estudia el Latín". E insistió: "Las lenguas son de quien tiene el poder económico". Es decir, la pasta. No es la primera vez que Díaz Pardo dice estas cosas cuando alguien le pregunta sobre el futuro, pero nunca antes pudimos sentir como ahora y con tanta nitidez el inquietante perfil que trazan sus palabras. Y mientras, sus señorías, nuestros amables representantes políticos... siguen eternamente enzarzados en una pelea tan absurda y goyesca como la que representan sobre la escena cada vez que alguien intenta echarle un capote al idioma de Rosalía .