martes, enero 23, 2007

Un empujoncito de Imaz abrio las puertas de La Moncloa a Ibarretxe

GARGANTA PROFUNDA
Un empujoncito de Imaz abrió las puertas de La Moncloa a Ibarretxe
Elsemanaldigital.com

Está de moda. Halagado y cortejado, disfruta desde el País Vasco y ríe entre dientes. Tan larga es su mano que aconseja al presidente del Gobierno recibir o no en su casa.

23 de enero de 2007. La foto entre un presidente de Gobierno y el de una comunidad autónoma vale su peso en oro en tiempo preelectoral. Y la imagen entre un José Luis Rodríguez Zapatero y un Juan José Ibarretxe ávido de protagonismo vale todo el oro de las arcas del Gran Capitán. Consciente del alto rédito electoral de la entrevista, en el entorno presidencial no se estaba precisamente por la labor de recibir al lendakari, que pertenece al sector soberanista de Joseba Egibar, enfrentado a la rama posibilista y pragmática del nacionalismo vasco, la de Josu Jon Imaz, que camina mano a mano con Zapatero en el proceso de negociación que éste abrió con ETA.Claro que los próximos al presidente del Gobierno no contaban con que Ibarretxe iba a pedir la mediación del propio Imaz, según cuentan a Garganta Profunda las fuentes monclovitas consultadas. La intervención del presidente del PNV dio sus frutos: el 11 de enero, durante la conferencia de presidentes celebrada en el Senado, Zapatero e Ibarretxe tuvieron una breve conversación en la que acordaron reunirse en unos días para abordar la situación creada por el atentado de ETA en Barajas. Pero el jefe del Ejecutivo también impuso celebrar la cita lejos de los focos. Sin cámaras de televisión ni fotógrafos, por tanto, el lendakari llegó la semana pasada a La Moncloa.Juan José Ibarretxe acudió a La Moncloa con un objetivo claro: exigir a José Luis Rodríguez Zapatero que reserve a Ajuria Enea un papel en la gestión del "post–proceso" abierto tras el bombazo etarra. Así, el lendakari pidió al jefe del Ejecutivo que mantenga abierta una vía de comunicación discreta con ETA, le animó también a la flexibilización del trato a los presos etarras y abogó por derogar la Ley de Partidos. Al parecer, el temor de Ibarretxe es volver a quedar marginado ante la eventual vuelta de las conversaciones entre Batasuna y PSE, y frente a un Josu Jon Imaz que lleva tiempo trabajándose al presidente del Gobierno a espaldas del propio lendakari y del sector más soberanista de su formación, liderado por Egibar.En cualquier caso, en La Moncloa no tienen dudas. Su interlocutor en el PNV no va a ser otro que el presidente del partido, Josu Jon Imaz, a quien el propio Zapatero no ha tenido ningún reparo en alabar tras las conversaciones mantenidas con él en los últimos meses. Un protagonismo que, sin embargo, ni en La Moncloa ni en Ferraz pretenden dar al lendakari Ibarretxe, a pesar de que éste haya sido la segunda persona con la que Zapatero se ha reunido tras el presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, después del brutal atentado terrorista.

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