lunes, enero 08, 2007

Michelle Malkin, Mentiras proabortistas

martes 9 de enero de 2007
New York Times
Mentiras proabortistas
Michelle Malkin

La próxima vez que los apologistas de los grandes medios de comunicación nieguen el sesgo progre que tienen, pregúnteles retóricamente, al estilo de La rebelión de Atlas, "¿Quién es Carmen Climaco?"

Ya es oficial: los editores del New York Times no tienen vergüenza. Ni siquiera hace falta que se fíe de mi palabra: puede leérselo al propio defensor del lector del Times, Byron Calame.
El domingo, Calame redactaba una contundente columna refutando una noticia de portada del New York Times Magazine del 9 de abril sobre el aborto en El Salvador. El sensacionalista artículo del redactor freelance Jack Hitt afirmaba que habían sido encarceladas mujeres con sentencias de 30 años por haber abortado. Hitt describía su visita a una de ellas, la reclusa Carmen Climaco. "Ahora tiene 26 años, habiendo cumplido cuatro de su condena de 30" por abortar un feto de 18 semanas, informaba Hitt.
La revista presentaba sobrecogedoras fotografías de la hija de 11 años de Climaco, con los ojos llenos de lágrimas mientras estrujaba una fotografía de su madre encarcelada. Cruel. Horrible. Escandalizador. Y completa y patentemente falso.
Lo cierto es que Climaco fue condenada por estrangular a su bebé recién nacido. Esta información fue dada a conocer por grupos antiabortistas. Lifesite.net obtuvo los documentos oficiales del tribunal que juzgó el caso Climaco y los publicó en su página web a finales de noviembre. Calame investigó y obtuvo también de forma independiente y con facilidad los documentos, algo que Hitt no se molestó en intentar para verificar la propaganda con la que le dieron gato por liebre. Calame informó:
El cuidado prestado en la narración y edición de este reportaje no cumple los estándares normales de la revista. Aunque Sarah H. Smith, la gerente editorial de la revista, me dijo que "normalmente" los documentos de los tribunales son revisados, Hitt nunca comprobó el veredicto de 7600 palabras del caso Climaco mientras preparaba su artículo. Y Hitt me dijo que ningún editor o corrector le preguntó nunca si había comprobado el documento del tribunal que contenía el veredicto del jurado.
Obtener el documento público fue tan fácil como solicitar que un corresponsal independiente del Times en El Salvador entrase en el tribunal provincial sin concertar ninguna visita previa. Es exactamente lo que hizo Calame. Obtener el veredicto del tribunal le llevó al corresponsal unos pocos minutos.
Los hechos no encajaban con la narrativa proabortista de Hitt. Las autoridades descubrieron al bebé muerto de Climaco en una caja envuelta en bolsas bajo la cama de la señora Climaco. Además, según informó Lifesite, el examen forense descubrió que la cigüeña había entregado ya el paquete. En el momento del nacimiento el hijo respiraba. La causa oficial de la muerte fue asfixia por estrangulación.
Las principales fuentes de información de Hitt procedían de un grupo a favor del aborto llamado Ipas. El colectivo se beneficiaría económicamente de la legalización del aborto en El Salvador, puesto que comercia con aspiradores para abortos. El traductor de Hitt trabajaba como consultor para Ipas, que lanzó una campaña de recaudación de fondos para liberar a Carmen Climaco y traerla a Estados Unidos. Los grupos proabortistas reciclaron entonces la noticia de Climaco, citando la propaganda falsa del Times, para asustar con las supuestas consecuencias de cualquier restricción sobre el aborto aquí.
La portada proabortista del Times es una mujer condenada por infanticidio. Pero el Times, cuestionado por su propio defensor del lector, ha rechazado reconocer los errores de la falsa noticia de Jack Hitt.
"No hay motivo para dudar de la precisión de los hechos según se informaron", le dijeron los editores a Calame con toda la arrogancia del mundo. Rechazan publicar una corrección, publicar una nota editorial o informar a sus lectores de lo fácilmente disponible que es el veredicto del tribunal que evidencia el engaño de Jack Hitt sobre el caso Climaco. Calame concluía que "la precisión y la equidad no se buscaron con el vigor que los lectores del Times tienen derecho a esperar". Eso es ser demasiado educado. Metieron la pata y ahora no quieren reconocerlo.
La próxima vez que escuche a uno de los columnistas del New York Times defendiendo el compromiso del periódico con la precisión, la equidad y los estándares éticos, mencione dos palabras: Carmen Climaco. La próxima vez que la élite del periodismo se pregunte el motivo por el que la circulación de la prensa está cayendo en picado, recuerde: Carmen Climaco. La próxima vez que los apologistas de los grandes medios de comunicación nieguen el sesgo progre que tienen, pregúnteles retóricamente, al estilo de La rebelión de Atlas, "¿Quién es Carmen Climaco?"
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