miércoles, enero 17, 2007

Manuel Molares do Val, Un buen hombre

jueves 18 de enero de 2007
MANUEL MOLARES DO VAL
crónicas bárbaras
Un buen hombre
Mucha gente de la que siguió el reciente debate en el Parlamento sobre el terrorismo quedó con la idea de que Zapatero es un buen hombre traicionado por ETA, y que Rajoy es un sádico que abusó de su candor para humillarlo. Esas personas de buen corazón sintieron como propias las magulladuras que ZP ya había comenzado recibir al iniciarse ese lunes: José Bono proclamaba su total apoyo al ministro del Interior y líder popular francés, Nicolas Sarkozy, por advertir que debe aplastarse a los terroristas y no negociar. Luego, al iniciarse el debate, faltaban diputados en los escaños del PSOE. Algunos de sus espacios tuvieron que rellenarlos con senadores. Atención, un sector socialista podría desear un nuevo líder. Quizás el deseado sea Javier Solana.
ZP empezó con un nuevo yerro, esquivando y diluyendo su responsabilidad como presidente. Pero se encontró con una oposición implacable que ridiculizaba esas nuevas ansias infinitas de paz exigiéndole cumplir estrictamente el que fue exitoso Pacto contra el Terrorismo. Fue un encuentro desigual. Mientras Rajoy atacaba su credibilidad, ZP aparecía desvalido en su escaño, como un niño asustado. Sus réplicas resultaban balbucientes y desorientadas. Pero esa indefensión e inocencia le crea una parroquia emotiva, amorosa: numerosas personas llaman a las radios estos días protestando por el zarandeo que le propinó Rajoy. Para esa gente es su hijo torturado, un ecce homo, un Mesías. Lo votarán fanáticamente. Es lo que ha ganado él con este debate.

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