viernes 27 de julio de 2007
Los pacos
La tentación de valorar la calidad de una serie nacional según lo americana que parezca es inevitable. Pero eso nunca ha pasado con «Los hombres de Paco» dada su profunda españolidad. Ya había habido policías zoquetes de ficción (ahí estaba «Car 54, Where are you?», donde Fred Gwynne y Al Lewis coincidieron antes de «Los Monster») pero la fórmula de los Pacos es muy patria. Sus especímenes son un poco como los polis de «Los Simpson» (Clancy Wiggum más Lou y Eddie) y un mucho como Paco Martínez Soria, Pepe Isbert, Chiquito o Pepe Viyuela (cuando no era tendero sino payaso).
A grandes como Adriana Ozores (o Juan Diego) se unieron caras menos conocidas (y peculiares) como las de los personajes de Curtis, Povedilla, Quique o Rita (ya apuntó maneras hilarantes en el primer episodio al tomar la temperatura a un delincuente con una mano en su frente y otra en la del malo). A su vez, la serie ha dado portadas al «Superpop» con nuevos símbolos sexuales: Hugo Silva y Mario Casas, razón, supongo, por la que el último capítulo se lo pasaron sin camiseta. El final de temporada fue trepidante, vale, pero se olvidó de su marca, el humor descabellado, para apuntarse al drama inverosímil (¿«Cuatro horas antes»? ¿Pero no era en tiempo real?) y a remolque de «24», o «Alias», con perdón. Es mejor que no se desvíen del buen (y absurdo) camino de siempre
jueves, julio 26, 2007
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