Xavier Navaza, ...Y ella sola se murió

jueves 4 de enero de 2007
POR XAVIER NAVAZA
corresponsal en galicia
...Y ella sola se murió?
Debe de tratarse de una innovadora e insospechada táctica para la conciliación que, más o menos, consiste en que los subalternos se dediquen en cuerpo y alma a vapulear dialécticamente al adversario mientras los primeros espadas se lanzan entre sí contradictorias miradas de falsa cordialidad. Observen el prudente silencio de Alberto Núñez Feijóo en tanto Anxo Quintana marca distancias en su propio territorio. Atiendan a la beatífica posición que ha adoptado Emilio Pérez Touriño, empeñado en situarse como árbitro de la contienda al tiempo que hace llamadas a la generosidad.
La cosa consiste, al parecer, en que los tres lleguen limpios de polvo y paja a la cita en Monte Pío, residencia oficial del premier galaico, pero dotados de una cierta posición ética que les permita -llegado el fracaso de la reforma autonómica- descargar en los demás el estigma de la culpabilidad.
Sólo en un contexto de pesimismo letal y de pérdida anticipada se entiende que el segundo de a bordo de Quintana, Antón Losada, comience a llamar "míster No" a Núñez Feijóo y le adjudique al PPdeG el monopolio de la "intransigencia política" en nuestro país. A juicio del arúspice mayor del joven Quin, la deriva derechista y antiautonómica de los populares no tiene solución. Incluso va a más y se agrava por momentos, de forma que -dice Losada- la suave "sensibilidad galleguista" de otros tiempos ha cedido ante la presión de los cancerberos de Génova, 13, sede central del Partido Popular en Madrid.
Al hilo de este mismo argumento, Ricardo Varela -secretario de Organización del PSdeG y conselleiro de Traballo del Gabinete Touriño- sostiene que mientras los socialistas suben como la espuma en las preferencias del electorado, los populares han comenzado a caer pendiente abajo porque se han ubicado en una posición "carroñera" y "radical", cada vez más cerca de la derecha extrema.
Es decir, que -a juicio de ambos- los populares galaicos son unos impresentables y con ellos no se puede viajar a ninguna parte. ¿Están Touriño y Quintana de acuerdo con este análisis de la situación? Es evidente que sí, salvo que admitiésemos -por reducción al absurdo- que Varela y Losada no se hablan con sus respectivos jefes.
Y por si hiciese falta un tercero en discordia, ahí tenemos a Rafael Louzán, presidente de la Diputación Provincial de Pontevedra, afirmando que la actual Xunta de Galicia "es el Gobierno de la manipulación, la mentira y la propaganda". Vaya, que todo está a punto de caramelo para hacer de la cita en Monte Pío una ronda de tigres encelados.
Salvo que admitamos la posibilidad de un milagro o que Quintana esté dispuesto a hacerse el haraquiri ante la asamblea general del Benegá, nada o casi nada nos indica que la modificación autonómica sea posible antes de las elecciones del próximo mes de mayo. Incluso más allá, es sumamente difícil. Y al final, como sentencia el viejo refrán, será que entre todos mataron la reforma... pero ella sola se murió.
EL NIRVANA
Sólo Touriño se librará del anatema
Caminan sobre arenas movedizas, tratando de