Jose Javaloyes, Del apagon barcelones a la luz de las responsabilidades

viernes 27 de julio de 2007
Del apagón barcelonés a la luz de las responsabilidades José Javaloyes

Si en medio del apagón de Barcelona la CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores) daba luz verde a la OPA de Enel y Acciona sobre Endesa —por mayoría, y por la vía rápida, si se comparan los tiempos empleados con la precedente oferta para comprar presentada por E.On—, las declaraciones del portavoz del PSC, Miguel Iceta, acusaban al presidente de la primera eléctrica española, Manuel Pizarro, de “castigar” a los catalanes por la fracasada OPA de Gas Natural.
La politización habida desde el principio de toda esta historia parece encontrar su aparente epílogo (aparente porque quedan cabos sueltos susceptibles de arder judicialmente) en la manipulación política de un suceso en el que están imbricadas y superpuestas distintas capas de responsabilidad, donde las más relevantes corresponden a la pública Red Eléctrica Española (REE) y a la pésima calidad gestora, en su burocracia, de la Generalidad de Cataluña.
Aquella incapacidad o deficiencia de REE fue advertida por Endesa, un día antes, de que había oscilaciones en la red de la subestación de Maragall, y esta otra de la Generalidad ha sido expresada por la lentitud burocrática frente a la rapidez que se precisaba para instalar, en los plazos establecidos, el total de subestaciones necesarias para mantener las condiciones de seguridad suficientes en el conjunto afectado por el problema.
La misma Endesa advierte de lo altamente probable de que se produzcan nuevos incidentes de bulto por la precariedad en que se encuentra el sistema, al no haberse podido instalar todas las subestaciones programadas, pues sólo han entrado en funcionamiento una veintena del total de las 39 previstas. Prácticamente, por las citadas causas de ineficiencia burocrática, sólo ha sido instalada la mitad de las subestaciones. Más que sólo posibles son estrictamente probables más apagones.
Tales son los datos objetivos, los hechos. Lo demás, desde el lado más menestral de la política catalana, parecen ser monsergas para escurrir el bulto de las responsabilidades contraídas, bien por omisión o bien por la ínfima calidad gestora del interés público representada por la deficiente calidad de la burocracia de la Generalidad. Una burocracia demasiadas veces tenida como botín por la clase política instalada sobre ella. Ocurrió con el Carmel y se ha repetido ahora con las responsabilidades contraídas en el bloqueo y en el ritmo perezoso, incompetente, a la hora de tramitar y establecer las condiciones necesarias para que pudiera hacerse lo que era tan urgente como importante.
La villanía de Iceta sobre Pizarro, como si al presidente de Endesa o de cualquiera otra eléctrica le fuera dado apretar un botón y oscurecer una ciudad o una comarca, deja de lado algo de lo que Endesa es acreedora de Cataluña, por haber cargado con el muerto de FECSA en 1987, cuando el Gobierno de entonces pidió que lo hiciera. Un muerto que ya estaba horadado por la gusanería. Sería estrictamente necesario, más que sólo conveniente, que el apagón barcelonés se pusiera a la luz de las responsabilidades. Tanto las actuales como las históricas.
jose@javaloyes.net